La epidemia
de ébola continua cobrándose vidas humanas. Más de 8.000 personas han muerto en
Guinea, Liberia y Sierra Leona hasta ahora.
Entre las
víctimas, hay muchos médicos. La Organización Mundial de la
Salud estima que el ébola ha matado en Sierra Leona al 10 por ciento de los
médicos. Equivaldría a la muerte de 64.000 en Estados Unidos y 19.000 en
España.
Precisamente
sobre la muerte de los profesionales de la salud habla un documento publicado
por el Vaticano en el que pide que se refuerce la ayuda a estos países.
Por eso, la Santa Sede enviará 3 millones de euros para equipar los
hospitales,ayudar a las familias afectadas, y a los cientos de
huérfanos que ha dejado la epidemia, y formar a voluntarios que contribuyan a
prevenir la propagación del virus.
En este
barrio de Monrovia, decenas de voluntarios se dedican a explicar la importancia
de mantener las medidas higiénicas. Sin embargo, la falta de información hace que se confundan los síntomas del
ébola con otras enfermedades.
EDDIE OXIE
Voluntario
"Cuando
llegué vi al niño muy deshidratado. Se podían contar todos los huesos de las
costillas, todas los huesos de la espalda. Así que su madre pensó que era el
ébola, pero le dije que no, que no era ébola, que estaba desnutrido”.
Las
organizaciones humanitarias y la Iglesia católica siguen respondiendo a estas
necesidades sanitarias eclipsadas por la emergencia del ébola. Estos países
siguen sufriendo además de la epidemia, una alta tasa de desnutrición y
mortalidad infantil con unos sistemas sanitarios pobres y debilitados.
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