¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

miércoles, 30 de mayo de 2012

JESÚS YO CONFIO EN TI

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD POR JUAN PABLO II

 
1. Bendito seas, Padre, que en tu infinito amor nos has dado a tu Unigénito Hijo, hecho carne por obra del Espíritu Santo en el seno purísimo de la Virgen María, y nacido en Belén hace ahora dos mil años.
Él se ha hecho nuestro compañero de viaje y ha dado nuevo significado a la historia, que es un camino hecho juntos, en el trabajo y en el sufrimiento, en la fidelidad y en el amor, hacia aquellos cielos nuevos y hacia aquella tierra nueva, en la que Tú, vencida la muerte, serás todo en todos.
¡Alabanza y gloria a Ti, Trinidad Santísima, único y sumo Dios!

2. Haz, Padre, que por tu gracia el Año jubilar sea un tiempo de conversión profunda y de alegre retorno a Ti; concédenos que sea un tiempo de reconciliación entre los hombres y de redescubierta concordia entre las naciones; tiempo en el que las lanzas se truequen en hoces, y al fragor de las armas sucedan cantos de paz. Concédenos, Padre, vivir el Año jubilar dóciles a la voz del Espíritu, fieles en el seguimiento de Cristo, asiduos en la escucha de la Palabra y en la asiduidad a las fuentes de la gracia.
¡Alabanza y gloria a Ti, Trinidad Santísima, único y sumo Dios!

3. Sostén, Padre, con la fuerza del Espíritu, el empeño de la Iglesia en favor de la nueva evangelización y guía nuestros pasos por los caminos del mundo para anunciar a Cristo con la vida, orientando nuestra peregrinación terrena hacia la Ciudad de la luz. Haz, Padre, que brillen los discípulos de tu Hijo por su amor hacia los pobres y oprimidos; que sean solidarios con los necesitados, y generosos en las obras de misericordia, e indulgentes con los hermanos para obtener ellos mismos de Ti indulgencia y perdón.
¡Alabanza y gloria a Ti, Trinidad Santísima, único y sumo Dios!

4. Haz, Padre, que los discípulos de tu Hijo, purificada la memoria y reconocidas las propias culpas, sean una sola cosa, de suerte que el mundo crea. Otorga que se dilate el diálogo entre los seguidores de las grandes religiones, de suerte que todos los hombres descubran la alegría de ser tus hijos.
Haz que a la voz suplicante de María, Madre de las gentes, se unan las voces orantes de los apóstoles y de los mártires cristianos, de los justos de todo pueblo y de todo tiempo, para que el Año Santo sea para todos y para la Iglesia, motivo de renovada esperanza y de júbilo en el Espíritu.
¡Alabanza y gloria a Ti, Trinidad Santísima, único y sumo Dios!

5. ¡A Ti, Padre omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el Viviente, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu que santifica el universo, la alabanza, el honor, la gloria, hoy y en los siglos sin fin. Amén!

(De Juan Pablo II, para el Jubileo 2000)

HIMNO A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,
La Iglesia nos sumerge en tu misterio;

te confesamos y te bendecimos,
Señor Dios nuestro.
Como un río en el mar de tu grandeza,
el tiempo desemboca en hoy eterno,
lo pequeño se anega en lo infinito,
Señor, Dios nuestro.
Oh, Palabra del Padre, te escuchamos;
oh, Padre, mira el rostro de tu Verbo;
oh, Espíritu de amor, ven a nosotros;
Señor, Dios nuestro.
¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,
haced de nuestros almas vuestro cielo,
llevadnos al hogar donde tú habitas,
Señor, Dios nuestro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu:
Fuente de gozo pleno y verdadero,
al Creador del cielo y de la tierra,
Señor, Dios nuestro. Amén.
(1as Vísperas de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.)

