¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

viernes, 22 de enero de 2016

MISERICORDIAE VULTUS, No. 24. EL PENSAMIENTO SE DIRIGE AHORA A LA MADRE DE LA MISERICORDIA. … ESTO NOS SERVIRÁ DE CONSOLACIÓN Y DE APOYO MIENTRAS ATRAVESAREMOS LA PUERTA SANTA PARA EXPERIMENTAR LOS FRUTOS DE LA MISERICORDIA DIVINA. AL PIE DE LA CRUZ, MARÍA JUNTO CON JUAN, EL DISCÍPULO DEL AMOR, ES TESTIGO DE LAS PALABRAS DE PERDÓN QUE SALEN DE LA BOCA DE JESÚS. EL PERDÓN SUPREMO OFRECIDO A QUIEN LO HA CRUCIFICADO NOS MUESTRA HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR LA MISERICORDIA DE DIOS.

 24. EL PENSAMIENTO SE DIRIGE AHORA A LA MADRE DE LA MISERICORDIA. LA DULZURA DE SU MIRADA NOS ACOMPAÑE EN ESTE AÑO SANTO, PARA QUE TODOS PODAMOS REDESCUBRIR LA ALEGRÍA DE LA TERNURA DE DIOS. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.
Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en generación » (Lc 1,50). También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina.
AL PIE DE LA CRUZ, MARÍA JUNTO CON JUAN, EL DISCÍPULO DEL AMOR, ES TESTIGO DE LAS PALABRAS DE PERDÓN QUE SALEN DE LA BOCA DE JESÚS. EL PERDÓN SUPREMO OFRECIDO A QUIEN LO HA CRUCIFICADO NOS MUESTRA HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR LA MISERICORDIA DE DIOS. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. DIRIJAMOS A ELLA LA ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA ORACIÓN DEL SALVE REGINA, PARA QUE NUNCA SE CANSE DE VOLVER A NOSOTROS SUS OJOS MISERICORDIOSOS Y NOS HAGA DIGNOS DE CONTEMPLAR EL ROSTRO DE LA MISERICORDIA, SU HIJO JESÚS.
Nuestra plegaria se extienda también a tantos Santos y Beatos que hicieron de la misericordia su misión de vida. En particular el pensamiento se dirige a la grande apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor.

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