¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

lunes, 4 de noviembre de 2013

FRANCISCO SOBRE LA MUERTE: "NO SABEMOS LA FECHA, PERO NOS ENCONTRAREMOS CON DIOS"



4 de noviembre, 2013. (Romereports.com)
Cuando comienza el mes de noviembre el Papa celebra en la Basílica de San Pedro una misa por los cardenales y obispos fallecidos durante el año. En 2013 han muerto nueve cardenales,  cinco de ellos tras la elección de Francisco.   
El Papa evocó las manos de Dios, que acogen tanto una vida de servicio a la Iglesia, como cualquier pecado.

Ni el poder del mal, ni nada puede separarnos del amor invencible de Dios manifestado en Cristo, recuerda el Papa

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 Esta mañana, a las once y media, en el Altar de la Cátedra de la Basílica papal de San Pedro, el Obispo de Roma presidió – como es tradicional al comienzo del mes de noviembre, marcado por el recuerdo y la oración por los fieles difuntos - la Santa Misa en sufragio por los Cardenales y Obispos que fallecieron en el curso del año. Nueve purpurados y 136 Arzobispos y Obispos de la Iglesia que peregrina en el mundo, a los que el Papa Francisco encomendó a la misericordia del Señor, por intercesión de la Virgen y de san José, para que los reciba en su reino de luz y de paz, donde viven eternamente los justos y los que han sido fieles testigos del Evangelio.

«Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor», evocando estas palabras de san Pablo, en las que el Apóstol presenta el amor de Dios como el motivo más profundo e invencible de la confianza y de la esperanza cristiana, el Santo Padre, puso de relieve que sólo el pecado puede interrumpir estos lazos, pero también en este caso Dios busca al hombre para sanar esa unión que perdura después de la muerte, el amor fiel que Dios tiene para cada uno de nosotros nos ayuda a afrontar con serenidad y fortaleza el camino de todos los días:

«Incluso los poderes demoníacos hostiles al hombre, dejan impotentes frente a la íntima unión de amor entre Jesús y los que lo acogen con fe. Esta realidad del amor fiel que Dios tiene para cada uno de nosotros nos ayuda a afrontar con serenidad y fortaleza el camino de todos los días, que a veces es también lento y cansador. Sólo el pecado del hombre puede interrumpir este vínculo, pero incluso en este caso, Dios siempre buscará al hombre para restaurar con él una unión que perdura también después de la muerte. Aún más, una unión que en el encuentro definitivo con el Padre llega a su culmen. Esta certeza le da a la vida terrena un nuevo y pleno significado y nos abre a la esperanza para la vida más allá de la muerte».

Con el Libro de la Sabiduría, el Papa Francisco destacó que ante la muerte de un ser querido o que conocimos bien, nos preguntamos ¿qué será de su vida, de su trabajo, de su servicio a la Iglesia?, para responder «¡están en las manos de Dios!»:

«Estos pastores celosos que han dedicado su vidas al servicio de Dios y de los hermanos, están en las manos de Dios. Todo de ellos está custodiado y no quedará corroído por la muerte. Están en las manos de Dios sus días entretejidos de gozos y sufrimientos, de esperanzas y de fatigas, de fidelidad al Evangelio y de pasión por la salvación espiritual y material del rebaño que se les confió».

También nosotros estamos en las manos misericordiosas de Dios, manos llagadas de amor, como las de Jesús, nuestra fortaleza y esperanza:

«También nuestros pecados, están en las manos de Dios, manos que misericordiosas, manos "llagadas" por el amor. No es una casualidad que Jesús haya querido conservar las llagas en sus manos para hacernos sentir su misericordia. ¡Y esta es nuestra fuerza y ​​nuestra esperanza!
Esta realidad, llena de esperanza, es la perspectiva de la resurrección final de la vida eterna, a la que están destinados "los justos", aquellos que acogen la Palabra de Dios y son dóciles a Su Espíritu.».

Recordando a nuestros queridos hermanos Cardenales y Obispos difuntos «hombres dedicados a su vocación y a su servicio a la Iglesia», que amaron como a una esposa, el Papa Francisco los encomendó a la misericordia divina para sean recibidos donde viven eternamente los justos y los que han sido fieles testigos del Evangelio, alentando a rezar para que el Señor nos prepare a todos a este encuentro.

(CdM – RV)

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