VATICANO, 19 Feb. 15 / 06:09 pm (ACI/EWTN Noticias).-
Recuperar la fascinación por la belleza es lo central del ars
celebrandi, de
la manera de celebrar. Lo dijo en la mañana del jueves el Papa Francisco en el
tradicional encuentro con los sacerdotes de Roma en el Aula Pablo VI que tuvo
una duración de dos horas.
Aunque aún el Vaticano no ha dado a
conocer la integridad del diálogo del Santo Padre con los sacerdotes, el diario
Avvenire de la Conferencia Episcopal Italiana ha adelantado algunos extractos
de este importante encuentro.
Ante cientos de presbíteros, el
Santo Padre pidió “recuperar el asombro” tanto de quien celebra como de la
gente. “Se necesita entrar en una atmósfera espontánea, normal, religiosa, pero
no artificial, y así se recupera un poco el estupor, aquello que se siente
durante el encuentro con Dios”, informó Avvenire.
Así, “cuando encontramos al Señor en
la oración sentimos este estupor, cuando no rezamos de una manera formal, el
sentimiento del encuentro, el asombro, aquello que escucharon los apóstoles
cuando fueron invitados, el estupor atrae y te deja en contemplación, es
importante, y contra el estupor va todo lo artificial”.
El Pontífice explicó que “se debe
rezar delante de Dios con la comunidad”.
Así, “cuando encontramos sacerdotes
que celebran de modo sofisticado, artificial, o con gestos un poco... o que
abusan de gestos sea de una parte o de la otra, no es fácil que se dé este
estupor o esta capacidad de hacer entrar en el misterio”.
“Celebrar es entrar y hacer entrar
en el misterio, es simple pero es así, si yo soy excesivamente rígido, no hago
entrar en el misterio toda la fuerza de esa forma, y si soy un 'showman', el
protagonista de la celebración, no hago entrar en el misterio, por decir los
dos extremos”.
También sobre la manera de celebrar,
el Papa indicó que el sacerdote, “con su actitud hace que el Señor provoque”.
Al comienzo, el Cardenal Vicario de
Roma, Agostino Valini, realizó una introducción en la que alertaba del “peligro
de sentir náuseas de la palabra en la liturgia” al ser palabras que se repitan
demasiado.
Al final, hubo un tiempo para que
los sacerdotes hicieran preguntas al Pontífice. Uno de ellos preguntó sobre la
cuestión de los sacerdotes casados, recordando que las Iglesias Orientales
permiten ordenar sacerdotes a los hombres esposados, al contrario que en las
Iglesias de rito latino en las que se no se permite el sacerdocio a los que no sean célibes.
“El problema no quedará en el
archivo”, aseguró Francisco en referencia a que no lo dejará de lado ni lo
olvidará. Agregó, además, que conoce esta situación y que no existe una fácil
solución.
Por su parte, el portavoz de la
diócesis de Roma, Walter Insero, ha asegurado en declaraciones a ACI Prensa que el Santo Padre “ha hablado
también de la importancia que tiene para el sacerdote pedir el don de las
lágrimas, también si el sacerdote no llora más, si no tiene esta capacidad de
estar junto a las personas, de sufrir, de acompañarles en su sufrimiento”.
“Su reflexión ha partido de aquel
documento que nos ha hecho leer a la Plenaria de la Congregación del Culto en
2006. Allí habla de la importancia de la predicación, de que el falso profeta
en la escritura es el que dice palabras suyas, mientras que el verdadero
profeta habla en nombre de Dios”. El Pontífice ha hablado “de la importancia de
este camino, de hacer espacio en mis palabras a la Palabra de Dios”.
Por otro lado, el Pontífice ha
hablado de cómo “preparar la homilía desde el hecho que es un camino que no se
prepara en una hora el mismo día en que se hace la Misa, porque todo esto se
debe llevar en la oración, hacerlo madurar, para que así sea no desde el punto
de vista de uno mismo, sino desde lo que el que el Espíritu Santo dice a la
persona”.
También habló de la importancia de
que Benedicto XVI diera el permiso para el rito
extraordinario. “Francisco ha dicho que lo hizo porque es un hombre de
comunión, para abrir la puerta y hacerse cercano a los tradicionalistas, pero
que la Iglesia permanece en el rito ordinario, que
prevé la participación del pueblo”, indicó el vocero del vicariato de Roma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario