¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

domingo, 31 de enero de 2016

¡TODO CRISTIANO ES PORTADOR DE CRISTO! Audiencia Jubilar del Papa… TEXTO COMPLETO DE LA CATEQUESIS

El Bautismo nos da un nuevo nombre: “Cristóforo”, que significa “portador de Cristo”. ¡Todo cristiano es portador de Cristo! - ANSA
30/01/2016 10:44
(RV).- “Vivir de misericordia nos hace misioneros de la misericordia, y ser misioneros nos permite siempre crecer más en la misericordia de Dios”, es el aliento del Papa Francisco en su catequesis de la Audiencia Jubilar de la Misericordia.
En el marco del Año Santo, el Pontífice recordó que “el Señor guía nuestros pasos mientras atravesamos la Puerta Santa y se nos acerca para permanecer siempre con nosotros, no obstante nuestras faltas y nuestras contradicciones”.
TEXTO COMPLETO DE LA CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas,
Entramos día tras día en lo principal del Año Santo de la Misericordia. Con su gracia, el Señor guía nuestros pasos mientras atravesamos la Puerta Santa y se nos acerca para permanecer siempre con nosotros, no obstante nuestras faltas y nuestras contradicciones. No nos cansemos jamás de sentir la necesidad de su perdón, porque cuando somos débiles su cercanía nos hace fuertes y nos permite vivir con mayor alegría nuestra fe.
Quisiera indicarles hoy la estrecha relación que existe entre la misericordia y la misión. Como recordaba San Juan Pablo II: «La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia y cuando acerca a los hombres a las fuentes de misericordia» (Enc. Dives in misericordia, 13). Como cristianos tenemos la responsabilidad de ser misioneros del Evangelio. Cuando recibimos una bella noticia, o cuando vivimos una bella experiencia, es natural que sintamos la exigencia de comunicarla también a los demás. Sentimos dentro de nosotros que no podemos contener la alegría que nos ha sido donada y queremos extenderla. La alegría suscitada es tal que nos lleva a comunicarla.
Y debería ser la misma cosa cuando encontramos al Señor. La alegría de este encuentro, de la misericordia: comunicar la misericordia del Señor. Es más, el signo concreto que de verdad hemos encontrado a Jesús es la alegría que sentimos en el anunciarlo también a los demás. Y esto no es “hacer proselitismo”: esto es hacer un don. Si, yo te doy aquello que me da alegría a mí. Leyendo el Evangelio vemos que esta ha sido la experiencia de los primeros discípulos: después del primer encuentro con Jesús, Andrés fue a decirlo enseguida a su hermano Pedro (Cfr. Jn 1,40-42), y la misma cosa hizo Felipe con Natanael (Cfr. Jn 1,45-46). Encontrar a Jesús equivale a encontrarse con su amor. Este amor nos transforma y nos hace capaces de transmitir a los demás la fuerza que nos dona. De alguna manera podremos decir que desde el día del Bautismo nos es dado a cada uno de nosotros un nuevo nombre agregado a aquel que ya nos dan mamá y papá, y este nombre es “Cristóforo”: todos somos “Cristóforos”. ¿Qué cosa significa? “Portadores de Cristo”. Es el nombre de nuestra actitud, una actitud de portadores de la alegría de Cristo, de la misericordia de Cristo. ¡Todo cristiano es un “Cristóforo”, es decir un portador de Cristo!
La misericordia que recibimos del Padre no nos es dada como una consolación privada, sino nos hace instrumentos para que también los demás puedan recibir el mismo don. Existe una estupenda circularidad entre la misericordia y la misión. Vivir de misericordia nos hace misioneros de la misericordia, y ser misioneros nos permite siempre crecer más en la misericordia de Dios. Por lo tanto, tomemos en serio nuestro ser cristianos, y comprometámonos a vivir como creyentes, porque sólo así el Evangelio puede tocar el corazón de las personas y abrirlo para recibir la gracia del amor, para recibir esta grande misericordia de Dios que acoge a todos. Gracias.

(Traducción del italiano: Renato Martinez – Radio Vaticano)

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