ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Jesús, buen Pastor, acoge nuestra alabanza y
nuestro humilde agradecimiento por todas las Vocaciones
que mediante tu Espíritu, regalas a Tu Iglesia. asiste a los Obispos,
Presbíteros, Misioneros y a todas las personas consagradas; Haz que den ejemplo
de vida auténticamente Evangélica. Da fortaleza y perseverancia en su propósito
A aquellos que se preparan al Sagrado Ministerio y a la Vida consagrada. Multiplica
los evangelizadores para Anunciar Tú Nombre a todas las gentes. Protege a todos
los jóvenes de nuestras familias y comunidades: concédeles prontitud y
generosidad para seguirte. Vuelve también hoy Tu mirada sobre ellos y llámalos,
concede a todos los llamados la fuerza de abandonar todo para elegirte solo a
Ti que eres el amor. Perdona la no correspondencia y las infidelidades de
aquellos que has escogido. Escucha, Oh Cristo, nuestras preces por intercesión
de María Santísima, Madre tuya y Reina de los Apóstoles.
Ella, que por haber creído y respondido generosamente, es la causa de nuestra
alegría, acompaña con su presencia y su ejemplo a aquellos que llamas al
servicio total de tu Reino. Amén.
(Beato
Juan Pablo II)
DÍA NOVENO:
“Si tú eres el Cristo dínoslo
abiertamente. Jesús les respondió: Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son
las que dan testimonio de mí; pero
vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y
ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las
arrebatará de mi mano .”
(Juan 10, 24-28)
REFLEXIÓN:
Señor Jesús, BUEN PASTOR DE LA IGLESIA, despierta en ella, por medio del
Espíritu Santo, dispensadores fieles y capaces de tus Santos Misterios, para
que mediante su ministerio y su ejemplo y protección, el pueblo cristiano sea dirigido
por el camino de la salvación. Te damos
gracias porque como buen Pastor no dejas de preocuparte por cada uno de
nosotros y conducirnos por el camino de la vida eterna. Amén.
PADRENUESTRO:
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre – venga a
nosotros tu Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy
nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos
del mal. Amén”.
EL GLORIA:
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
COMPROMISO:
En éste último día de la novena haré una obra de caridad con alguna persona
necesitada.
Leeré en oración el Salmo 85.
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