24/01/2015 13:32
(RV).- Tras dos jornadas de intenso trabajo,
concluye hoy en Roma el Congreso internacional de la Facultad de Derecho
Canónico, de la Pontificia Universidad Gregoriana, sobre el balance y las
perspectivas a diez años de la publicación de la Dignitas Connubii.
En efecto, el 25 de enero de 2005, en la fiesta de
la Conversión de San Pablo Apóstol, el CONSEJO PONTIFICIO PARA LOS TEXTOS
LEGISLATIVOS, publicaba la Instrucción que deben observar los TRIBUNALES
DIOCESANOS E INTERDIOCESANOS al tratar las causas de nulidad del matrimonio,
titulada, DIGNITAS CONNUBII, en la que se explica que la dignidad
del matrimonio, que entre bautizados “es
imagen y participación de la alianza de amor entre Cristo y la Iglesia”,
reclama que la Iglesia promueva el matrimonio y la familia fundada en él con la
mayor solicitud pastoral y, con todos los medios posibles, los proteja y
defienda.
Precisamente con motivo de este aniversario, el
Papa Francisco recibió, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del
Vaticano, a los participantes y a los sacerdotes de la Facultad de Derecho
Canónico de la Alta Casa de Estudios de los jesuitas que organizó el Congreso,
con el patrocinio del Consejo Pontificio para los textos legislativos y de la CONSOCIATIO
INTERNATIONALIS STUDIO IURIS CANONICI PROMOVENDO.
Al saludar con afecto a quienes proceden de las
Iglesia locales de diversas partes del mundo para participar activamente en
este Congreso, comunicando también las experiencias de sus Tribunales locales,
el Santo Padre afirmó que es de gran consuelo su presencia numerosa y
calificada, que se traduce en una respuesta generosa a las solicitaciones que
todo auténtico ministro de los tribunales eclesiásticos siente por el bien de
las almas.
El Pontífice destacó que la amplia participación en
este encuentro, de casi 120 personas, indica la importancia de la Instrucción Dignitas
connubii, que no está destinada a los especialistas del derecho, sino a
quienes trabajan en los tribunales locales puesto que, en efecto, se trata de
un modesto pero útil vademécum que
lleva de la mano a los ministros de estos tribunales a fin de que los procesos
se desarrollen de modo seguro y rápido al mismo tiempo.
Tras afirmar que el conocimiento de esta
Instrucción también podrá ayudar en el futuro a los ministros de los tribunales
a abreviar el itinerario procesal, que los
cónyuges suelen percibir frecuentemente como largo y fatigoso; el Papa
Bergoglio recordó que aún no se han estudiado todos los recursos que la Dignitas
connubii pone a disposición para llevar a cabo un proceso rápido y libre
de todo formalismo y que no se pueden excluir para el futuro
ulteriores intervenciones legislativas tendentes a la misma finalidad.
El Pontífice volvió a recordar que entre las
solicitudes de esta instrucción está la de la aportación propia y original del defensor
del vínculo en el proceso matrimonial, cuya presencia y cumplimiento
fiel de su deber no condiciona al juez, sino que permite favorecer la imparcialidad
de su juicio, al presentarle los argumentos a favor y en contra de la
declaración de nulidad del matrimonio.
Antes de impartirles su Bendición Apostólica, el
Obispo de Roma concluyó este encuentro encomendando a María Santísima, Sedes
Sapientiae, la prosecución de sus estudios y reflexiones sobre cuanto el
Señor quiere hoy para el bien de las almas, que ha adquirido con su sangre.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
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