¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

domingo, 31 de enero de 2016

“EL ÚNICO PRIVILEGIO A LOS OJOS DE DIOS ES AQUEL DE NO TENER PRIVILEGIOS” El Papa en el Ángelus ... PALABRAS DEL PAPA ANTES DEL REZO DEL ÁNGELUS

El Papa junto con dos niños de Acción Católica en el Ángelus - AP
31/01/2016 11:07
(RV).- Como cada domingo el Papa Francisco rezó la oración del Ángelus ante miles de fieles a quienes dio diversos mensajes en un ambiente de júbilo amenizado por las canciones y pancartas del gran grupo de la Acción Católica de la Diócesis de Roma. “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

PALABRAS DEL PAPA ANTES DEL REZO DEL ÁNGELUS

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
El relato evangélico de hoy nos conduce nuevamente, como el pasado domingo, a la sinagoga de Nazaret, el pueblo de Galilea donde Jesús creció en familia y es conocido por todos. Él, que hacía poco tiempo se había marchado para iniciar su vida pública, regresa ahora por primera vez y se presenta a la comunidad, reunida el sábado en la sinagoga. Lee el pasaje del profeta Isaías que habla del futuro Mesías y al final declara: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír» (Lc 4,21). Los conciudadanos de Jesús, primero sorprendidos y admirados, comienzan luego a poner cara larga y a murmurar entre ellos y a decir: ¿Por qué éste, que pretende ser el Consagrado del Señor, no repite aquí, en su pueblo, los prodigios que se dice haya cumplido en Cafarnaúm y en los pueblos cercanos? Entonces Jesús afirma: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra» (v. 24), y cita a los grandes profetas del pasado Elías y Eliseo, que obraron milagros en favor de los paganos para denunciar la incredulidad de su pueblo. A este punto los presentes se sienten ofendidos, se levantan indignados, echan a Jesús fuera del pueblo y quisieran arrojarlo por el precipicio. Pero Él, con la fuerza de su paz, «pasando en medio de ellos, se pone en camino» (v. 30). Su hora aún no ha llegado.
Este relato del evangelista Lucas no es simplemente la historia de una pelea entre paisanos, como a veces pasa en nuestros barrios, suscitada por envidias y celos, sino que saca a la luz una tentación a la cual el hombre religioso está siempre expuesto, -todos nosotros estamos expuestos- y de la cual es necesario tomar decididamente las distancias. ¿Y cual es esta tentación? Es la tentación de considerar la religión como una inversión humana y, en consecuencia, ponerse a “negociar” con Dios buscando el propio interés. En cambio en la verdadera religión se trata de acoger la revelación de un Dios que es Padre y  que se preocupa de cada una de sus criaturas, también de aquellas más pequeñas e insignificantes a los  ojos de los hombres. Precisamente en esto consiste el ministero profético de Jesús: en anunciar que ninguna condición humana pueda constituir motivo de exclusión -¡ninguna condición humana puede ser motivo de exclusión!- del corazón del Padre, y que el único privilegio a los ojos de Dios es aquel de no tener privilegios. El único privilegio a los ojos de Dios es aquel de no tener privilegios, de no tener padrinos, de abandonarse en sus manos.
«Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír» (Lc 4, 21). El“hoy”, proclamado por Cristo aquel día, vale para cada tiempo; resuena también para nosotros en esta plaza, recordándonos la actualidad y la necesidad de la salvación traída por Jesús a la humanidad. Dios viene al encuentro de los hombres y las mujeres de todos los tiempos y lugares en las situaciones concretas en las cuales estos estén. También viene a nuestro encuentro. Es siempre Él quien da el primer paso: viene a visitarnos con su misericordia, a levantarnos del polvo de nuestros pecados; viene a extendernos la mano para hacernos alzar del abismo en el que nos ha hecho caer nuestro orgullo, y nos invita a acoger la consolante verdad del Evangelio y a caminar por los caminos del bien. Siempre viene Él a encontrarnos, a buscarnos. Volvamos a la sinagoga...
Ciertamente aquel día, en la sinagoga de Nazaret, también estaba María allí, la Madre. Podemos imaginar los latidos de su corazón, una pequeña anticipación de aquello que sufrirá bajo la Cruz, viendo a Jesús, allí en la sinagoga, primero admirado, luego desafiado, después insultado, después amenazado de muerte. En su corazón, lleno de fe, ella guardaba cada cosa. Que ella nos ayude a convertirnos de un dios de los milagros al milagro de Dios, que es Jesucristo.

(Traducción del italiano: Raúl Cabrera, Radio Vaticano)

¡TODO CRISTIANO ES PORTADOR DE CRISTO! Audiencia Jubilar del Papa… TEXTO COMPLETO DE LA CATEQUESIS

