Audiencia del Papa Francisco a los miembros del
Movimiento Cristiano de Trabajadores en el Aula Pablo VI. - AP
16/01/2016 13:53
(RV).- “Den testimonio de gratuidad, solidaridad y
espíritu de servicio, como verdaderos discípulos de Cristo en los lugares donde
viven y trabajan”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros del
Movimiento Cristiano de Trabajadores, a quienes recibió en Audiencia en el Aula
Pablo VI del Vaticano.
En su discurso el Santo Padre recordó que el
trabajo es una vocación que viene de Dios Padre. “Es verdad: dijo el Papa, el
trabajo es una vocación, porque nace de la llamada que Dios dirige desde el
principio al hombre, para que cultive y cuide la casa común” (Cfr. Gen 2,15).
No obstante el mal ha corrompido el mundo y también la actividad humana, en el
trabajo libre, creativo, participativo y solidario; el ser humano expresa y
fortalece con el trabajo, afirma el Pontífice, la dignidad de la propia vida.
¿Cómo podemos responder bien a esta vocación, a la
cual nos llama Dios? Se pregunta el Obispo de Roma. Para dar una respuesta
adecuada, el Papa sugiere tres elementos: Educación, solidaridad y testimonio.
EDUCACIÓN
“Quisiera sugerir tres palabras, que pueden
ayudarnos. La primera, apenas subrayada por María, es la educación. Educar
significa ‘sacar a la luz’. Es la capacidad de extraer lo mejor del propio
corazón. No es solo enseñar alguna técnica o impartir nociones, sino hacer más
humanos a nosotros mismos y la realidad que nos circunda. Y esto vale de modo
particular para el trabajo: es necesario formar un nuevo humanismo del trabajo,
donde el hombre, y no la ganancia, este al centro; donde la economía sirva al
hombre y no se sirva del hombre”.
En este sentido, afirma el Sucesor de Pedro, es
importante recordar que educar ayuda a no ceder a los engaños de quien quiere
hacer creer que el trabajo, la donación de uno mismo y el estudio no tienen
valor. Existen siempre estas tentaciones, afirma el Papa, y se trata siempre de
intercambios morales, indignos del hombre, eduquen el corazón a ser libre.
COMPARTIR
El compartir, la solidaridad es el segundo elemento
para responder adecuadamente a la llamada de Dios, sugiere el Vicario de Cristo.
“La segunda palabra es el compartir. El trabajo no es solamente una vocación
del individuo, sino es la oportunidad de entrar en relación con los demás:
cualquier forma de trabajo presupone una idea sobre las relaciones que el ser
humano puede o debe establecer con el otro. (Cfr. Laudato Si’, 125). El trabajo
debería unir a las personas, no alejarlas, haciéndolas cerradas y distantes.
Transcurriendo tantas horas en la jornada, también nos ofrece la ocasión para
compartir lo cuotidiano, para interesarnos de quien tenemos al lado, para
recibir como un don y como una responsabilidad la presencia de los demás”.
Es importante, agrega el Papa, que los otros no
sean destinatarios solo de algunas atenciones, sino de verdaderos y propios
proyectos. Por ello, es importante – agrega – tener presente los propios
proyectos y los proyectos de los demás, es poner la inteligencia al servicio
del amor, de este modo se logra ser una persona íntegra y tener una vida más
feliz, porque así somos capaces de donar.
TESTIMONIO
“La última palabra que quisiera sugerir es
testimonio. El apóstol Pablo animaba a testimoniar la fe también mediante la
actividad, venciendo la ociosidad y la pereza; y dio una regla muy fuerte y
clara: quien no quiere trabajar, no coma. (Cfr. 2 tes 3,10)”. Hoy, señala el
Papa, lamentablemente existen tantos jóvenes que no trabajan, son “los nuevos
excluidos de nuestro tiempo” y son privados de su dignidad.
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco
animó a los miembros del Movimiento Cristiano de Trabajadores a “transmitir
la esperanza, fortalecer el trabajo y dar una ayuda concreta a quienes más lo
necesiten”. Asimismo, los invitó a dar testimonio personal y comunitario a
partir del estilo de vida que llevan: “testimonio de gratuidad, solidaridad y
espíritu de servicio”, como verdaderos discípulos de Cristo, “es su tarea, dijo
el Papa, llevar la luz del Señor a los lugares donde viven y trabajan”.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)
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