¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

viernes, 1 de noviembre de 2013

¿CÓMO PODEMOS VOLVERNOS SANTOS?



 
La Santidad es un estado del alma que satisface el plan de Dios para su Salvación. No hay standards humanos para calificar la santidad de alguien. Pero nosotros hemos recibido guías para la santidad de Nuestro Señor mismo [Mateo 5:1-12].

 Él dio los Diez Mandamientos a Moisés en el Monte Sinaí, para que la gente pudiera santificarse por medio de la obediencia. Sin embargo todos nosotros hemos probado ser desobedientes y esto aprisiona nuestras almas de tal manera que solamente la Misericordia de Dios puede salvarnos [Romanos 11:32].

Jesucristo el Hijo de Dios vino al mundo para deshacer la maldición impuesta sobre toda la humanidad en el paraíso terrenal [Génesis 3:19]. El tomó sobre si mismo el castigo debido por nuestros pecados para hacer reparación y para salvarnos de la maldición eterna, para que nosotros pudiéramos vivir para siempre [Galatas 3:13].

Nosotros somos salvados por la Gracia mediante la fe, no por ningunos trabajos que podamos hacer sino por el don de Dios que hace que nosotros nos sometamos a su Santa Voluntad [Efesios 2:8].

Ser santo es vivir de acuerdo al Plan de Dios. El primer mandamiento es el más difícil de vivir puesto que el Señor pide que le amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma y con toda nuestra fortaleza [Deuteronomio 6:5-6].

Nadie ha cumplido los mandamientos excepto María la Madre de Jesús. Por supuesto que Jesús también los cumplió como hombre, a la vez honrando su dignidad como Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, la Palabra de Dios que se encarnó.

Por eso la justificación es encontrada solamente a través de la Fe en el Hijo de Dios, quien es nuestro Salvador y Señor [Romanos 5:1].  Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, ninguno puede llegar al Padre sino a través de Él [Juan 14:6].
Él es la Puerta del Cielo y también el Buen Pastor que cuida de sus ovejas
 [Juan 10:9-11].

Para ser santos, nosotros tenemos que volvernos como corderos, esto es, aceptar los mandamientos de nuestro Pastor [Mateo 10:16].

El vino a enseñarnos a ser santos a través de su Palabra y a darnos vida a través de su Sangre. El fundó su propia Iglesia sobre Pedro el Apóstol [Mateo 16:18] y le hizo Pastor cuando le pidió que alimentara sus ovejas [Juan 21:17].

Nosotros tenemos que ser fieles a Pedro, el Pastor después de Nuestro Señor, quien ha comisionado Pastores en todos los Pontífices de la Iglesia Católica, quienes a su vez tienen el poder de ungir hombres como Sacerdotes quienes por la autoridad de Nuestro Señor celebran la Santa Misa, la cual es una representación real del Sacrificio de Jesús en el Calvario que nos provee con el verdadero Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, la comida de nuestras almas en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía. [1 Corintios 11:23-29]

Nosotros solo podemos volvernos santos cuando somos vestidos con las vestiduras blancas de la Salvación [Apocalipsis 3:5] , que se obtienen a través de la purificación por la Sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo [Juan 1:29].

Para poder recibir esta Preciosa Sangre de Jesús nosotros tenemos que ser purificados por el arrepentimiento y la contrición [Isaías 66:2], además tenemos que confesar nuestros pecados como lo ha ordenado el Señor:


Juan 20:21-23

21 Jesús les dijo otra vez: La paz con vosotros.
Como el Padre me envió, también yo os envío.
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Palabra del Señor….

Estos no son mandamientos hechos por los hombres sino los mandamientos de Nuestro Señor Jesucristo. Para aquellos que no son Católicos, el camino es un poco más difícil porque una vez de que reciben esta Sabiduría de Dios, ellos tienen que hacer algo al respecto y convertirse al Catolicismo.

Para los Católicos esto es un problema si no venimos a la fuente de la vida, porque es más pecado ser indiferente a Emanuel, Dios con nosotros, Jesús en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía, cuando ya le conocemos, que ignorarle por falta de conocimiento [Oseas 4:6]

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