Evangelizar
no es hacer proselitismo.
Lo recordó Papa Francisco en la homilía de la misa de
esta mañana, refiriéndose al episodio de San Pablo que predica en Atenas a los
filósofos de la antigua Grecia.
Pablo nos enseña este modo de evangelizar, porque lo hizo Jesús,
porque es consciente que la evangelización no es hacer proselitismo: es porque
está seguro de Jesucristo y no necesita justificarse.
Cuando la Iglesia pierde
este coraje apostólico, se vuelve una iglesia inmóvil, una Iglesia ordenada,
bella, todo lindo, pero sin fecundidad, porque ha perdido el coraje de ir a las
periferias, en donde tantas personas son víctimas de la idolatría, de lo
mundano, del pensamiento débil... muchas cosas.
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