ROSARIO A LA SANTÍSIMA TRINIDAD COMPLETO

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Divina Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, presente y operante en la Iglesia y en lo más profundo de mi ser;
yo te adoro, te doy gracias y te amo.
Por medio de María, mi madre Santísima, me ofrezco, entrego y consagro totalmente a ti para toda la vida y para la eternidad.
A ti, Padre del cielo, me ofrezco, entrego y consagro como hijo.
A ti, Jesús Maestro, me ofrezco, entrego y consagro como hermano y discípulo.
A ti Espíritu Santo, me ofrezco, entrego y consagro como “templo vivo” para ser consagrado y santificado.
María, Madre de la Iglesia y Madre mía, tu que estás en intimidad con la Trinidad Santísima, enséñame a vivir, por medio de la liturgia y los sacramentos, en comunión cada vez más íntima con las tres divinas personas, para que toda mi vida sea un “Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.”

V.  Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
R.  Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V.  Envía, Señor, tu Espíritu.
R.  Que renueva la faz de la tierra.

 ORACIÓN

Oh Dios, que iluminas los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo concédenos este mismo Espíritu para obrar con prudencia, rectitud y gozar siempre de sus consuelos inefables.  Por Jesucristo, Nuestro Señor.  Amén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…

PRIMER MISTERIO

Santísima Trinidad armonía y unidad del Universo

MEDITACIÓN

            El amor y el poder de la Santísima Trinidad crea el mundo. El Espíritu Santo, personalmente, es el gozo, la armonía y la alegría de la creación.  El Espíritu del Padre hace al hombre a imagen y semejanza del Hijo:  lo llena de dignidad, de Gloria y de honor.  Desde ese momento, “la gloria de Dios es el hombre vivo”, con plenitud de vida total.  Desde ese momento, el hombre “vive, se mueve y existe en Dios” (Hch. 17, 28).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.
Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”

Gloria al Padre, siete veces. 

ORACIÓN

Santísima Trinidad, Dios Trino y uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo, principio y fin nuestro, Tú nos has hecho conforme a tu imagen y semejanza.  Concédenos que todos los pensamientos de nuestra mente, todas las palabras de nuestra lengua, todos los sentimientos de nuestro corazón y todas las acciones de nuestro ser sean conformes a tu divina voluntad.
Así, después de haberte visto aquí en la creación y veladamente por la fe, podamos llegar a contemplarte cara a cara eternamente en el cielo.  Amén.

PRÁCTICA DIARIA

Dios ha distribuido la vida en forma diversificada, ha puesto la belleza y esplendor en todo lo creado.  Me corresponde a mi conservar el ambiente que nos rodea y la importancia de promover las relaciones interfamiliares, reconocer y felicitar a los demás por sus éxitos y logros.

SEGUNDO MISTERIO
 
Santísima Trinidad un solo Dios en el amor

MEDITACIÓN

            “Mi Padre encuentra su Gloria en esto: que ustedes produzcan mucho fruto, llegando a ser con esto mis auténticos discípulos.  Yo los he amado a ustedes como el Padre me ama a mi: permanezcan en mi amor.  Si guardan mis mandatos, permanecerán en mi amor, así como yo permanezco en el amor del Padre, guardando sus mandatos (Jn. 15, 8-10).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.
Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”

Gloria al Padre, siete veces.

ORACIÓN

Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro, ayúdame a olvidarme totalmente de mí para instalarme en ti, inmóvil y tranquilo, como si ya mi alma estuviera en la eternidad.  Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu misterio.  Pacífica mi alma, haz de ella tu cielo, tu morada de amor y el lugar de tu descanso.  Que en ella nunca te deje solo, sino que ahí esté con todo mi ser, todo despierto en fe, todo odorante, totalmente entregado a tu acción creadora.

PRÁCTICA DIARIA

Jesús me ama y me pide que me entregue a Él.  ¿Cómo debo entregarme?  
Cumpliendo sus enseñanzas y practicando diariamente alguna de las obras de misericordia.

TERCER MISTERIO
Dios Padre Creador del Universo

MEDITACIÓN

Así fueron hechos el cielo y la tierra  todo lo que hay en ellos.  
(Gen. 2, 1).
  

