En abril de 1865, San Juan Bosco redactó 31 consejos para que sus
discípulos le ofrecieran un regalo
espiritual, o florecilla, a la Reina del Cielo cada día de mayo:
por amor de María Santísima Auxiliadora.
1. Participad con
mucho fervor en la Santa Misa.
2. Poned mucha atención a lo que os enseñan los Sacerdotes.
3. Por la mañana, a la hora de levantada, no le deis gusto a la
pereza. Levantaos inmediatamente. Dormir demasiado es tan dañoso
como comer demasiado.
4. Pedidle a la Santísima Virgen tres gracias todos los días: evitar
el pecado, conservar siempre la virtud de la pureza, y no tener nunca malas
amistades.
5. Pensad cual es aquel deber al que faltáis con más frecuencia. Pedid
la ayuda divina para poder cumplirlo, y prometed a nuestra Señora que lo vais a
cumplir.
6. Pedid excusas a aquellos que habéis hecho sufrir. Mostrad
cariño y haced algún favor a aquellos que os resultan antipáticos.
7. Por amor a la Virgen Santa estad siempre alegres, mostrando un rostro
sereno hablando de lo que trae alegría y no de lo que entristece.
8. Decid varias veces cada día: “Maria Auxiliadora, rogad por nosotros”.
9. Obedeced siempre. El demonio nada puede contra los obedientes.
10. Huir de las malas amistades. Las amistades malas corrompen las
buenas costumbres.
11. Quizá hay algo en tu vida que es una espina para el corazón de la
Virgen. ¿Por qué no arrancas ese mal de tu alma?
12. Quizá piensas demasiado en el cuerpo y poco en el alma. La muerte se
acerca. Prepárate.
13. El ocio es padre de
todos los vicios. Tienes que trabajar más. Nadie ha llegado a tener
personalidad trabajando solo unas pocas horas diarias.
14. El pecado es el
mayor mal que te pueda suceder. Antes morir que pecar.
15. Encomienda tu
pureza a María Inmaculada. Ella pisa la cabeza de la serpiente infernal.
16. Recuerda que en la
hora de la muerte te arrepentirás de haber perdido tanto tiempo sin provecho
para tu alma.
17. La melancolía es el
octavo pecado capital. Aleja de ti la tristeza, porque después del pecado, nada
te hace más daño que el estar triste. Un pedacito de cielo lo arregla todo.
Piensa en el Paraíso que te espera.
18. ¿Crees que las
excusas que tienes ahora serán suficientes para tranquilizarte a la hora de la
muerte?
19. Pídele a la Virgen
Santísima cada día la gracia de no caer en pecado mortal.
20. Puedes hacer algo
más y no lo haces. Aleja la pereza que tanto te perjudica.
21. Ese vicio que
tienes te depara un gran desastre si no lo corriges.
22. Refrena tu
carácter. ¿No ves que vas perdiendo los amigos? ¿Por qué no eres tolerante y
más caritativo?
23. La Virgen está
contenta porque has hecho algo por ser más agradable a Dios.
24. Piensa un poco: “Y
si murieses esta noche, ¿a dónde iría tu alma?
25. ¡Si pudieras ver el
estado de tu alma! No vayas a acostarte esta noche sin hacer un buen acto de
contrición y un propósito de cambiar de vida.
26. ¡Animo! Invoca a
María Santísima y ella resolverá tus dificultades.
27. Más obras y menos
palabras.
28. Que tus palabras
sean dignas de un cristiano.
29. En todas tu obras
preocúpate más de como las juzgara Dios, que de lo que pensaran de ellas los
hombres.
30. Jesús Sacramentado
te espera en la iglesia. ¿Por qué no vas a visitarlo más a menudo? Se apóstol
de la Eucaristía.
31. Soporta con
paciencia los defectos de los demás, si quieres que los demás soporten los
tuyos.
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