El Bautismo nos da un nuevo nombre: “Cristóforo”, que significa “portador de Cristo”. ¡Todo cristiano es portador de Cristo! - ANSA
30/01/2016 10:44
(RV).- “Vivir de misericordia nos hace misioneros de la misericordia, y ser misioneros nos permite siempre crecer más en la misericordia de Dios”, es el aliento del Papa Francisco en su catequesis de la Audiencia Jubilar de la Misericordia.
En el marco del Año Santo, el Pontífice recordó que “el Señor guía nuestros pasos mientras atravesamos la Puerta Santa y se nos acerca para permanecer siempre con nosotros, no obstante nuestras faltas y nuestras contradicciones”.
TEXTO COMPLETO DE LA CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas,
Entramos día tras día en lo principal del Año Santo de la Misericordia. Con su gracia, el Señor guía nuestros pasos mientras atravesamos la Puerta Santa y se nos acerca para permanecer siempre con nosotros, no obstante nuestras faltas y nuestras contradicciones. No nos cansemos jamás de sentir la necesidad de su perdón, porque cuando somos débiles su cercanía nos hace fuertes y nos permite vivir con mayor alegría nuestra fe.
Quisiera indicarles hoy la estrecha relación que existe entre la misericordia y la misión. Como recordaba San Juan Pablo II: «La Iglesia vive una vida auténtica, cuando profesa y proclama la misericordia y cuando acerca a los hombres a las fuentes de misericordia» (Enc. Dives in misericordia, 13). Como cristianos tenemos la responsabilidad de ser misioneros del Evangelio. Cuando recibimos una bella noticia, o cuando vivimos una bella experiencia, es natural que sintamos la exigencia de comunicarla también a los demás. Sentimos dentro de nosotros que no podemos contener la alegría que nos ha sido donada y queremos extenderla. La alegría suscitada es tal que nos lleva a comunicarla.
Y debería ser la misma cosa cuando encontramos al Señor. La alegría de este encuentro, de la misericordia: comunicar la misericordia del Señor. Es más, el signo concreto que de verdad hemos encontrado a Jesús es la alegría que sentimos en el anunciarlo también a los demás. Y esto no es “hacer proselitismo”: esto es hacer un don. Si, yo te doy aquello que me da alegría a mí. Leyendo el Evangelio vemos que esta ha sido la experiencia de los primeros discípulos: después del primer encuentro con Jesús, Andrés fue a decirlo enseguida a su hermano Pedro (Cfr. Jn 1,40-42), y la misma cosa hizo Felipe con Natanael (Cfr. Jn 1,45-46). Encontrar a Jesús equivale a encontrarse con su amor. Este amor nos transforma y nos hace capaces de transmitir a los demás la fuerza que nos dona. De alguna manera podremos decir que desde el día del Bautismo nos es dado a cada uno de nosotros un nuevo nombre agregado a aquel que ya nos dan mamá y papá, y este nombre es “Cristóforo”: todos somos “Cristóforos”. ¿Qué cosa significa? “Portadores de Cristo”. Es el nombre de nuestra actitud, una actitud de portadores de la alegría de Cristo, de la misericordia de Cristo. ¡Todo cristiano es un “Cristóforo”, es decir un portador de Cristo!
La misericordia que recibimos del Padre no nos es dada como una consolación privada, sino nos hace instrumentos para que también los demás puedan recibir el mismo don. Existe una estupenda circularidad entre la misericordia y la misión. Vivir de misericordia nos hace misioneros de la misericordia, y ser misioneros nos permite siempre crecer más en la misericordia de Dios. Por lo tanto, tomemos en serio nuestro ser cristianos, y comprometámonos a vivir como creyentes, porque sólo así el Evangelio puede tocar el corazón de las personas y abrirlo para recibir la gracia del amor, para recibir esta grande misericordia de Dios que acoge a todos. Gracias.

(Traducción del italiano: Renato Martinez – Radio Vaticano)

viernes, 29 de enero de 2016

LA FE NO ES SOLO CONOCIMIENTO PARA CONSERVAR EN LA MEMORIA SINO VERDAD VIVIDA EN EL AMOR, EL PAPA A LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

En la fe y en la caridad se produce una relación cognoscitiva y unificadora con el misterio del Amor, que es Dios mismo - OSS_ROM
29/01/2016 16:02
 (RV).-  ''La misericordia es el arquitrabe que sostiene la vida de la Iglesia: de hecho la primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo''. Son las palabras con las que el Santo Padre abrió su discurso a los participantes en la asamblea plenaria de la CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE a quienes recibió este viernes en audiencia en la Sala Clementina. El Papa instó a todo el pueblo cristiano, sea a los pastores que a los fieles, a redescubrir en este Jubileo las obras de misericordia corporales y espirituales porque cuando, en el ocaso de la vida, se nos preguntará si hemos dado de comer al hambriento y de beber al sediento, también se nos preguntará ''si hemos ayudado a las personas a salir de sus dudas, si nos hemos comprometido a acoger a los pecadores, advirtiéndolos o corrigiéndolos, si hemos sido capaces de luchar contra la ignorancia, especialmente la relativa a la fe cristiana y a la vida buena. Esta atención a las obras de misericordia es importante: no son una devoción. Es la forma concreta en que los cristianos deben aplicar el espíritu de misericordia... Tenemos que volver a enseñar a los fieles que son muy importantes''.

''En la fe y en la caridad se produce una relación cognoscitiva y unificadora con el misterio del Amor, que es Dios mismo. Y sin dejar de ser Dios misterio en sí mismo, la misericordia efectiva de Dios se transformó en Jesús en misericordia afectiva, ya que se hizo hombre para la salvación de la humanidad. La tarea encomendada a su  dicasterio encuentra aquí su fundamento último y su justificación adecuada -subrayó Francisco-

La fe cristiana no sólo es conocimiento para conservar en la memoria, sino verdad que hay que vivir en el amor. Por lo tanto, junto con la doctrina de la fe, también hay que custodiar la integridad de las costumbres sobre todo en los ámbitos más sensibles de la vida. La adhesión de fe a la persona de Cristo implica tanto el acto de la razón como la respuesta moral a su don. En este sentido, les doy las gracias por todo el esfuerzo y la responsabilidad con que tratan los casos de abuso de menores por parte del clero''.

''El cuidado de la integridad de la fe y de las costumbres es una tarea delicada y para cumplir bien esa misión es importante un compromiso colegial... Hace falta promover, en todos los niveles de la vida eclesial, una correcta sinodalidad'', añadió el Papa, citando al respecto la reunión organizada por la Congregación con los representantes de las Comisiones Doctrinales de las Conferencias Episcopales de Europa, para abordar colegialmente algunos retos doctrinales y pastorales, contribuyendo así a suscitar en los fieles un ''nuevo empuje misionero y una mayor apertura a la dimensión trascendente de la vida, sin la cual Europa corre el riesgo de perder el espíritu humanista que, no obstante, ama y defiende''. Otra aportación significativa de la Congregación a la renovación de la vida eclesial ha sido el estudio sobre la complementariedad entre los dones jerárquicos y carismáticos, llamados a colaborar en sinergia por el bien de la Iglesia y del mundo y cuya relación evoca su raíz trinitaria, el vínculo entre el Logos divino hecho carne y el Espíritu Santo, que es siempre un don del Padre y del Hijo.

