3
de noviembre, 2013. (Romereports.com)
En el Ángelus
del domingo el Papa Francisco habló de las personas “excomulgadas” y de
las que se sienten lejos de Dios por los crímenes y pecados que han
cometido. Dijo que Jesús
siempre tiene el corazón abierto para ellos.
PAPA FRANCISCO
“No hay profesión ni condición social, no hay pecado ni crimen de cualquier género que pueda cancelar de la memoria y el corazón de Dios a uno solo de sus hijos. “Dios recuerda”. Siempre, no se olvida de ninguno de los que ha creado; Él es Padre, siempre en espera, vigilante y amorosa, de ver renacer en el corazón del hijo el deseo del regreso a casa”.
Francisco recordó el Evangelio del día en el que Zaqueo, un publicano que era odiado por su “fama de ladrón”, logró captar la atención de Jesús al subirse a un árbol.
PAPA FRANCISCO
“Pero miremos hoy a Zaqueo sobre el árbol. Ridículo. Pero es un gesto de salvación. Y yo te digo a ti: si tienes un peso en tu conciencia, si tienes vergüenza de tantas cosas que has hecho, detente un poco. No te asustes. Piensa que hay uno que te espera. Porque jamás ha dejado de acordarse de ti, de pensarte. Y éste es tu Padre, es Dios, es Jesús que te espera. ¡Trépate, como hizo Zaqueo, súbete al árbol por las ganas de ser perdonado! Yo te aseguro que no serás decepcionado. ¡Jesús es misericordioso y jamás se cansa de perdonar! Acordáos bien de esto”.
El Papa invitó a las personas a salir del anonimato y dejar que Jesús las llame por su nombre. Después del Ángelus, saludó a los miles de peregrinos que llenaron la Plaza de San Pedro.
PAPA FRANCISCO
“No hay profesión ni condición social, no hay pecado ni crimen de cualquier género que pueda cancelar de la memoria y el corazón de Dios a uno solo de sus hijos. “Dios recuerda”. Siempre, no se olvida de ninguno de los que ha creado; Él es Padre, siempre en espera, vigilante y amorosa, de ver renacer en el corazón del hijo el deseo del regreso a casa”.
Francisco recordó el Evangelio del día en el que Zaqueo, un publicano que era odiado por su “fama de ladrón”, logró captar la atención de Jesús al subirse a un árbol.
PAPA FRANCISCO
“Pero miremos hoy a Zaqueo sobre el árbol. Ridículo. Pero es un gesto de salvación. Y yo te digo a ti: si tienes un peso en tu conciencia, si tienes vergüenza de tantas cosas que has hecho, detente un poco. No te asustes. Piensa que hay uno que te espera. Porque jamás ha dejado de acordarse de ti, de pensarte. Y éste es tu Padre, es Dios, es Jesús que te espera. ¡Trépate, como hizo Zaqueo, súbete al árbol por las ganas de ser perdonado! Yo te aseguro que no serás decepcionado. ¡Jesús es misericordioso y jamás se cansa de perdonar! Acordáos bien de esto”.
El Papa invitó a las personas a salir del anonimato y dejar que Jesús las llame por su nombre. Después del Ángelus, saludó a los miles de peregrinos que llenaron la Plaza de San Pedro.
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