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.
Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”

  Gloria al padre, siete veces.

 ORACIÓN

Oh Dios Padre, de Ti procede la vida, de Ti nos viene el amor.  Gracias por el don de la creación y por el regalo de la vida.  Gracias por esta tierra y por todos los hombres que la habitan.  Gracias por tu alianza de amor y por el perdón que nos regalas gratuitamente.  Gracias por que en la plenitud de los tiempos nos has dado a tu Hijo, nuestro Salvador.  Haz que cada día sepamos agradecerte todos tus dones, unidos en familia de amor.  Por Cristo nuestro Señor.  Amén.

PRÁCTICA DIARIA

Dios es la fuente de donde brota el amor y la vida.  “Vengo del Padre y camino a la casa del Padre”.  Mi vida debe ser una continua acción de gracias por toda la creación en donde descubro la presencia de Dios y su huella.  Debo preocuparme de cuidar las obras de la creación.

CUARTO MISTERIO
 
Jesucristo rostro de la Santísima Trinidad

MEDITACIÓN

            Por eso Dios lo engrandeció y le concedió el Nombre que está sobre todo nombre, para que, ante el Nombre de Jesús, todos se arrodillen, en los cielos, 
en la tierra y entre los muertos.  Y toda lengua proclame que Cristo Jesús es el Señor, para Gloria de Dios Padre.  (Fil. 2, 9-11).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.
Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”

  Gloria al Padre, siete veces.

 ORACIÓN

!Oh, Dios!  Te dedico y consagro todo lo que hay en mí:  mis recuerdos y mis acciones a Dios Padre; mi comprensión y mis palabras a Dios Hijo; mi voluntad y pensamientos a Dios Espíritu Santo; mi corazón y mi cuerpo, mi lengua, mis sentidos y todas mis penas a la sagrada humanidad de Jesucristo, el cual voluntariamente se entregó a manos de malvados y sufrió el tormento de la cruz.

PRÁCTICA DIARIA

Dios nos ama.  Nos ama a cada uno de nosotros de esa manera única y especial como El ama.  Me corresponde a mi manifestar su misericordia, la misericordia de Dios y su perdón, comprendiendo, amando y perdonando.

QUINTO MISTERIO
 
Espíritu Santo que revela verdad plena

MEDITACIÓN

            Cuando venga El, el Espíritu de la verdad, los introducirá a la verdad plena.  
El no vendrá con un mensaje propio sino que les dirá lo que ha escuchado, 
y les anunciará las cosas futuras.  Me glorificará porque recibirá de lo mío para revelárselo a ustedes.  Todo lo que tiene el Padre también es mío.
  Por eso les he dicho que recibirá de lo mío para anunciárselo.  (Jn., 16, 13-15).

En cada “cuenta sola” o “cuenta grande”.

“Alabado es el Padre que es nuestro Creador.
Alabado es el Hijo que es nuestro Salvador.
Alabado es el Espíritu Santo que es nuestro continuo consolador. Alabadas sean las Tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad que aman con dulce amor”.

En cada unidad o “cuentas pequeñas” decimos nueve veces:

“Santísima Trinidad socorre esta necesidad”

Gloria al Padre, siete veces.

ORACIÓN

Oh Santo Espíritu de Luz y Amor, a Ti consagro mi corazón, mi alma y mi voluntad en el tiempo y en la eternidad.  Permíteme ser siempre dócil a tus divinas inspiraciones y a las enseñanzas de la santa Iglesia Católica cuya guía infalible eres Tú.  Haz que mi corazón se encienda en el amor a Dios y al prójimo.  Que mi voluntad esté siempre en armonía con tu divina voluntad.  Que mi vida pueda imitar fielmente la vida y las virtudes de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  A El, en unión del Padre, y contigo, Espíritu divino, honor y Gloria demos siempre.  Amén.

PRÁCTICA DIARIA

Vivir según El, es vivir de fe, de esperanza y de caridad.  Él nos llevará a la compenetración con Cristo para lograr una auténtica existencia cristiana.  Tratar al Espíritu Santo como se trata a un amigo:  con sencillez y confianza.

Para terminar rezamos tres veces:

“Sacra inefable bondad, Digna de eterna alabanza, Dadnos fe, amor y esperanza. Santísima Trinidad”.

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

EL SANTO ROSARIO ARMA PODEROSA

E



OBSEQUIOS Y OFRECIMIENTOS A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


1.   0h beatísima Trinidad!, os doy palabra de procurar con todo esfuerzo y empeño salvar mi alma, ya que la creasteis a vuestra imagen y semejanza y para el cielo. Y también por amor vuestro procuraré salvar las almas de mis prójimos.

2.   Para salvar mi alma y daros gloria y alabanza, sé que he de guardar la divina ley. Os doy palabra de guardarla como la niña de mis ojos, y también procuraré que los demás la guarden.

3.   Aquí, en la tierra, me ejercitaré en alabaros, y espero que después lo haré con más perfección en el cielo; y por esto, con frecuencia rezaré el Trisagio y el verso: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, Y también procuraré que los demás os alaben. Amén.

V. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.

Omnipotente y sempiterno Dios, que concediste a tus siervos el conocer la gloria de tu eterna Trinidad en la confesión de la verdadera fe y el adorar la Unidad en tu augusta Majestad;
Te rogamos, Señor, que por la fuerza de esa misma fe nos veamos siempre libres de todas las adversidades.
Por Cristo, Señor nuestro. Amén.

martes, 29 de mayo de 2012

SEPA CÓMO GANAR LA INDULGENCIA PLENARIA DESDE CASA Y EN FAMILIA


VATICANO, 25 May. 12 / 12:07 pm (ACI/EWTN Noticias).

 El Papa Benedicto XVI dispuso conceder la indulgencia plenaria a los católicos en cualquier lugar del mundo que recen en familia y cumplan algunos requisitos adicionales, con motivo del ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS QUE SE REALIZARÁ DEL 30 DE MAYO AL 3 DE JUNIO EN MILÁN (ITALIA).
Como suele suceder en estas grandes celebraciones, el Santo Padre concede la indulgencia a los participantes del evento. La novedad esta vez está en que este don puede ser ahora obtenido desde cualquier parte del planeta.
La indulgencia plenaria puede ser obtenida por quienes, sin estar en Milán, se unan espiritualmente a los fieles en esa ciudad italiana y recen, en familia, las oraciones del Padre Nuestro y el Credo, además de "otras devotas oraciones", especialmente cuando se transmitan por radio o televisión las palabras del Papa en el evento.
Esto debe ir acompañado de las habituales CONDICIONES GENERALES:

CONFESIÓN SACRAMENTAL, LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA Y LA ORACIÓN POR LAS INTENCIONES DEL PAPA.

Así lo señala el decreto publicado hoy en latín e italiano por el Penitenciario Mayor de la Santa Iglesia Romana, Cardenal Manuel Monteiro de Castro.

El decreto indica que "se concede indulgencia plenaria bajo las habituales condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre) a los fieles que, con el ánimo de separarse de cualquier pecado, participen devotamente en alguna función durante el mencionado Encuentro Mundial de las Familias, así como en su solemne conclusión".

"Además se concede la indulgencia parcial a los fieles que en las mismas condiciones, con el corazón arrepentido, oren en el tiempo indicado por el bien de la familia", indica el texto.

El decreto señala también que el Papa ha decidido otorgar estas indulgencias para que las personas "verdaderamente arrepentidas y estimuladas por la caridad se dediquen a la santificación de la familia, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Jesús, María y José".

EL 7º ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS se celebra este año bajo el TEMA "LA FAMILIA, EL TRABAJO Y LA FIESTA".

