¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

sábado, 16 de enero de 2016

EL PAPA A LOS TRABAJADORES CRISTIANOS: “SEAN TESTIMONIOS DE GRATUIDAD, SOLIDARIDAD Y ESPÍRITU DE SERVICIO”

Audiencia del Papa Francisco a los miembros del Movimiento Cristiano de Trabajadores en el Aula Pablo VI. - AP
16/01/2016 13:53
 (RV).- “Den testimonio de gratuidad, solidaridad y espíritu de servicio, como verdaderos discípulos de Cristo en los lugares donde viven y trabajan”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros del Movimiento Cristiano de Trabajadores, a quienes recibió en Audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano.

En su discurso el Santo Padre recordó que el trabajo es una vocación que viene de Dios Padre. “Es verdad: dijo el Papa, el trabajo es una vocación, porque nace de la llamada que Dios dirige desde el principio al hombre, para que cultive y cuide la casa común” (Cfr. Gen 2,15). No obstante el mal ha corrompido el mundo y también la actividad humana, en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario; el ser humano expresa y fortalece con el trabajo, afirma el Pontífice, la dignidad de la propia vida.
¿Cómo podemos responder bien a esta vocación, a la cual nos llama Dios? Se pregunta el Obispo de Roma. Para dar una respuesta adecuada, el Papa sugiere tres elementos: Educación, solidaridad y testimonio.

EDUCACIÓN
“Quisiera sugerir tres palabras, que pueden ayudarnos. La primera, apenas subrayada por María, es la educación. Educar significa ‘sacar a la luz’. Es la capacidad de extraer lo mejor del propio corazón. No es solo enseñar alguna técnica o impartir nociones, sino hacer más humanos a nosotros mismos y la realidad que nos circunda. Y esto vale de modo particular para el trabajo: es necesario formar un nuevo humanismo del trabajo, donde el hombre, y no la ganancia, este al centro; donde la economía sirva al hombre y no se sirva del hombre”.
En este sentido, afirma el Sucesor de Pedro, es importante recordar que educar ayuda a no ceder a los engaños de quien quiere hacer creer que el trabajo, la donación de uno mismo y el estudio no tienen valor. Existen siempre estas tentaciones, afirma el Papa, y se trata siempre de intercambios morales, indignos del hombre, eduquen el corazón a ser libre.

COMPARTIR
El compartir, la solidaridad es el segundo elemento para responder adecuadamente a la llamada de Dios, sugiere el Vicario de Cristo. “La segunda palabra es el compartir. El trabajo no es solamente una vocación del individuo, sino es la oportunidad de entrar en relación con los demás: cualquier forma de trabajo presupone una idea sobre las relaciones que el ser humano puede o debe establecer con el otro. (Cfr. Laudato Si’, 125). El trabajo debería unir a las personas, no alejarlas, haciéndolas cerradas y distantes. Transcurriendo tantas horas en la jornada, también nos ofrece la ocasión para compartir lo cuotidiano, para interesarnos de quien tenemos al lado, para recibir como un don y como una responsabilidad la presencia de los demás”.
Es importante, agrega el Papa, que los otros no sean destinatarios solo de algunas atenciones, sino de verdaderos y propios proyectos. Por ello, es importante – agrega – tener presente los propios proyectos y los proyectos de los demás, es poner la inteligencia al servicio del amor, de este modo se logra ser una persona íntegra y tener una vida más feliz, porque así somos capaces de donar.

TESTIMONIO
“La última palabra que quisiera sugerir es testimonio. El apóstol Pablo animaba a testimoniar la fe también mediante la actividad, venciendo la ociosidad y la pereza; y dio una regla muy fuerte y clara: quien no quiere trabajar, no coma. (Cfr. 2 tes 3,10)”. Hoy, señala el Papa, lamentablemente existen tantos jóvenes que no trabajan, son “los nuevos excluidos de nuestro tiempo” y son privados de su dignidad.
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco animó a los miembros del Movimiento Cristiano de Trabajadores a “transmitir la esperanza, fortalecer el trabajo y dar una ayuda concreta a quienes más lo necesiten”. Asimismo, los invitó a dar testimonio personal y comunitario a partir del estilo de vida que llevan: “testimonio de gratuidad, solidaridad y espíritu de servicio”, como verdaderos discípulos de Cristo, “es su tarea, dijo el Papa, llevar la luz del Señor a los lugares donde viven y trabajan”.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)


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