28 de
julio, 2013 (Romereports.com)
En el
marco de la JMJ, el Papa Francisco mantuvo un encuentro con los obispos
latinoamericanos miembros del Comité de Coordinación del CELAM. El
documento de Aparecida fue el trasfondo sobre el que giró el discurso
que el Papa pronunció ante los miembros de este organismo creado en 1955 y que
se encarga de guiar el camino de la Iglesia en América Latina.
En sus
palabras Francisco reflexionó sobre dos desafíos para la Iglesia como son
la renovación interna y el diálogo con el mundo actual. Recordó que la
Iglesia es una madre que debe curar las heridas.
PAPA
FRANCISCO
“Marcaría como prioridad ese...no sé, es reducirlo
decirlo así, pero ese apostolado de la Misericordia, la dimensión
misericordiosa de la Santa Madre Iglesia. La maternalidad de la Iglesia que
cura heridas, que va ayudando. Este cambio de época, lo comentaba ayer con los
obispos brasileños, esta lleno de heridos: gente que dejó la Iglesia por la
mitad, que se fue, que volvió...y uno puede pensar: "Bueno, vamos a hacer
un curso, que esto, que aquello...” Después de una batalla, lo primero que hay
que hacer en un hospital de campaña es curar las heridas. ”
Habló
también de los peligros que rodean a la evangelización como la
ideologización del mensaje, el funcionalismo o el clericalismo. Por eso,
pidió a los obispos que planteen su acción pastoral desde la “revolución de la
ternura”, para lograr el encuentro con Jesucristo. Además, con humor, les
invitó a ser cercanos a la gente y amar a la Iglesia tal y como es.
PAPA
FRANCISCO
“Hombres que no tengan "psicología de
príncipes". Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una
Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Más importante. El fenómeno de los
obispos polígamos, ¿no? Están casados con una pero esperando a ver cuando viene
la promoción.”
Para
concluir, el Papa subrayó que el Obispo debe conducir y “no mandonear”,
y pidió a los obispos que cuiden sus homilías para que no resulten lejanas o
abstractas.
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