28 de
octubre, 2013 (Romereports.com)
Más de 100.000
personas de todo el mundo acudieron el domingo a San Pedro a la Jornada
de la Familia, uno de los grandes eventos del Año de la Fe. Antes de
comenzar la Misa, Francisco echó un vistazo a su reloj para comprobar que todo
iba según el plan.
En su homilía, el Papa trazó una línea entre oración y humildad: sólo es humilde, explicó, el que reconoce que necesita a Dios.
En su homilía, el Papa trazó una línea entre oración y humildad: sólo es humilde, explicó, el que reconoce que necesita a Dios.
PAPA
FRANCISCO
“Todas las familias necesitan a Dios. Todas, todas.
Necesitan su ayuda, su fuerza, su bendición, su misericordia, su perdón. Y se
necesita sencillez. Para rezar en familia se necesita sencillez”.
Francisco
también
recordó a San Pablo, quien dijo que para conservar la fe hay que compartirla.
Por eso, el Papa invitó a las familias a no abandonar la oración, aun
cuando les falte tiempo.
PAPA
FRANCISCO
“Rezar juntos el Padrenuestro en la mesa no es algo
extraordinario, es fácil. Rezar juntos el rosario es bello y da mucha fuerza. Y
también rezar el uno por el otro, el marido por la mujer, la mujer por el
marido, y los dos por los hijos. Y los hijos por los padres y los abuelos.
Rezar el uno por el otro”.
Francisco
describió
a las familias cristianas como familias misioneras. Muchas veces,
matizó, transmitir la fe se reduce a expresar alegría en el día a día.
Al final
de la Misa, Francisco rezó ante una imagen de la Sagrada Familia,
y pidió a Dios que despierte de nuevo la conciencia del papel sagrado e
irreemplazable de la familia.
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