''Sólo esa raíz, si es reconocida y aceptada con humildad -finalizó el Pontífice- permite que la Iglesia se renueve en cada tiempo... Unidad y pluralidad son el sello de una Iglesia que, movida por el Espíritu, sabe encaminarse con un paso seguro y fiel hacia las metas que el Señor Resucitado le indica en el curso de la historia. Aquí se puede ver cómo la dinámica sinodal, si se entiende correctamente, nace de la comunión y conduce hacia una comunión, cada vez más actuada, profundizada y dilatada, al servicio de la vida y de la misión del Pueblo de Dios''.

(RC-RV)

OBISPOS PIDEN APOYAR CAMPAÑA PARA CONTROLAR EL ZIKA

“Apoyar la campaña de prevención, control y eliminación de las enfermedades vectoriales”. - REUTERS
29/01/2016 17:03
(RV).- Los Obispos del Paraguay han manifestado su preocupación ante el aumento de los casos de Dengue, Chikungunya y Zika en diversas regiones. Exhortando a todos a “apoyar la campaña de prevención, control y eliminación de las enfermedades vectoriales”.

 “A los sacerdotes y agentes de pastoral les instamos socializar, en el ámbito de su competencia, las orientaciones emitidas por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social,  y a concienciar a la feligresía sobre las actividades de limpieza para  la eliminación de los criaderos del mosquito transmisor”, expresa la exhortación.

Los obispos manifiestan que al convertirse en “agentes multiplicadores de información pública estaremos demostrando nuestro compromiso como ciudadanos al cuidado de nuestra salud, la de nuestros seres queridos y todas las personas que nos rodean”.

El virus Zika se ha propagado de manera amplia en Latinoamérica. La ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) señala que esta virus “se transmite a las personas a través de la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, y sobre todo de Aedes aegypti en las regiones tropicales. Este mosquito es el mismo que transmite el dengue, la fiebre chikungunya y la fiebre amarilla”.

La mejor protección contra el virus de Zika es evitar las picaduras de los mosquitos –explica la OMS-, para ello recomiendan  utilizar repelentes de insectos, ponerse ropa (preferiblemente de colores claros) que cubra al máximo el cuerpo, utilizar barreras físicas (pantallas protectoras, puertas y ventanas cerradas), y dormir con mosquiteros. Es también importante vaciar, limpiar y cubrir los contenedores que puedan acumular agua, como cubos, macetas o neumáticos, para eliminar los posibles criaderos de los mosquitos.

La mayoría de las personas afectadas presentarán una fiebre leve y una erupción cutánea, síntomas que en algunos casos pueden ir acompañados de conjuntivitis, dolores musculares y articulares, y cansancio. Las autoridades sanitarias investigan el posible vínculo entre el virus de Zika en las embarazadas y la microcefalia en sus hijos.

Johan Pacheco para RADIO VATICANO.

PECADORES SÍ, CORRUPTOS JAMÁS: HOMILÍA DEL PAPA EN SANTA MARTA

El Papa Francisco celebra la Misa matutina en la capilla de la Casa de Santa Marta - OSS_ROM
29/01/2016 09:50
 (RV).- OREMOS A DIOS PARA QUE LA DEBILIDAD QUE NOS INDUCE A PECAR JAMÁS SE TRANSFORME EN CORRUPCIÓN. A este tema, tantas veces afrontado, el Papa Francisco dedicó su homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Refiriéndose a la historia bíblica de David y Betsabé, el Santo Padre Francisco subrayó que el demonio induce a los corruptos a no sentir, a diferencia de otros pecadores, la necesidad del perdón de Dios.

Se puede pecar de tantas maneras y por todo se puede pedir sinceramente perdón a Dios, sabiendo sin dudar que aquel perdón será obtenido. El problema nace con los corruptos. La cosa pésima de un corrupto – volvió a repetir el Papa Francisco – es que “un corrupto no tiene necesidad de pedir perdón”, porque le basta el poder sobre el que se basa su corrupción.

DIOS NO ME SIRVE
Es el comportamiento que el rey David adopta cuando se enamora de Betsabé, esposa de un oficial suyo, Urías, que está combatiendo lejos. El Papa recorrió – citando incluso los pasos omitidos de la lectura para mantener su brevedad –la vicisitud narrada por la Biblia. Después de haber seducido a la mujer y de haber sabido que está embarazada, David arquitecta un plan para cubrir el adulterio. Llama del frente a Urías y le ofrece que vaya a su casa a descansar. Urías, hombre leal, no quiere ir a estar con su mujer mientras su hombres mueren en la batalla. Entonces, David lo intenta nuevamente, esta vez haciéndolo embriagar, pero ni siquiera esto funciona:

“Esto puso un poco en dificultad a David, quien se dijo: ‘Pero no, yo puedo lograrlo…’. Y escribió una carta, como hemos oído: ‘Pongan a Urías como capitán, en el frente de la batalla más dura, después déjenlo solo, para que sea herido y muera”. La condena a muerte. Este hombre, fiel – fiel a la ley, fiel a su pueblo, fiel a su rey – lleva consigo la condena a muerte”.

LA “SEGURIDAD” DE LA CORRUPCIÓN
“David es santo, pero también pecador”. Cae en la lujuria y sin embargo – consideró Francisco – Dios lo “quería tanto”. Además, el Papa observó que “el grande, el noble David” así se siente seguro – “porque el reino era fuerte” – y después de haber cometido adulterio hace todo lo posible con tal de organizar la cuestión, incluso de manera mentirosa, hasta urdir y ordenar el asesinato de un hombre leal, haciéndolo pasar por una desgracia de guerra:

“Este es un momento en la vida de David que nos hace ver un momento por el cual todos nosotros podemos pasar en nuestra vida:
es el paso del pecado a la corrupción. Aquí David inicia, da el primer paso hacia la corrupción. Tiene el poder, tiene la fuerza. Y por esto la corrupción es un pecado más fácil para todos nosotros que tenemos algún poder, ya sea poder eclesiástico, religioso, económico, político… Porque el diablo nos hace sentir seguros: ‘Yo lo logro’”.

“PECADORES SÍ, CORRUPTOS JAMÁS”
La corrupción – de la que después por gracia de Dios David se rescatará – tiene el corazón mellado por aquel “muchacho valeroso” que había afrontado al filisteo con la honda y cinco piedras. El Santo Padre concluyó afirmando que deseaba subrayar sólo esto:
“Hay un momento en que el hábito del pecado o un momento en que nuestra situación es tan segura y somos bien vistos y tenemos tanto poder” que el pecado deja “de ser pecado” y se convierte en “corrupción”. Y dijo que una de las peores cosas de la corrupción es que el corrupto no tiene necesidad de pedir perdón:

“Hagamos hoy una oración por la Iglesia, comenzando por nosotros, por el Papa, por los obispos, por los sacerdotes, por los consagrados, por los fieles laicos: ‘Pero, Señor, sálvanos, sálvanos de la corrupción. Pecadores sí, Señor, lo somos todos, ¡pero corruptos jamás!’. Pidamos esta gracia”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).

viernes, 22 de enero de 2016

MISERICORDIAE VULTUS, No.25. LA IGLESIA SIENTE LA URGENCIA DE ANUNCIAR LA MISERICORDIA DE DIOS. … NUNCA SE CANSE DE OFRECER MISERICORDIA Y SEA SIEMPRE PACIENTE EN EL CONFORTAR Y PERDONAR. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: « Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos » (Sal 25,6).

 
 25. UN AÑO SANTO EXTRAORDINARIO, ENTONCES, PARA VIVIR EN LA VIDA DE CADA DÍA LA MISERICORDIA QUE DESDE SIEMPRE EL PADRE DISPENSA HACIA NOSOTROS. EN ESTE JUBILEO DEJÉMONOS SORPRENDER POR DIOS. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida. LA IGLESIA SIENTE LA URGENCIA DE ANUNCIAR LA MISERICORDIA DE DIOS. Su vida es auténtica y creíble cuando con convicción hace de la misericordia su anuncio. Ella sabe que la primera tarea, sobre todo en un momento como el nuestro, lleno de grandes esperanzas y fuertes contradicciones, es la de introducir a todos en el misterio de la misericordia de Dios, contemplando el rostro de Cristo. LA IGLESIA ESTÁ LLAMADA A SER EL PRIMER TESTIGO VERAZ DE LA MISERICORDIA, PROFESÁNDOLA Y VIVIÉNDOLA COMO EL CENTRO DE LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO. Desde el corazón de la Trinidad, desde la intimidad más profunda del misterio de Dios, brota y corre sin parar el gran río de la misericordia. Esta fuente nunca podrá agotarse, sin importar cuántos sean los que a ella se acerquen. CADA VEZ QUE ALGUIEN TENDRÁ NECESIDAD PODRÁ VENIR A ELLA, PORQUE LA MISERICORDIA DE DIOS NO TIENE FIN. Es tan insondable la profundidad del misterio que encierra, tan inagotable la riqueza que de ella proviene.
En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. NUNCA SE CANSE DE OFRECER MISERICORDIA Y SEA SIEMPRE PACIENTE EN EL CONFORTAR Y PERDONAR. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: « Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos » (Sal 25,6).

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 11 de abril, Vigilia del Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, del Año del Señor 2015, tercero de mi pontificado.  Franciscus. Copyright - Librería Editrice Vatican

MISERICORDIAE VULTUS, No. 24. EL PENSAMIENTO SE DIRIGE AHORA A LA MADRE DE LA MISERICORDIA. … ESTO NOS SERVIRÁ DE CONSOLACIÓN Y DE APOYO MIENTRAS ATRAVESAREMOS LA PUERTA SANTA PARA EXPERIMENTAR LOS FRUTOS DE LA MISERICORDIA DIVINA. AL PIE DE LA CRUZ, MARÍA JUNTO CON JUAN, EL DISCÍPULO DEL AMOR, ES TESTIGO DE LAS PALABRAS DE PERDÓN QUE SALEN DE LA BOCA DE JESÚS. EL PERDÓN SUPREMO OFRECIDO A QUIEN LO HA CRUCIFICADO NOS MUESTRA HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR LA MISERICORDIA DE DIOS.

 24. EL PENSAMIENTO SE DIRIGE AHORA A LA MADRE DE LA MISERICORDIA. LA DULZURA DE SU MIRADA NOS ACOMPAÑE EN ESTE AÑO SANTO, PARA QUE TODOS PODAMOS REDESCUBRIR LA ALEGRÍA DE LA TERNURA DE DIOS. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida fue plasmado por la presencia de la misericordia hecha carne. La Madre del Crucificado Resucitado entró en el santuario de la misericordia divina porque participó íntimamente en el misterio de su amor.
Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús. Su canto de alabanza, en el umbral de la casa de Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende « de generación en generación » (Lc 1,50). También nosotros estábamos presentes en aquellas palabras proféticas de la Virgen María. Esto nos servirá de consolación y de apoyo mientras atravesaremos la Puerta Santa para experimentar los frutos de la misericordia divina.
AL PIE DE LA CRUZ, MARÍA JUNTO CON JUAN, EL DISCÍPULO DEL AMOR, ES TESTIGO DE LAS PALABRAS DE PERDÓN QUE SALEN DE LA BOCA DE JESÚS. EL PERDÓN SUPREMO OFRECIDO A QUIEN LO HA CRUCIFICADO NOS MUESTRA HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR LA MISERICORDIA DE DIOS. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. DIRIJAMOS A ELLA LA ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA ORACIÓN DEL SALVE REGINA, PARA QUE NUNCA SE CANSE DE VOLVER A NOSOTROS SUS OJOS MISERICORDIOSOS Y NOS HAGA DIGNOS DE CONTEMPLAR EL ROSTRO DE LA MISERICORDIA, SU HIJO JESÚS.
Nuestra plegaria se extienda también a tantos Santos y Beatos que hicieron de la misericordia su misión de vida. En particular el pensamiento se dirige a la grande apóstol de la misericordia, santa Faustina Kowalska. Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor.

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MISERICORDIAE VULTUS, No. 23. LA MISERICORDIA POSEE UN VALOR QUE SOBREPASA LOS CONFINES DE LA IGLESIA … ESTE AÑO JUBILAR VIVIDO EN LA MISERICORDIA PUEDA FAVORECER EL ENCUENTRO CON ESTAS RELIGIONES Y CON LAS OTRAS NOBLES TRADICIONES RELIGIOSAS; NOS HAGA MÁS ABIERTOS AL DIÁLOGO PARA CONOCERNOS Y COMPRENDERNOS MEJOR; ELIMINE TODA FORMA DE CERRAZÓN Y DESPRECIO, Y ALEJE CUALQUIER FORMA DE VIOLENCIA Y DE DISCRIMINACIÓN


23. LA MISERICORDIA POSEE UN VALOR QUE SOBREPASA LOS CONFINES DE LA IGLESIA. Ella nos relaciona con el judaísmo y el islam, que la consideran uno de los atributos más calificativos de Dios. Israel primero que todo recibió esta revelación, que permanece en la historia como el comienzo de una riqueza inconmensurable de ofrecer a la entera humanidad. Como hemos visto, las páginas del Antiguo Testamento están entretejidas de misericordia porque narran las obras que el Señor ha realizado en favor de su pueblo en los momentos más difíciles de su historia. El islam, por su parte, entre los nombres que le atribuye al Creador está el de Misericordioso y Clemente. Esta invocación aparece con frecuencia en los labios de los fieles musulmanes, que se sienten acompañados y sostenidos por la misericordia en su cotidiana debilidad. También ellos creen que nadie puede limitar la misericordia divina porque sus puertas están siempre abiertas.
ESTE AÑO JUBILAR VIVIDO EN LA MISERICORDIA PUEDA FAVORECER EL ENCUENTRO CON ESTAS RELIGIONES Y CON LAS OTRAS NOBLES TRADICIONES RELIGIOSAS; NOS HAGA MÁS ABIERTOS AL DIÁLOGO PARA CONOCERNOS Y COMPRENDERNOS MEJOR; ELIMINE TODA FORMA DE CERRAZÓN Y DESPRECIO, Y ALEJE CUALQUIER FORMA DE VIOLENCIA Y DE DISCRIMINACIÓN.

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MISERICORDIAE VULTUS, No. 22. EL PERDÓN DE DIOS POR NUESTROS PECADOS NO CONOCE LÍMITES… DEJARSE RECONCILIAR CON DIOS ES POSIBLE POR MEDIO DEL MISTERIO PASCUAL Y DE LA MEDIACIÓN DE LA IGLESIA… VIVIR ENTONCES LA INDULGENCIA EN EL AÑO SANTO SIGNIFICA ACERCARSE A LA MISERICORDIA DEL PADRE CON LA CERTEZA QUE SU PERDÓN SE EXTIENDE SOBRE TODA LA VIDA DEL CREYENTE

 22. EL JUBILEO LLEVA TAMBIÉN CONSIGO LA REFERENCIA A LA INDULGENCIA. En el Año Santo de la Misericordia ella adquiere una relevancia particular. EL PERDÓN DE DIOS POR NUESTROS PECADOS NO CONOCE LÍMITES. En la muerte y resurrección de Jesucristo, Dios hace evidente este amor que es capaz incluso de destruir el pecado de los hombres. DEJARSE RECONCILIAR CON DIOS ES POSIBLE POR MEDIO DEL MISTERIO PASCUAL Y DE LA MEDIACIÓN DE LA IGLESIA. Así entonces, Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada. Todos nosotros, sin embargo, vivimos la experiencia del pecado. Sabemos que estamos llamados a la perfección (cfr Mt 5,48), pero sentimos fuerte el peso del pecado. Mientras percibimos la potencia de la gracia que nos transforma, experimentamos también la fuerza del pecado que nos condiciona. No obstante el perdón, llevamos en nuestra vida las contradicciones que son consecuencia de nuestros pecados. EN EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN DIOS PERDONA LOS PECADOS, QUE REALMENTE QUEDAN CANCELADOS; y sin embargo, la huella negativa que los pecados dejan en nuestros comportamientos y en nuestros pensamientos permanece. La misericordia de Dios es incluso más fuerte que esto. Ella se transforma en indulgencia del Padre que a través de la Esposa de Cristo alcanza al pecador perdonado y lo libera de todo residuo, consecuencia del pecado, habilitándolo a obrar con caridad, a crecer en el amor más bien que a recaer en el pecado.
LA IGLESIA VIVE LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS. En la Eucaristía esta comunión, que es don de Dios, actúa como unión espiritual que nos une a los creyentes con los Santos y los Beatos cuyo número es incalculable (cfr Ap 7,4). Su santidad viene en ayuda de nuestra fragilidad, y así la Madre Iglesia es capaz con su oración y su vida de ir al encuentro de la debilidad de unos con la santidad de otros. VIVIR ENTONCES LA INDULGENCIA EN EL AÑO SANTO SIGNIFICA ACERCARSE A LA MISERICORDIA DEL PADRE CON LA CERTEZA QUE SU PERDÓN SE EXTIENDE SOBRE TODA LA VIDA DEL CREYENTE. Indulgencia es experimentar la santidad de la Iglesia que participa a todos de los beneficios de la redención de Cristo, para que el perdón sea extendido hasta las extremas consecuencias a la cual llega el amor de Dios. Vivamos intensamente el Jubileo pidiendo al Padre el perdón de los pecados y la dispensación de su indulgencia misericordiosa.

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jueves, 21 de enero de 2016

MISERICORDIAE VULTUS, No. 21. LA MISERICORDIA NO ES CONTRARIA A LA JUSTICIA SINO QUE EXPRESA EL COMPORTAMIENTO DE DIOS HACIA EL PECADOR, OFRECIÉNDOLE UNA ULTERIOR POSIBILIDAD PARA EXAMINARSE, CONVERTIRSE Y CREER … LA IRA DE DIOS DURA UN INSTANTE, MIENTRAS QUE SU MISERICORDIA DURA ETERNAMENTE. … ESTA JUSTICIA DE DIOS ES LA MISERICORDIA CONCEDIDA A TODOS COMO GRACIA EN RAZÓN DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO

 
  
21. LA MISERICORDIA NO ES CONTRARIA A LA JUSTICIA SINO QUE EXPRESA EL COMPORTAMIENTO DE DIOS HACIA EL PECADOR, OFRECIÉNDOLE UNA ULTERIOR POSIBILIDAD PARA EXAMINARSE, CONVERTIRSE Y CREER. La experiencia del profeta Oseas viene en nuestra ayuda para mostrarnos la superación de la justicia en dirección hacia la misericordia. La época de este profeta se cuenta entre las más dramáticas de la historia del pueblo hebreo. El Reino está cercano de la destrucción; el pueblo no ha permanecido fiel a la alianza, se ha alejado de Dios y ha perdido la fe de los Padres. Según una lógica humana, es justo que Dios piense en rechazar el pueblo infiel: no ha observado el pacto establecido y por tanto merece la pena correspondiente, el exilio. Las palabras del profeta lo atestiguan: « Volverá al país de Egipto, y Asur será su rey, porque se han negado a convertirse » (Os 11,5). Y sin embargo, después de esta reacción que apela a la justicia, el profeta modifica radicalmente su lenguaje y revela el verdadero rostro de Dios: « Mi corazón se convulsiona dentro de mí, y al mismo tiempo se estremecen mis entrañas. No daré curso al furor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque soy Dios, no un hombre; el Santo en medio de ti y no es mi deseo aniquilar » (11,8-9). San Agustín, como comentando las palabras del profeta dice: « ES MÁS FÁCIL QUE DIOS CONTENGA LA IRA QUE LA MISERICORDIA ».[13] Es precisamente así. LA IRA DE DIOS DURA UN INSTANTE, MIENTRAS QUE SU MISERICORDIA DURA ETERNAMENTE.
Si Dios se detuviera en la justicia dejaría de ser Dios, sería como todos los hombres que invocan respeto por la ley. La justicia por sí misma no basta, y la experiencia enseña que apelando solamente a ella se corre el riesgo de destruirla. Por esto Dios va más allá de la justicia con la misericordia y el perdón. Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá expiar la pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión, porque se experimenta la ternura del perdón. Dios no rechaza la justicia. Él la engloba y la supera en un evento superior donde se experimenta el amor que está a la base de una verdadera justicia. Debemos prestar mucha atención a cuanto escribe Pablo para no caer en el mismo error que el Apóstol reprochaba a sus contemporáneos judíos: « Desconociendo la justicia de Dios y empeñándose en establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. Porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo el que cree » (Rm 10,3-4). ESTA JUSTICIA DE DIOS ES LA MISERICORDIA CONCEDIDA A TODOS COMO GRACIA EN RAZÓN DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO. La Cruz de Cristo, entonces, es el juicio de Dios sobre todos nosotros y sobre el mundo, porque nos ofrece la certeza del amor y de la vida nueva.
[13]Enarr. in Ps. 76, 11.

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MISERICORDIAE VULTUS, No. 20. NO SERÁ INÚTIL EN ESTE CONTEXTO RECORDAR LA RELACIÓN EXISTENTE ENTRE JUSTICIA Y MISERICORDIA. … NO ES LA OBSERVANCIA DE LA LEY LO QUE SALVA, SINO LA FE EN JESUCRISTO, QUE CON SU MUERTE Y RESURRECCIÓN TRAE LA SALVACIÓN JUNTO CON LA MISERICORDIA QUE JUSTIFICA. LA JUSTICIA DE DIOS SE CONVIERTE AHORA EN LIBERACIÓN PARA CUANTOS ESTÁN OPRIMIDOS POR LA ESCLAVITUD DEL PECADO Y SUS CONSECUENCIAS.... LA JUSTICIA DE DIOS ES SU PERDÓN

