Audiencia del Papa
Francisco a la Confederación de cooperativas italianas - ANSA
28/02/2015
12:43
«HAY QUE TENER LA VALENTÍA Y LA FANTASÍA DE CONSTRUIR EL CAMINO JUSTO PARA INTEGRAR EN EL MUNDO, EL DESARROLLO, LA JUSTICIA Y LA PAZ»
(RV).- Lo reiteró el Papa Francisco al recibir a la Confederación de
cooperativas italianas, extendiendo en su denso discurso una especial
exhortación a las de todo el mundo. Tras recordar la historia de la realidad
que representan, como «memoria viva de un gran tesoro de la Iglesia italiana»,
el Obispo de Roma puso en guardia contra los peligros de poner el dinero por
encima de la dignidad y centralidad de la persona humana recordando, con
Basilio de Cesarea, Padre de la Iglesia del IV siglo, evocado por san Francisco
de Asís, que el dinero es el estiércol del demonio. Y alentó a luchar contra
las cooperativas deshonradas e inmorales:
«LO REPITE
UNA VEZ MÁS EL PAPA ¡EL DINERO ES EL ESTIÉRCOL DEL DIABLO!
Cuando el dinero se vuelve un ídolo, manda las opciones del hombre
Y entonces arruina al hombre y lo condena. Hace que se vuelva un siervo. El
dinero al servicio de la vida puede ser gestionado de manera justa por la
cooperativa, si ésta es una cooperativa auténtica, verdadera, donde no manda el
capital sobre los hombres, sino los hombres sobre el capital.
Por ello les digo que hacen bien – y les digo que lo hagan cada
vez más – en contrastar y combatir contra las falsas cooperativas, aquellas que
prostituyen su propio nombre de
cooperativa. Es decir, de una realidad tan buena, para engañar a la gente con
objetivos de lucro contrarios a los de la verdadera y auténtica
cooperación. Les digo que hacen bien, porque es una vergonzosa y
gravísima mentira, que no se puede absolutamente aceptar, el que se asuma en el
campo en que obran, una fachada honrada, y sin embargo, persigan
finalidades deshonradas e inmorales, dirigidas a la explotación del trabajo o a
las manipulaciones de mercado, llegando incluso a escandalosos tráficos de
corrupción».
EL PAPA BERGOGLIO, EVOCANDO EL MAGISTERIO PETRINO DE SUS
PREDECESORES, RENOVÓ SUS LLAMAMIENTOS A GLOBALIZAR LA SOLIDARIDAD
Alentando a llevar la cooperación en los distintos sectores, a las
nuevas fronteras del cambio, hasta las periferias existenciales, donde el sistema socio-político actual parece destinado a
sofocar la esperanza, el Santo Padre, con una exhortación y apoyo especial a
las ‘empresas recuperadas’, recordó a los que no tienen empleo – entre
ellos a los jóvenes, a las mujeres, adultos. La necesidad de impulsar una red de asistencia sanitaria; de justicia social; de
armonización entre trabajo y familia, saliendo al paso de las necesidades de niños y ancianos. Y la
necesidad de invertir bien, juntando los medios buenos para realizar obras
buenas.
(CdM – RV)
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