¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

viernes, 8 de enero de 2016

HOMILÍA DEL PAPA: “LAS OBRAS DE MISERICORDIA SON EL CORAZÓN DE NUESTRA FE”

El Papa Francisco celebra la Misa matutina en la capilla de la Casa de Santa Marta - OSS_ROM
07/01/2016 12:33
 (RV).- “LAS OBRAS DE MISERICORDIA SON EL CORAZÓN DE NUESTRA FE”. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta tras la pausa navideña. Deteniéndose en la primera lectura, tomada de la Primera Carta de San Juan Apóstol, el Pontífice advirtió que es necesario estar atentos ante la mundanidad y ante aquellos espíritus que nos alejan de Dios, que se ha hecho carne por nosotros:

Permanecer en Dios”. El Santo Padre Francisco desarrolló su homilía a partir de esta afirmación del Apóstol Juan. “Permanecer en Dios – dijo  – es un poco el alcance y el estilo de la vida cristiana”. Porque un cristiano “es el que permanece en Dios”, el que “tiene en sí al Espíritu Santo y se deja guiar por Él”. Al mismo tiempo – prosiguió – el Apóstol pone en guardia al hecho de dar “fe a todo espíritu”. De modo que es necesario poner “a prueba a los espíritus, para comprender si provienen, verdaderamente, de Dios. “Y ésta – afirmó el Papa –  es la regla cotidiana de vida que nos enseña Juan”.

¿Pero qué quiere decir entonces “poner a prueba a los espíritus”? –  se preguntó –. Y añadió que no se trata de “fantasmas”. Sino que se trata de “probar”, ver “qué sucede en mi corazón”, cuál es la raíz “de lo que estoy sintiendo ahora, y de dónde viene. “Esto es poner a prueba –  dijo el Papa – para saber si lo que “siento viene de Dios” o viene de otro, “del anticristo”.

DISCERNIR LO QUE SUCEDE EN NUESTRA ALMA
La mundanidad – reafirmó Francisco –  es precisamente “el espíritu que nos aleja del Espíritu de Dios, que nos hace permanecer en el Señor”. Por tanto – volvió a preguntarse – ¿cuál es el criterio para “hacer un discernimiento correcto acerca de lo que sucede en mi alma?”. Y respondió que el Apóstol Juan da uno solo: “Todo espíritu que reconoce a Jesucristo que vino en la carne, es de Dios, y todo espíritu que no reconoce a Jesús, no es de Dios”:

“El criterio es la Encarnación. Yo puedo sentir tantas cosas dentro, incluso cosas buenas, ideas buenas. Pero si estas ideas buenas, estos sentimientos, no me conducen a Dios que se ha hecho carne, no me conducen al prójimo, al hermano, no son de Dios. Por esta razón, Juan comienza este pasaje de su Carta diciendo: ‘Este es el mandamiento de Dios: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos recíprocamente’”.
Las obras de misericordia están en el centro de nuestra fe

Podemos hacer “tantos planes pastorales” –  añadió el Papa –  e imaginar nuevos “métodos para acercarnos a la gente”, pero “si no seguimos el camino de Dios que vino en la carne, del Hijo de Dios que se ha hecho hombre para caminar con nosotros, no estamos en el camino del buen espíritu: es el anticristo, es la mundanidad, es el espíritu del mundo”:

“¡Cuánta gente encontramos en la vida que parece espiritual!: ‘Pero, ¡qué persona espiritual, ésta!’; pero no hables de hacer obras de misericordia. ¿Por qué? Porque las obras de misericordia son precisamente lo concreto de nuestra confesión, que el Hijo de Dios se ha hecho carne: visitar a los enfermos, dar de comer a quien no tiene comida, cuidar a los descartados… Obras de misericordia: ¿por qué? Porque cada hermano nuestro, que debemos amar, es carne de Cristo. Dios se ha hecho carne para identificarse con nosotros. Y con el que sufre, es Cristo quien lo sufre”.

SI EL ESPÍRITU VIENE DE DIOS ME LLEVA AL SERVICIO A LOS DEMÁS
“No dar fe a todo espíritu y estar atentos  – reafirmó el Papa – poner a prueba a los espíritus para saber si provienen verdaderamente de Dios”. Y subrayó que “el servicio al prójimo, al hermano, a la hermana que tiene necesidad”, que “tiene necesidad incluso de un consejo, que tiene necesidad de ser escuchado”, “estos son los signos de que vamos por el camino del buen espíritu, es decir, el camino del Verbo de Dios que se ha hecho carne”:

“Pidamos al Señor hoy la gracia de conocer bien qué cosa sucede en nuestro corazón, qué cosa nos gusta hacer, es decir, lo que a mí me toca más: si el espíritu de Dios, que me lleva al servicio de los demás, o el espíritu del mundo que gira en torno a mí mismo, a mis cerrazones, a mis egoísmos, a tantas otras cosas… Pidamos la gracia de conocer qué cosa sucede en nuestro corazón”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

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