2015-03-28
El 28 de marzo de hace quinientos años nació una de las mujeres más
importantes en la historia de la Iglesia, Teresa de Cepeda y Ahumada, más
conocida como Santa Teresa de Ávila.
Desde niña mostró una fuerte personalidad, tanto, que se declaraba "enemiguísima de ser monja”. Sin embargo, con los
años comenzó a considerar la vocación religiosa y en 1535 ingresó en el convento de la Encarnación, con la oposición de su
padre.
Sin embargo, las normas algo relajadas de este convento no le agradaban
demasiado. Cuando cumplió 39 años comenzaron las visiones y experiencias
místicas que le llevaron emprender una auténtica revolución.
Reformó
el Carmelo para que recuperara su espíritu inicial pese a la oposición que
encontró dentro de la misma Iglesia y lo convirtió en la orden de las Carmelitas descalzas. Para hacer frente a las
dificultades aplicó su conocido "la paciencia todo lo alcanza, quien a
Dios tiene nada le falta” y las dudas sobre su obra se disiparon. El resultado,
17 nuevos conventos.
Fue en uno de ellos donde falleció, en el de Alba de Tormes, la noche
del 4 al 5 de octubre de 1582.
Fue beatificada por Pablo V en 1614, canonizada por Gregorio XV en 1622, y nombrada doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI en 1970,
la primera mujer que obtuvo este reconocimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario