Para
recitar el Rosario con verdadero provecho se debe estar en estado de
gracia o por lo menos tener la firme
resolución de renunciar al pecado.
1.
MIENTRAS SE SOSTIENE EL CRUCIFIJO NOS HACEMOS LA SEÑAL DE LA CRUZ:
“Por
la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios
Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
2.
Nos ponemos en
presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente
perdón al Señor por nuestras faltas (silencio…) y decimos:
“Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón por haberos ofendido –
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí – pero mucho más me
pesa – porque pecando ofendí a un Dios tan bueno – y tan grande como Vos. –
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no
pecar más – y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén”.
3.
LUEGO DECIMOS EL MISTERIO:
MARTES Y VIERNES, corresponden los MISTERIOS DOLOROSOS:
PRIMER MISTERIO
En el primer Misterio
Doloroso contemplamos
La agonía
de Nuestro Señor Jesucristo que Ora
y suda gotas de sangre en el Huerto de los Olivos (Mc 14, 32-42)
Ofrecemos este misterio por
el continente Africano
En este misterio
pidamos al Señor por el pueblo africano,
que hoy también sufre y "suda
sangre",
víctima de los conflictos
raciales,
de la miseria y del hambre
institucionalizado,
para que sepa hacer de su
vida.
Hoy, nos toca a nosotros
prolongar la oración de
Jesús, acercarnos a Jesús
que ora y suda sangre en el
huerto;
y recoger las gotas de su
sangre ofreciéndolas a Dios-Padre
por el continente
africano.
Y nuestra oración y ofrenda
tendrán más eficacia
si sabemos unir nuestros
sacrificios,
nuestras penas y
sufrimientos
al sudor de sangre de Jesús
para la Evangelización de
África.
.
4.
EN LA PRIMERA CUENTA GRANDE RECITAR UN PADRE NUESTRO
EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el
Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu
Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada
día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
5.
Y LUEGO EN CADA UNA DE LAS DIEZ SIGUIENTES
CUENTAS PEQUEÑAS RECITAR UN AVE MARÍA
EL AVE MARÍA
Dios te salve María, llena eres de
Gracia, El Señor es contigo,
bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en
la hora de nuestra muerte. Amén.
6.
RECITAR UN GLORIA ANTES DE LA SIGUIENTE CUENTA GRANDE.
EL GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es
ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
7.
Añadimos la siguiente
jaculatoria:
¡Santa María Reina de las Misiones;
ruega al Señor Jesús por nosotros!
SEGUNDO MISTERIO
En el segundo Misterio
Doloroso contemplamos
Los azotes que recibió Nuestro Señor Jesucristo,
atado a una columna la noche de la Pasión (Mc 15, 1-5)
Ofrecemos este misterio por
el continente AMERICANO
En este misterio pidamos
que Santa María de Guadalupe
nos alcance de su Hijo la gracia de ser solidarios
con nuestros hermanos indígenas que,
nos alcance de su Hijo la gracia de ser solidarios
con nuestros hermanos indígenas que,
marginados en las
sierras o en las
ciudades,
luchan todavía hoy por la vida,
por la tierra, por su dignidad y por la justicia.
por la tierra, por su dignidad y por la justicia.
1.
Se reza el
Padrenuestro
2.
Se rezan las
10 Avemarías
3.
Se reza el
Gloria
Añadimos la jaculatoria:
¡Santa María Reina de
las Misiones;
ruega al Señor Jesús por nosotros!
TERCER MISTERIO
En el tercer Misterio
Doloroso contemplamos
a Nuestro Señor Jesucristo,
tratado como rey de burlas y humillado con una corona de espinas y una caña por
cetro
(Mc 15, 16-20)
Ofrecemos
este misterio por el continente EUROPEO
En este
misterio pidamos a Cristo,
Rey del
universo y redentor nuestro,
que por
la intercesión de la Santísima Virgen de Guadalupe,
reavive
la Fe de los pueblos europeos,
para que
en Europa y en el mundo entero
se
extienda el Reino de Dios,
Reino de
justicia, de paz y de amor.
.