El decreto dado a conocer hoy indica que el evento busca "indicar cómo conciliar de la mejor manera posible las exigencias de la familia con las del trabajo y los días de fiesta, de manera especial el domingo, Pascua semanal, y día del Señor y del hombre, día de la familia y de la comunidad".

domingo, 27 de mayo de 2012

LETANÍAS A LA SANTÍSIMA TRINIDAD



V. Padre Eterno, omnipotente Dios.
R. Toda criatura te ame y glorifique.
V. Verbo divino, inmenso Dios.
R. Toda criatura te ame y glorifique

Espíritu Santo, infinito Dios, Santísima  Trinidad y un solo Dios verdadero,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Rey de los cielos, inmortal e invisible,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Creador, conservador y gobernador de todo lo creado,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Vida nuestra, en quien, de quien y por quien vivimos,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Vida divina y una en tres personas,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Cielo divino de celsitud majestuosa,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Cielo supremo del cielo, oculto a los hombres,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Sol divino e increado,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Círculo Perfectísimo de capacidad Infinita,
Toda criatura te ame y glorifique. 
Manjar divino de los ángeles, hermoso iris, arco de clemencia, luz primera y triduana, que al mundo ilustras,
Toda criatura te ame y glorifique. 

De todos los pecados y ocasión de culpa, de todo mal de alma y cuerpo, Líbranos trino Señor.
De vuestra ira y enojo, de todo mal de alma y cuerpo,
Líbranos trino Señor.
De repentina y de improvisa muerte, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
De las asechanzas y cercanías del demonio, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Del espíritu de deshonestidad y de sugestión, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
De la concupiscencia de la carne, de todo mal de alma y cuerpo,
Líbranos trino Señor.
De toda ira, odio y mala voluntad, de todo mal de alma y cuerpo,
Líbranos trino Señor.
De plagas de peste, hambre, guerra y terremoto, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
De tempestades en el mar o en la tierra, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
De los enemigos de la fe católica, de todo mal de alma y cuerpo,
 Líbranos trino Señor.
De nuestros enemigos y sus maquinaciones, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
De la muerte eterna,  Líbranos trino Señor.
Por vuestra unidad en  Trinidad y  Trinidad en unidad, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Por la igualdad esencial de vuestras personas, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Por la alteza del misterio de vuestra  Trinidad, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Por el inefable nombre de vuestra  Trinidad, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Por lo portentoso de vuestro nombre, uno y trino, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Por lo mucho que os agradan las almas que son devotas de vuestra Santísima  Trinidad,  de todo mal de alma y cuerpo, Líbranos trino Señor.
Por el gran amor con que libras de males a los pueblos donde hay algún devoto de vuestra  Trinidad amable, de todo mal de alma y cuerpo,  Líbranos trino Señor.
Por la virtud divina que en los devotos de vuestra  Trinidad santísima reconocen los demonios contra sí, de todo mal de alma y cuerpo, Líbranos trino Señor.

Que acertemos a resistir al demonio con las armas de la devoción a vuestra  Trinidad, nosotros pecadores,  Te rogamos óyenos.
Que hermoseéis cada día más con los coloridos de vuestra gracia vuestra imagen, que está en nuestras almas, nosotros pecadores, Te rogamos,  óyenos.
Que todos los fieles se esmeren en ser muy devotos de vuestra Santísima  Trinidad, nosotros pecadores,  Te rogamos,  óyenos.
Que todos consigamos las muchas felicidades que están vinculadas para los devotos de esa vuestra  Trinidad inefable, nosotros pecadores, Te rogamos, óyenos.
Que al confesar nosotros el misterio de vuestra  Trinidad se destruyan los errores de los infieles, nosotros pecadores, 
Te rogamos,  óyenos.
Que todas las almas del purgatorio gocen mucho refrigerio en virtud del misterio de vuestra  Trinidad, nosotros pecadores, 
Te rogamos,  óyenos.
Que os dignéis oírnos por vuestra piedad, nosotros pecadores,
Te rogamos óyenos.

Repetir 3 veces:
 Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
líbranos, Señor, de todo mal.