¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

viernes, 4 de octubre de 2013

INDICACIONES PARA CELEBRAR EL OCTUBRE MISIONERO Dada por las OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS 2013



1.ª Semana: ORACIÓN 
En esta semana se pretende promover entre los fieles la constancia en la oración para dar gracias a Dios por el don de la fe, así como para pedir al dueño de la mies que envíe operarios a su mies y que el anuncio de la Buena Noticia llegue a todos los pueblos. Conviene llevar estas intenciones tanto a la oración personal como a la comunitaria, comenzando por la participación en la Eucaristía, y sin olvidar el rezo del Rosario Misionero, las vigilias de oración y otras posibles celebraciones litúrgicas de carácter misionero.
Benedicto XVI nos recuerda que “la oración se convierte en estos momentos en una exigencia muy concreta, como medio para recibir constantemente fuerzas de Cristo”. 

2.ª Semana: SACRIFICIO 
Valorar la dimensión redentora y salvífica del sacrificio y del sufrimiento es el principal objetivo de esta semana. Así, se nos mueve a unir a la cruz de Cristo y ofrecer por la evangelización del mundo nuestras obras de penitencia y la aceptación de nuestros dolores. En este camino también se nos invita a contemplar la vida de Jesús, a conocer y valorar la vida de sacrificio y entrega de los misioneros, y a amar y cuidar a los enfermos (por ejemplo, acompañándoles y leyendo con ellos el tríptico Enfermos misioneros). 
“Es allí, en la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir de allí se debe definir ahora qué es el amor”, explica el Papa Benedicto XVI. 

3.ª Semana: LIMOSNA 
Esta semana se orienta a implicarnos en la cooperación económica con las misiones. Para ello es preciso informarnos sobre las necesidades en medio de las cuales viven y desarrollan su labor los misioneros, y sentir como nuestras esas urgencias, entregando en beneficio de las misiones una desprendida aportación económica. Se nos anima a com-partir los bienes con quienes carecen de ellos, a la vez que se nos estimula a com-partir la vida como voluntarios en tareas y acciones que ayuden a los más necesitados. 
En palabras de Benedicto XVI, “quien es capaz de ayudar reconoce que precisamente de este modo también es ayudado”.  

4.ª Semana: VOCACIÓN MISIONERA 
El objetivo de esta semana es suscitar entre todos nosotros la apertura para escuchar la voz de Dios, que llama y envía a la misión. Para ello se recomienda participar en actividades de formación misionera, celebrar algún encuentro con misioneros, estar atentos y disponibles a la llamada de Dios, y mantener vivo el interés por las necesidades de la Iglesia a la hora de llevar al mundo el mensaje de Salvación. La animación misionera nos ayuda a comprometernos a ser instrumentos de unidad y de amor y a estar receptivos a la posible vocación misionera. 
“Los misioneros”, dice Benedicto XVI, “han de ser personas cuyo corazón ha sido conquistado por Cristo con su amor, despertando en ellos el amor al prójimo

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