1. Se reza el Padrenuestro
2. Se rezan las 10 Avemarías
3. Se reza el Gloria
Añadimos la jaculatoria:
¡Santa María Reina de las Misiones;
ruega al Señor Jesús por nosotros!
Cuarto Misterio
En el cuarto Misterio
Doloroso contemplamos
a Nuestro Señor Jesucristo,
condenado a muerte por Pilato
y su viaje al Calvario llevando en sus hombros el madero de la cruz. (Mc 15, 21-28)
y su viaje al Calvario llevando en sus hombros el madero de la cruz. (Mc 15, 21-28)
Ofrecemos este misterio por
el continente OCEÁNICO
En este misterio pidamos a
la Dios que nos ayude
a convertirnos en
«cireneos» de los misioneros,
especialmente de los que
trabajan en Oceanía,
sosteniéndoles con nuestra
oración
y con nuestros sacrificios.
1. Se reza el Padrenuestro
2. Se rezan las 10 Avemarías
3. Se reza el Gloria
Añadimos la jaculatoria:
¡Santa María Reina de las Misiones;
ruega al Señor Jesús
por nosotros!
QUINTO MISTERIO
En el quinto Misterio
Doloroso contemplamos
La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo
(Mc 15,
29-39)
Ofrecemos este misterio por
el continente ASIÁTICO
Pidamos a Dios que los
pueblos de Asia,
Por todos los que luchan
cada día
contra la injusticia, la
miseria, la violencia y la discriminación,
para que se abran a la
gracia de la salvación
que brota de la cruz
donde está clavado el Hijo de Dios,
único y verdadero redentor
de la humanidad
1. Se reza el Padrenuestro
2. Se rezan las 10 Avemarías
3. Se reza el Gloria
Añadimos la jaculatoria:
¡Santa María Reina de las Misiones;
ruega al Señor Jesús por nosotros!
8.
Reza un Padrenuestro y tres
Avemarías por el propio país, para que Dios suscite espíritus generosos y
entregados a la evangelización y por todos los que aún no conocen a Cristo,
para que pronto lleguen a encontrarse con El.
9.
En las tres últimas Ave Marías decimos:
1.- Dios te salve María, hija de Dios Padre; en Tus Manos ponemos nuestra Fe para que la ilumines; llena eres de gracia.
2.- Dios te salve María, Madre de Dios Hijo; en Tus Manos ponemos nuestra Esperanza para que la alientes; llena eres de gracia.
3.- Dios te salve María, esposa de Dios Espíritu Santo; en Tus Manos, ponemos nuestra Caridad, para que la inflames; llena eres de gracia Dios te salve María; templo y Sagrario de la Santísima Trinidad; Virgen concebida sin pecado original. Dios te salve reina y Madre de Misericordia.
1.- Dios te salve María, hija de Dios Padre; en Tus Manos ponemos nuestra Fe para que la ilumines; llena eres de gracia.
2.- Dios te salve María, Madre de Dios Hijo; en Tus Manos ponemos nuestra Esperanza para que la alientes; llena eres de gracia.
3.- Dios te salve María, esposa de Dios Espíritu Santo; en Tus Manos, ponemos nuestra Caridad, para que la inflames; llena eres de gracia Dios te salve María; templo y Sagrario de la Santísima Trinidad; Virgen concebida sin pecado original. Dios te salve reina y Madre de Misericordia.
10.
Puede rezarse la siguiente Oración
"Señor,
Tú has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para
todos los hombres, a fin de que la obra redentora de Cristo persevere
hasta el final de los tiempos; mueve ahora los corazones de tus
fieles y concédenos la gracia de sentir que nos llamas con urgencia a
trabajar por la salvación del mundo, para que, de todas las naciones, se
forme y desarrolle un solo pueblo, una sola familia, consagrada a tu nombre.
Por Cristo nuestro Señor. Amén."
1.
Cuando se ha concluido el quinto misterio el Rosario suele terminarse
con el rezo de la Salve a la Virgen María
LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida y dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
L. Ruega por nosotros, Santa Madre
de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas y Gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas y Gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
11.
Se finaliza con la Señal de la Cruz
Al terminar el Rosario Misionero,
se ha rodeado el mundo entero, abrazando a todos los continentes y a todos los
hombres en una gran oración universal.
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