Es
una obra Misional Pontificia.
Se llama OBRA,
para distinguirla de una simple actividad apostólica transitoria. La infancia y
Adolescencia Misionera es una organización cuya solidez se basa en su
experiencia de más de 170 años; en sus estatutos, aprobados por la Santa Sede;
en su inserción dentro de la pastoral de conjunto, bajo la dependencia de la
Jerarquía Eclesiástica y en el mismo número de sus miembros, presentes en
todo el mundo como signo claro de universalidad, en la cooperación misionera
que aporta.
Es MISIONAL
porque no es un organismo simplemente de solidaridad con los niños pobres de
las misiones para proporcionarles alimento, vestido, instrucción y asistencia
sanitaria. Esta obra es misionera porque es ante todo una escuela de
educación de la fe en su dimensión misionera universal. Lleva a los niños a
compartir, el don más precioso su fe y sus dones con los niños, niñas y
adolescentes de las Iglesias nacientes, y en formación. De este modo, los
pequeños cumplen sus compromisos bautismales.
Y se
llama PONTIFICIA, porque está aprobada expresamente por el Papa
como obra evangelizadora misionera y él es el primer responsable de la IAM,
puesta bajo su dependencia y por todos los obispos del mundo.
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