NEW VATICAN.
El
12 de diciembre de 2014,
festividad de NUESTRA SEÑORA DE
GUADALUPE, el Santo Padre Francisco presidirá
la Santa Misa en la Basílica de San Pedro en honor de la PATRONA DE AMÉRICA LATINA, encomendando a su intercesión la
evangelización de sus pueblos, para su crecimiento en humanidad y para la
construcción de condiciones de paz, justicia y unidad entre naciones hermanas.
La ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE se elevará especialmente en
dicha festividad desde el centro de la catolicidad y desde su
Basílica-Santuario en Ciudad de México; pero incluirá también una ferviente
devoción que se extiende desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en todo el
continente americano.
La Santa Misa tendrá inicio a las 18 horas del próximo viernes 12 de Diciembre. Será
precedida, desde las 16.45, por el ingreso de las banderas de todos los países
del continente en la Basílica de San Pedro y su homenaje a la imagen de la
Patrona; por el sucesivo rezo del “Rosario Guadalupano”; y por una oración de
Adviento acompañada por cánticos de la tradición popular latinoamericana.
La Santa Misa será acompañada por los
cantos de la “Misa Criolla” del compositor argentino Ariel Ramírez, cuya
ejecución estará bajo la dirección de su hijo, Facundo Ramírez, y su grupo
musical argentino, con Patricia Sosa como invitada, y la colaboración del Coro
romano “Musica Nuova”.
Es significativo que hace precisamente
50 años que Ariel Ramírez presentó al Beato Pablo VI su obra recién compuesta.
No cabe duda de que este
acontecimiento adquiere especial significación y repercusión por el hecho de
que sea presidido por el primer Papa latinoamericano en la historia de la
Iglesia.
El papa Francisco ha siempre mostrado
una muy profunda devoción por NUESTRA
SEÑORA DE GUADALUPE. Le envió su “saludo de hijo” por medio de los Obispos
mexicanos en visita 'ad limina apostolorum', a mediados de mayo pasado. Les
pidió a ellos que la custodiaran como su más “precioso tesoro”.
Y en la vigilia de la fiesta de
Nuestra Señora de Guadalupe, el año pasado, destacó que esa “mujer mestiza”,
con “vestidos (…) llenos de símbolos de la cultura indígena”, que apareció a San
Juan Diego, era la Virgen María, quien “siguiendo el ejemplo de Jesús (…) se
hace cercana a sus hijos, acompaña como madre solícita su camino, comparte las
alegrías y esperanzas, los sufrimientos y las angustias del pueblo de Dios, del
que están llamados a formar parte todos los pueblos de la tierra”.
El Papa Francisco prosiguió afirmando
que “la aparición de la imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego fue un
signo profético de un abrazo, el abrazo de María a todos los habitantes de las
vastas tierras americanas, a los que ya estaban allí y a los que llegarían
después".
"Este abrazo de María señaló el
camino que siempre ha caracterizado a América: ser una tierra donde pueden
convivir pueblos diferentes, una tierra capaz de respetar la vida humana en todas
sus fases, desde el seno materno hasta la vejez, capaz de acoger a los
inmigrantes, así como a los pueblos y a los pobres y marginados de todas las
épocas. América es una tierra generosa”.
Por eso el Papa Francisco animaba “a
todos los habitantes del Continente americano a tener los brazos abiertos como
la Virgen María, con amor y ternura”.
Con ocasión de la
Peregrinación-Encuentro que tuvo lugar en la Basílica-Santuario de Guadalupe,
del 9 al 12 de noviembre de 2013, con la presencia de más de 90 Obispos de todo
el continente y centenares de otros participantes, el Papa Francisco envió un
ramillete de cuatro rosas de oro a la Patrona, que fue depositado a los pies de
su sagrada imagen.
Al día siguiente de esta CONCELEBRACIÓN EUCARÍSTICA, la COMISIÓN PONTIFICIA PARA AMÉRICA LATINA HA
ORGANIZADO Y CONVOCADO UN EVENTO GUADALUPANO QUE TENDRÁ LUGAR EN EL AUDITORIO
DEL AUGUSTINIANUM (ROMA), para conocer más a fondo el acontecimiento de las
apariciones y el significado del mensaje de NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE en la génesis de los pueblos americanos
y ante los desafíos de la actualidad.
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