El Papa
quiere que quienes participan en el Sínodo de la Familia intervengan
libremente. Quiere que se tengan en cuenta todas las sensibilidades.
FRANCISCO
"Una
condición general de base es esta: hablar claro. Que ninguno diga: esto no
puede decirse, si lo digo pensarán mal de mí. Decid todo lo que pensáis,
libremente. Tras el último consistorio de febrero 2014, en el que se habló de
la familia, un cardenal me escribió esto: ¡Qué pena! Algunos cardenales no se
han atrevido a decir algunas cosas por respeto al Papa!, pensando que quizá el
Papa pensaba algo distinto. Esto no está bien”.
Además de
hablar claro, Francisco pidió a los obispos que escuchen con interés y
apertura lo que digan los demás.
FRANCISCO
"Al
mismo tiempo, se debe escuchar con humildad y acoger con corazón abierto lo que
dicen nuestros hermanos. Con estas dos actitudes se ejercita la
sinodalidad”.
Un sínodo
es una reunión de obispos convocados por el Papa para intercambiar impresiones
sobre una cuestión concreta.
Lo
habitual es que inviten a expertos para tener en cuenta sus aportaciones.
En esta
ocasión los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo y 13
matrimonios hablarán sobre la familia. Propondrán al Papa medidas para
afrontar desafíos como la preparación al matrimonio, la atención pastoral de
divorciados, la educación de los hijos, los malos tratos o la poligamia.
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