VATICANO, 17 Oct. 14 / 08:07 pm (ACI/EWTN Noticias).-
Durante la Misa matutina celebrada en la Casa Santa
Marta, el Papa Francisco advirtió a los fieles del peligro de convertirse en
cristianos tibios, es decir que aquellos que a pesar de ir todos los domingos a
Misa, viven como paganos, opacando la identidad que el Espíritu Santo ha dado a
los seguidores de Jesús.
En su homilía, el Pontífice destacó que el Espíritu Santo es el “sello”
de luz con el que Dios ha dado el Cielo a
los cristianos. Sin embargo, mucha veces los fieles olvidan esta luz a cambio
de una vida de
penumbra o, peor aún, de luz falsa, esa que brilla en la hipocresía.
El Papa reflexionó siguiendo la lectura de Pablo, que explica a los
cristianos de Éfeso que por haber creído en el Evangelio recibieron “el sello del Espíritu
Santo”.
Explicó que con este don, Dios “no sólo nos ha elegido”, sino que además nos ha
dado un estilo, “un modo de vivir, que no es sólo ‘una lista de hábitos’, es
algo más, es, precisamente, “una identidad”.
“Nuestra identidad es precisamente este sello, esta
fuerza del Espíritu Santo, que todos nosotros hemos recibido en el Bautismo. Y
el Espíritu Santo ha sellado nuestro corazón y, además, camina con nosotros.
Este Espíritu, que había sido prometido – Jesús lo había prometido – este
Espíritu no sólo nos da la identidad, sino que también es anticipo de nuestra
herencia”.
“Con Él el Cielo comienza. Nosotros estamos viviendo precisamente este
Cielo, esta eternidad, porque hemos sido sellados por el Espíritu Santo, que
precisamente es el inicio del Cielo: era el anticipo; lo tenemos en nuestras
manos. Nosotros tenemos el Cielo en nuestras manos con este sello”, afirmó.
Sin embargo, dijo que tener el Cielo como anticipo
de eternidad no impide a los cristianos “resbalar al menos en un par de
tentaciones”. Primero “cuando nosotros queremos, no digo borrar la identidad,
sino volverla opaca”. Francisco señaló que este “es el cristiano tibio”.
“Es cristiano, sí. Va a Misa el domingo, sí. Pero
en su vida la identidad no se ve. También vive como un pagano: puede vivir como
un pagano, pero es cristiano. Ser tibios. Volver opaca nuestra identidad”.
“El otro pecado, aquel del que Jesús hablaba a sus
discípulos y hemos oído: ‘Estén atentos a la levadura de los fariseos, que es la
hipocresía’. ‘Hacer de cuenta que’: yo hago de cuenta que soy cristiano, pero
no lo soy. No soy transparente, digo una cosa – ‘sí, sí, soy cristiano’ – pero hago otra que
no es cristiana”, señaló.
El Papa explicó que –tal como recuerda Pablo-, una vida cristiana vivida según
la identidad creada por el Espíritu Santo trae como dote dones de otro calibre,
y que son el “amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio de sí”.
“Este es nuestro camino hacia el Cielo, es nuestro
camino, que hace que comience el Cielo desde acá. Porque tenemos esta identidad
cristiana, hemos sido sellados por el Espíritu Santo. Pidamos al Señor la
gracia de estar atentos a este sello, a nuestra identidad cristiana, que no
sólo es promesa, no, ya la tenemos en nuestras manos como anticipo”, concluyó el Santo
Padre.
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