 20. NO SERÁ INÚTIL EN ESTE CONTEXTO RECORDAR LA RELACIÓN EXISTENTE ENTRE JUSTICIA MISERICORDIA. No son dos momentos contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad que se desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor. La justicia es un concepto fundamental para la sociedad civil cuando, normalmente, se hace referencia a un orden jurídico a través del cual se aplica la ley. Con la justicia se entiende también que a cada uno se debe dar lo que le es debido. En la Biblia, muchas veces se hace referencia a la justicia divina y a Dios como juez. Generalmente es entendida como la observación integral de la ley y como el comportamiento de todo buen israelita conforme a los mandamientos dados por Dios. Esta visión, sin embargo, ha conducido no pocas veces a caer en el legalismo, falsificando su sentido originario y oscureciendo el profundo valor que la justicia tiene. Para superar la perspectiva legalista, sería necesario recordar que en la Sagrada Escritura la justicia es concebida esencialmente como un abandonarse confiado en la voluntad de Dios.
Por su parte, Jesús habla muchas veces de la importancia de la fe, más bien que de la observancia de la ley. Es en este sentido que debemos comprender sus palabras cuando estando a la mesa con Mateo y otros publicanos y pecadores, dice a los fariseos que le replicaban: « Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores » (Mt 9,13). Ante la visión de una justicia como mera observancia de la ley que juzga, dividiendo las personas en justos y pecadores, Jesús se inclina a mostrar el gran don de la misericordia que busca a los pecadores para ofrecerles el perdón y la salvación. Se comprende por qué, en presencia de una perspectiva tan liberadora y fuente de renovación, Jesús haya sido rechazado por los fariseos y por los doctores de la ley. Estos, para ser fieles a la ley, ponían solo pesos sobre las espaldas de las personas, pero así frustraban la misericordia del Padre. El reclamo a observar la ley no puede obstaculizar la atención a las necesidades que tocan la dignidad de las personas.  
Al respecto es muy significativa la referencia que Jesús hace al profeta Oseas –« yo quiero amor, no sacrificio » (6, 6). Jesús afirma que de ahora en adelante la regla de vida de sus discípulos deberá ser la que da el primado a la misericordia, como Él mismo testimonia compartiendo la mesa con los pecadores. La misericordia, una vez más, se revela como dimensión fundamental de la misión de Jesús. Ella es un verdadero reto para sus interlocutores que se detienen en el respeto formal de la ley. Jesús, en cambio, va más allá de la ley; su compartir con aquellos que la ley consideraba pecadores permite comprender hasta dónde llega su misericordia.
También el Apóstol Pablo hizo un recorrido parecido. Antes de encontrar a Jesús en el camino a Damasco, su vida estaba dedicada a perseguir de manera irreprensible la justicia de la ley (cfr Flp 3,6). La conversión a Cristo lo condujo a ampliar su visión precedente al punto que en la carta a los Gálatas afirma: « Hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley » (2,16). Su comprensión de la justicia ha cambiado ahora radicalmente. Pablo pone en primer lugar la fe y no más la ley. NO ES LA OBSERVANCIA DE LA LEY LO QUE SALVA, SINO LA FE EN JESUCRISTO, QUE CON SU MUERTE Y RESURRECCIÓN TRAE LA SALVACIÓN JUNTO CON LA MISERICORDIA QUE JUSTIFICA. LA JUSTICIA DE DIOS SE CONVIERTE AHORA EN LIBERACIÓN PARA CUANTOS ESTÁN OPRIMIDOS POR LA ESCLAVITUD DEL PECADO Y SUS CONSECUENCIAS. LA JUSTICIA DE DIOS ES SU PERDÓN (cfr Sal 51,11-16).
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MISERICORDIAE VULTUS, No. 19. LA PALABRA DEL PERDÓN PUEDA LLEGAR A TODOS Y LA LLAMADA A EXPERIMENTAR LA MISERICORDIA NO DEJE A NINGUNO INDIFERENTE … Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida… ANTE EL MAL COMETIDO, INCLUSO CRÍMENES GRAVES, ES EL MOMENTO DE ESCUCHAR EL LLANTO DE TODAS LAS PERSONAS INOCENTES DEPREDADAS DE LOS BIENES, LA DIGNIDAD, LOS AFECTOS, LA VIDA MISMA…OS LO PIDO EN EL NOMBRE DEL HIJO DE DIOS QUE SI BIEN COMBATE EL PECADO NUNCA RECHAZA A NINGÚN PECADOR…. ¡ESTE ES EL TIEMPO OPORTUNO PARA CAMBIAR DE VIDA


miércoles, 20 de enero de 2016

MISERICORDIAE VULTUS, No. 19. LA PALABRA DEL PERDÓN PUEDA LLEGAR A TODOS Y LA LLAMADA A EXPERIMENTAR LA MISERICORDIA NO DEJE A NINGUNO INDIFERENTE … Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida … La misma llamada llegue también a todas las personas promotoras o cómplices de corrupción … Es una obra de las tinieblas, sostenida por la sospecha y la intriga. Corruptio optimi pessima. Para erradicarla de la vida personal y social son necesarias prudencia, vigilancia, lealtad, transparencia, unidas al coraje de la denuncia … ANTE EL MAL COMETIDO, INCLUSO CRÍMENES GRAVES, ES EL MOMENTO DE ESCUCHAR EL LLANTO DE TODAS LAS PERSONAS INOCENTES DEPREDADAS DE LOS BIENES, LA DIGNIDAD, LOS AFECTOS, LA VIDA MISMA … Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador …. ¡ESTE ES EL TIEMPO OPORTUNO PARA CAMBIAR DE VIDA


19. LA PALABRA DEL PERDÓN PUEDA LLEGAR A TODOS Y LA LLAMADA A EXPERIMENTAR LA MISERICORDIA NO DEJE A NINGUNO INDIFERENTE. Mi invitación a la conversión se dirige con mayor insistencia a aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida. Pienso en modo particular a los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal, cualquiera que éste sea. Por vuestro bien, os pido cambiar de vida. Os lo pido en el nombre del Hijo de Dios que si bien combate el pecado nunca rechaza a ningún pecador. No caigáis en la terrible trampa de pensar que
la vida depende del dinero y que ante él todo el resto se vuelve carente de valor y dignidad. Es solo una ilusión. No llevamos el dinero con nosotros al más allá. El dinero no nos da la verdadera felicidad. La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre no convierte a nadie en poderoso ni inmortal. Para todos, tarde o temprano, llega el juicio de Dios al cual ninguno puede escapar.  
La misma llamada llegue también a todas las personas promotoras o cómplices de corrupción. Esta llaga putrefacta de la sociedad es un grave pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social. La corrupción impide mirar el futuro con esperanza porque con su prepotencia y avidez destruye los proyectos de los débiles y oprime a los más pobres. Es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos. La corrupción es una obstinación en el pecado, que pretende sustituir a Dios con la ilusión del dinero como forma de poder. Es una obra de las tinieblas, sostenida por la sospecha y la intriga. Corruptio optimi pessima, decía con razón san Gregorio Magno, para indicar que ninguno puede sentirse inmune de esta tentación. Para erradicarla de la vida personal y social son necesarias prudencia, vigilancia, lealtad, transparencia, unidas al coraje de la denuncia. Si no se la combate abiertamente, tarde o temprano busca cómplices y destruye la existencia.
¡ESTE ES EL TIEMPO OPORTUNO PARA CAMBIAR DE VIDA! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. ANTE EL MAL COMETIDO, INCLUSO CRÍMENES GRAVES, ES EL MOMENTO DE ESCUCHAR EL LLANTO DE TODAS LAS PERSONAS INOCENTES DEPREDADAS DE LOS BIENES, LA DIGNIDAD, LOS AFECTOS, LA VIDA MISMA. Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto. Dios no se cansa de tender la mano. Está dispuesto a escuchar, y también yo lo estoy, al igual que mis hermanos obispos y sacerdotes. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia. 
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MISERICORDIAE VULTUS. No. 18. DURANTE LA CUARESMA DE ESTE AÑO SANTO TENGO LA INTENCIÓN DE ENVIAR LOS MISIONEROS DE LA MISERICORDIA. Pido a los hermanos Obispos que inviten y acojan estos Misioneros, para que sean ante todo predicadores convincentes de la misericordia…Se les pida celebrar el sacramento de la Reconciliación para los fieles, para que el tiempo de gracia donado en el Año jubilar permita a tantos hijos alejados encontrar el camino de regreso hacia la casa paterna

