Los
católicos tenemos una
especial predilección por el número 13, por ser el día elegido por la Virgen
para aparecerse en 1917 a los tres Pastorcitos de Fátima.
El
mensaje más
importante de esta Advocación mariana, que nos interpela con la misma vigencia
y fuerza que en su momento, es el de reparar los ultrajes contra su
Inmaculado Corazón y la necesidad de ofrecer nuestras pequeñas
cruces diarias a Dios, para su mayor Gloria y para la conversión de los
pecadores.
Tenemos
la responsabilidad
como hijos, de hacer todo lo que está en nuestras manos para reparar tanta
ofensa a la Virgen. Para ello nos pide la Virgen en Fátima que hagamos
la reparación de los primeros cinco sábados de mes. En realidad además de la
confesión y comunión de esos primero sábados de mes, se reza el rosario
meditando los misterios 15 minutos.
El hecho de ofrecer nuestras cruces a Dios
para la conversión de los pecadores, es más un apremiante recordatorio maternal
de la Virgen María. En muchas revelaciones encontraremos esta interpelación. Es
un recordatorio urgente y necesario.
¡Nuestras
oraciones y nuestros sacrificios (pequeños o grandes) ofrecidos a Dios pueden
cambiar el mundo!
En este gran
día, Mariano por excelencia, compartimos con vosotros Oraciones y Jaculatorias
enseñadas a los Tres Pastorcitos de Fátima:
ORACIÓN PARA OFRECER SACRIFICIOS
(Cuando suframos algo, pedido por la Virgen en
Fátima)
“Oh Jesús es por tu amor, por la conversión de los pecadores
y en reparación de los pecados contra el
Inmaculado Corazón de María!”
ORACIÓN DE DESAGRAVIO ENSEÑADO POR
EL ÁNGEL DE
LA PAZ EN FÁTIMA.
(Los tres pastorcitos lo rezaban de rodillas y
con las frentes inclinadas hacia el suelo)
“¡Oh Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo! ¡Os pido perdón por los
que no creen, no adoran, no esperan, no os aman! ¡ Oh Santísima Trinidad,
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor
Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias con los que Él es ofendido. Y por los
méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de
María, os pido la conversión de los pecadores”. Amén.
ORACIÓN PARA EL ROSARIO
(Al terminar la decena de un misterio, después del
Gloria y de la oración de protección de la Virgen)
“¡Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del
infierno, lleva al Cielo a todas las almas, especialmente las más necesitadas
de tu Divina Misericordia!”
Amén
JACULATORIAS:
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen
María, Madre de Dios.
Inmaculada Reina de la Paz, rogad por nosotros.
¡Oh María! Tu que entraste y saliste de este mundo sin pecado, obtenme
la gracia de salir sin pecado de esta vida.
Santa María, líbranos de las penas del infierno.
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