El Papa Francisco besa el Crucifijo
en la toma de posesión de la Catedral de Roma, el 7 de abril de 2013 -
L'Osservatore Romano
07/04/2015 12:39
EL 7 DE ABRIL DE 2013, EL PAPA
FRANCISCO TOMÓ POSESIÓN DE LA CATEDRAL DE ROMA
(RV).- «En mi vida personal, he visto
muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia;
he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de
Jesús... Y he visto siempre que Dios ha acogido, consolado, lavado,
amado».
Recordamos estas palabras del Papa
Francisco, en el aniversario de su toma de posesión de la Catedral de Roma, en
la Basílica de Basílica papal de San Juan de Letrán, consagrada al Santísimo
Salvador.
EL 7 DE ABRIL DE 2013, ERA EL II
DOMINGO DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA:
«Con gran alegría celebro por primera
vez la Eucaristía en esta Basílica Lateranense, catedral del Obispo de Roma.
Saludo a todos con gran afecto
¡CAMINEMOS JUNTOS A
LA LUZ DEL SEÑOR RESUCITADO!
Celebramos hoy el segundo domingo de
Pascua, también llamado «de laDivina Misericordia». Qué hermosa es esta
realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande,
tan profundo el que Dios nos tiene, un amor que no decae, que siempre aferra
nuestra mano y nos sostiene, nos levanta, nos guía.
A mí me produce siempre una gran
impresión releer la parábola del Padre misericordioso, me impresiona porque me
infunde siempre una gran esperanza.
EN MI VIDA PERSONAL, he visto muchas
veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en
muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole:
Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo
con tu sangre. Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado,
lavado, amado.
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS, DEJÉMONOS
ENVOLVER POR LA MISERICORDIA DE DIOS; confiemos en su paciencia que siempre
nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las
heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los
sacramentos. Sentiremos su ternura, tan hermosa, sentiremos su
abrazo y seremos también nosotros más capaces de misericordia, de paciencia, de
perdón y de amor.
JESÚS OFRECE LA PAZ COMO DON PRECIOSO, fruto de la
victoria del amor y el perdón sobre el mal, había reiterado el Papa Francisco,
en el Regina Coeli, que rezó con unos cien mil peregrinos, que acudieron a la
Plaza de San Pedro.
«¡Queridos hermanos sean
mensajeros y testigos de la misericordia de Dios!» había sido su
exhortación, alentando también a llevar la Buena Noticia, a todos los
ambientes de la vida, «con suavidad y respeto».
(CdM – RV)
No hay comentarios:
Publicar un comentario