¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

jueves, 8 de enero de 2015

NO SE OLVIDEN QUE EN CUALQUIER MOMENTO "TENDREMOS UN TIEMPO DE OSCURIDAD”, PERO FORTALEZCÁMONOS CON LAS PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO “PREPARA TU CORAZÓN PARA ESE MOMENTO Y REZA."

 
El Papa Francisco recordó a quienes viven grandes tragedias, como los cristianos en oriente echados de sus casas a causa de su fe.

(Ciudad del Vaticano, 30 de Septiembre de 2014) 
El Papa Francisco nos ha dejado un mensaje muy profundo que es y siempre ha sido tema de actualidad desde el principio del mundo. Su Santidad ha centrado su reflexión de hoy en el libro de Job:
También el lamento, en los momentos oscuros, se convierte en oración, pero estemos atentos a los “lamentos teatrales”.
El Papa Francisco recordó a quienes viven “grandes tragedias”, como los cristianos echados de sus casas a causa de su fe.
"Job maldice el día en que ha nacido, su oración se presenta como una maldición."
A continuación las palabras del Papa Francisco:

LAS PRUEBAS
Job fue puesto a prueba. Perdió toda su familia; perdió todos sus bienes; perdió la salud y todo su cuerpo se convirtió en una llaga, una llaga asquerosa. En aquel momento perdió la paciencia y dijo esas cosas feas. Pero él estaba acostumbrado a hablar con la verdad y esa es la verdad que él siente en aquel momento. También Jeremías usa casi las mismas palabras: "¡Maldito el día en que nací!". ¿Pero este hombre blasfema? Es la pregunta que hago. Este hombre que está solo, así, en ese momento, ¿blasfema?”.

¿ACASO JESÚS BLASFEMÓ?
Jesús, cuando se lamenta: "Padre, ¡por qué me has abandonado!" ¿blasfema? El misterio es éste. Tantas veces yo he escuchado a personas que están viviendo situaciones difíciles, dolorosas, que han perdido tanto o se sienten solas y abandonadas y vienen a lamentarse y hacen estas preguntas: ¿Por qué? ¿Por qué? Se rebelan contra Dios. Y yo digo: "Sigue rezando así, porque también ésta es una oración". Era una oración cuando Jesús dijo a su Padre: "¡Por qué me has abandonado!"

Es una oración la que hace Job aquí. Porque rezar es llegar a ser verdad ante Dios. Y Job no podía rezar de otro modo. Se reza con la realidad la verdadera oración viene del corazón, del momento que uno vive. Es la oración de los momentos de oscuridad, de los momentos de la vida donde no hay esperanza, donde no se ve el horizonte.

HOY EN DÍA, MUCHA GENTE VIVE LA SITUACIÓN DE JOB
Y tanta gente, tanta hoy, está en la situación de Job. Tanta gente buena, como Job, no entiende lo que le ha sucedido, porqué es así. Tantos hermanos y hermanas que no tienen esperanza. Pensemos en las tragedias, en las grandes tragedias, por ejemplo estos hermanos nuestros que por ser cristianos son echados de sus casas y pierden todo: "Pero, Señor, yo he creído en ti. ¿Por qué? ¿Creer en Ti es una maldición, Señor?".
Pensemos en los ancianos dejados de lado, pensemos en los enfermos, en tanta gente sola, en los hospitales. Para toda esta gente, y también para nosotros cuando vamos por el camino de la oscuridad, la Iglesia reza. ¡La Iglesia reza! Y toma sobre sí este dolor y reza. Y nosotros, sin enfermedades, sin hambre, sin necesidades importantes, cuando tenemos un poco de oscuridad en el alma, nos creemos mártires y dejamos de rezar. Y hay quien dice: "¡Estoy enojado con Dios, no voy más a Misa!". Pero, ¿por qué? La respuesta, dijo, es por una cosa pequeñita.
EJEMPLO DE SANTIDAD
Santa Teresita del Niño Jesús, en los últimos meses de su vida, trataba de pensar en el cielo, y sentía dentro de sí como si una voz le dijera: "Pero no seas tonta, no te crees fantasías. ¿Sabes qué cosa te espera? ¡Nada!".
Tantas veces pasamos por esta situación, vivimos esta situación. Y tanta gente que cree que terminará en la nada. Y ella, Santa Teresa, rezaba y pedía fuerza para ir adelante, en la oscuridad. Esto se llama entrar en paciencia. Nuestra vida es demasiado fácil, nuestros lamentos son lamentos teatrales. Ante éstos, ante estos lamentos de tanta gente, de tantos hermanos y hermanas que están en la oscuridad, que prácticamente han perdido la memoria, la esperanza, que viven ese exilio de sí mismos, son exiliados, también de sí mismos, ¡nada! Y Jesús ha hecho este camino: de la noche al Monte de los Olivos hasta la última palabra de la Cruz: "Padre, ¡por qué me has abandonado!"

QUIERO DECIRLES POR ÚLTIMO DOS COSAS QUE PUEDEN SERVIR.
  1. Primero: prepararse, para cuando vendrá la oscuridad, que quizá no sea tan dura como la de Job, si bien, dijo tendremos un tiempo de oscuridad. Preparar el corazón para aquel momento.
  2. Segundo: Rezar, como reza la Iglesia, con la Iglesia por tantos hermanos y hermanas que padecen el exilio de sí mismos, en la oscuridad y en el sufrimiento, sin esperanza a la mano. Es la oración de la Iglesia, por estos tantos "Jesús" que sufren, que están por doquier.

Fuente: PildorasdeFe.net / Radio Vaticana

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