(RV).- (con audio)
Reiterando su exhortación al rezo del Rosario, el Papa Francisco
recordó también a Santa Teresita del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia y
Patrona de las Misiones, y al Beato Álvaro del Portillo, alentando a
la santidad, fieles a Cristo y al Evangelio, en sus saludos a los
numerosos peregrinos de tantas partes del mundo, que una semana más
acudieron a la Plaza de San Pedro. En su audiencia general, en el día
que comienza el mes del Rosario, el Santo Padre invitó a «meditar sobre
los misterios de la vida de María y de su Hijo y a rezar y según las
intenciones de la Iglesia. Sobre todo por el Sínodo dedicado a la
familia, y también por mí».
Comenzando este mes, alentó «a
meditar el camino y la obra de Cristo con la mirada de María: recen el
Rosario y acompañen así el trabajo del Sínodo de de los Obispos para la
familia».
También en sus saludos a los fieles de lengua
italiana, como hizo en sus palabras en español, el Santo Padre se
dirigió a los numerosos peregrinos del Opus Dei, acompañados por el
Prelado Mons. Javier Echevarría, en ocasión de la Beatificación de Mons.
Álvaro Del Portillo. Exhortándolos para que «con el ejemplo del nuevo
Beato, persigan siempre la meta de la santidad en su propio estado de
vida, con fidelidad a Cristo y al Evangelio».
Siendo el 1 de
octubre la memoria litúrgica de Santa Teresita del Niño Jesús, Patrona
de las Misiones, el Papa deseó a los queridos jóvenes que el amor a la
Iglesia de esta santa sea una enseñanza para su vida espiritual. A los
queridos enfermos que la oración sea instrumento para afrontar los
momentos más difíciles y a los queridos recién casados, que funden sobre
el respeto y la fidelidad mutua su hogar conyugal.
(CdM - RV)
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO:
LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN:
PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA,
TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO,
Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…".
"ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN;
NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA.
¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE?
¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO?
¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA?
¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?.
QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …”
Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Con el Rosario, acompañemos la obra de Cristo con la mirada de María, por las intenciones de la Iglesia y por el Sínodo de los Obispos para la familia, alienta el Papa
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