18. DURANTE LA CUARESMA DE ESTE AÑO SANTO TENGO LA INTENCIÓN DE ENVIAR LOS MISIONEROS DE LA MISERICORDIA. Serán un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe. SERÁN SACERDOTES A LOS CUALES DARÉ LA AUTORIDAD DE PERDONAR TAMBIÉN LOS PECADOS QUE ESTÁN RESERVADOS A LA SEDE APOSTÓLICA, PARA QUE SE HAGA EVIDENTE LA AMPLITUD DE SU MANDATO. Serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón. Serán misioneros de la misericordia porque serán los artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo. Se dejarán conducir en su misión por las palabras del Apóstol: « Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos » (Rm 11,32). Todos entonces, sin excluir a nadie, están llamados a percibir el llamamiento a la misericordia. Los misioneros vivan esta llamada conscientes de poder fijar la mirada sobre Jesús, « sumo sacerdote misericordioso y digno de fe » (Hb 2,17).

Pido a los hermanos Obispos que inviten y acojan estos Misioneros, para que sean ante todo predicadores convincentes de la misericordia. Se organicen en las Diócesis “misiones para el pueblo” de modo que estos Misioneros sean anunciadores de la alegría del perdón. Se les pida celebrar el sacramento de la Reconciliación para los fieles, para que el tiempo de gracia donado en el Año jubilar permita a tantos hijos alejados encontrar el camino de regreso hacia la casa paterna. Los Pastores, especialmente durante el tiempo fuerte de Cuaresma, sean solícitos en invitar a los fieles a acercarse « al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia » (Hb 4,16).

martes, 19 de enero de 2016

MISERICORDIAE VULTUS. No. 17. Los confesores están llamados a abrazar ese hijo arrepentido que vuelve a casa y a manifestar la alegría por haberlo encontrado. No se cansarán de salir al encuentro también del otro hijo que se quedó afuera, incapaz de alegrarse, para explicarle que su juicio severo es injusto y no tiene ningún sentido ante la misericordia del Padre que no conoce confines.

 
17. LA CUARESMA DE ESTE AÑO JUBILAR SEA VIVIDA CON MAYOR INTENSIDAD, COMO MOMENTO FUERTE PARA CELEBRAR Y EXPERIMENTAR LA MISERICORDIA DE DIOS. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre! Con las palabras del profeta Miqueas también nosotros podemos repetir: Tú, oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la misericordia. Tú, Señor, volverás a compadecerte de nosotros y a tener piedad de tu pueblo. Destruirás nuestras culpas y arrojarás en el fondo del mar todos nuestros pecados (cfr 7,18-19).
Las páginas del profeta Isaías podrán ser meditadas con mayor atención en este tiempo de oración, ayuno y caridad: « Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu herida se curará rápidamente; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: “¡Aquí estoy!”. Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si partes tu pan con el hambriento y sacias al afligido de corazón, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan » (58,6-11).
La iniciativa “24 HORAS PARA EL SEÑOR”, a celebrarse durante el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma, se incremente en las Diócesis. Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior.
Nunca me cansaré de insistir en que los confesores sean un verdadero signo de la misericordia del Padre. Ser confesores no se improvisa. Se llega a serlo cuando, ante todo, nos hacemos nosotros penitentes en busca de perdón. Nunca olvidemos que ser confesores significa participar de la misma misión de Jesús y ser signo concreto de la continuidad de un amor divino que perdona y que salva. Cada uno de nosotros ha recibido el don del Espíritu Santo para el perdón de los pecados, de esto somos responsables. Ninguno de nosotros es dueño del Sacramento, sino fiel servidor del perdón de Dios. Cada confesor deberá acoger a los fieles como el padre en la parábola del hijo pródigo: un padre que corre al encuentro del hijo no obstante hubiese dilapidado sus bienes. Los confesores están llamados a abrazar ese hijo arrepentido que vuelve a casa y a manifestar la alegría por haberlo encontrado. No se cansarán de salir al encuentro también del otro hijo que se quedó afuera, incapaz de alegrarse, para explicarle que su juicio severo es injusto y no tiene ningún sentido ante la misericordia del Padre que no conoce confines. No harán preguntas impertinentes, sino como el padre de la parábola interrumpirán el discurso preparado por el hijo pródigo, porque serán capaces de percibir en el corazón de cada penitente la invocación de ayuda y la súplica de perdón. En fin, los confesores están llamados a ser siempre, en todas partes, en cada situación y a pesar de todo, el signo del primado de la misericordia.

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