Plaza de San Pedro durante el Ángelus
22/02/2015 11:36
(RV).- “Volver decididamente al camino
de Jesús, el camino que conduce a la vida”, es según el Papa Francisco el
significado de este primer domingo de Cuaresma. Así lo explicó durante la hora
del Ángelus ante una plaza de San Pedro repleta de fieles a pesar del mal
tiempo. Explicando el sentido de este tiempo litúrgico, el Obispo de Roma habló
del periodo que pasó Jesús en el desierto, después de su bautismo en el río
Jordán y la dura prueba que superó en soledad contra las tentaciones. El desierto,
recuerda Francisco, es un lugar donde se puede escuchar la voz del Señor, pero
también la voz del tentador, y por esto es importante, aseguró, conocer las
escrituras, porque “de otra manera no sabemos responder a las trampas del
maligno”.
(MZ-RV)
TEXTO COMPLETO DE LAS PALABRAS DEL PAPA A
LA HORA DEL ÁNGELUS
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos
días!
El miércoles pasado, con el rito de las Cenizas, ha comenzado la Cuaresma y hoy es el primer
domingo de este tiempo litúrgico que se refiere a los cuarenta días
transcurridos por Jesús en
el desierto, después del
bautismo en el río Jordán. San
Marcos escribe en el Evangelio de hoy: “En seguida el Espíritu lo
llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras
y los ángeles lo servían” (1, 12-13). Con estas pocas palabras el evangelista
describe la prueba afrontada
voluntariamente por Jesús, antes de iniciar su misión mesiánica. Es una prueba
de la cual el Señor sale victorioso y que lo prepara a anunciar el Evangelio
del Reino de Dios. Él, en aquellos cuarenta
días de soledad, enfrentó a Satanás “cuerpo a cuerpo”, desenmascaró
sus tentaciones y lo
venció. Y en Él hemos vencido todos, pero nos toca a nosotros proteger en
nuestro cotidiano esta victoria.
La Iglesia nos hace recordar tal
misterio al comienzo de la Cuaresma, porque ello nos da la perspectiva y el
sentido de este tiempo, que es tiempo delucha – en la Cuaresma se debe
luchar – un tiempo de lucha espiritual contra el espíritu del mal (cfr Oración
colecta del Miércoles de Cenizas). Y mientras atravesamos el ‘desierto’
cuaresmal, tenemos la mirada dirigida hacia la Pascua, que es la victoria
definitiva de Jesús contra el Maligno, contra el pecado y contra la muerte. He
aquí entonces el significado de este primer domingo de Cuaresma: volver decididamente al camino de Jesús, el camino que conduce a la vida. Mirar a Jesús, qué ha hecho
Jesús e ir con Él.
Y este camino de Jesús pasa a través
del desierto. El desierto
es el lugar en el cual se puede escuchar la palabra de Dios y la voz del tentador. En el rumor, en la
confusión, esto no se puede hacer; se escuchan sólo las voces superficiales. En
cambio, en el desierto, podemos bajar en profundidad, donde se juega
verdaderamente nuestro destino, la vida o la muerte. ¿Y cómo escuchamos la voz de Dios? La escuchamos en su
Palabra. Por esto es importante conocer las Escrituras, porque de otra manera no sabemos responder a las
insidias del Maligno. Y aquí quisiera volver a mi consejo de leer cada día el
Evangelio: cada día leer el Evangelio, meditarlo un poquito, diez minutos; y
llevarlo también siempre con nosotros: en el bolsillo, en la cartera… Tener
siempre el Evangelio a mano. El desierto
cuaresmal nos ayuda a decir no a la mundanidad, a los ‘ídolos’, nos ayuda a hacer elecciones valientesconformes al
Evangelio y a reforzar la solidaridad con
los hermanos.
Entonces, entremos en el desierto sin
miedo, porque no estamos solos: estamos con Jesús, con el Padre y con el Espíritu Santo. Es más, como fue para
Jesús, es precisamente el Espíritu Santo que nos guía en el camino cuaresmal, aquel mismo Espíritu
descendido sobre Jesús y que nos ha sido donado en el Bautismo. La Cuaresma,
por lo tanto, es un tiempo propicio que debe conducirnos a tomar siempre más
conciencia de cuánto el Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, ha obrado y
puede obrar en nosotros. Y al final del itinerario cuaresmal, en la Vigilia
Pascual, podremos renovar con mayor conciencia la alianza bautismal y los
compromisos que de ella derivan.
Que la Virgen Santa, modelo de
docilidad al Espíritu, nos ayude a dejarnos conducir por Él, que quiere hacer
de cada uno de nosotros una “nueva creatura”.
A Ella confío en particular, esta
semana de Ejercicios Espirituales que
iniciará esta tarde y en la cual tomaré parte junto con mis colaboradores de la
Curia Romana. Recen para que en este ‘desierto’ que son los Ejercicios
podamos escuchar la voz de Jesús y también corregir tantos defectos que todos nosotros tenemos, y hacer frente a las tentaciones que cada día
nos atacan. Les pido, por lo tanto, que nos acompañen con su oración.
(Traducción del italiano: María Cecilia
Mutual – RV)
Palabras del Papa después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas,
Dirijo un cordial saludo a las
familias, a los grupos parroquiales, a las asociaciones y a todos los
peregrinos de Roma, de Italia y de diversos países.
Saludo a los fieles de Nápoles, Cosenza
y Verona, y a los chicos de Seregno venidos por la profesión de fe.
La Cuaresma es un camino de conversión que tiene como centro el corazón. Nuestro corazón se debe
convertir al Señor. Por eso, en este primer domingo, he pensado en regalarles a
ustedes que están aquí en plaza, un pequeño libro de bolsillo titulado “Custodia el corazón”. Es esto. Este libro recopila algunas enseñanzas de Jesús y los contenidos esenciales
de nuestra fe, como por ejemplo los siete Sacramentos, los dones del Espíritu Santo, los diez Mandamientos, la virtud, los trabajos
de misericordia, etc. Ahora
lo distribuirán los voluntarios, entre los cuales hay muchas personas sin
techo, que han venido en peregrinación. Y como siempre también hoy aquí en plaza,
aquellos que son la necesidad, son los mismos que traen una gran riqueza: La
riqueza de nuestra doctrina, para custodiar el corazón. Tomen un libro cada uno
y llévenlo con ustedes, como ayuda para
la conversión y el
crecimiento espiritual, que parte siempre del corazón: allí donde se juega la
partida de las elecciones cotidianas entre bien y mal, entre mundanidad y
Evangelio, entre indiferencia y compartir. La humanidad necesita justicia,
paz, amor y sólo los podrán tener volviendo con todo el corazón a Dios, que es la fuente de todo esto. Tomad el
libro, y leedlo todos.
Les deseo a todos un buen domingo. Por
favor, especialmente en esta semana de los Ejercicios, no olviden rezar por mí.
¡Buen almuerzo y hasta la vista!
(Traducción del italiano: Mónica Zorita
- RV)
No hay comentarios:
Publicar un comentario