Puesto de rodillas delante de NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, hecha la
Señal de la Cruz, se dice el siguiente:
ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y
Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que me
perdonéis y me des gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión
de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén.
ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Virgen
de Guadalupe, Madre de Dios y Madre nuestra, que te dignaste hablar a tu siervo
Juan Diego con estas tiernas palabras:
“Hijito mío, que no se turbe tu corazón... No
temas...
¿No estoy aquí Yo que soy tu Madre? ¡No estás acaso
bajo mi protección y amparo?”
Llenos,
pues de confianza con estas palabras venimos hoy a tus plantas para pedirte que
nos concedas todas las gracias que necesitamos y que deseamos obtener de
tu bondad en esta novena.
Pídase la gracia que se
desea alcanzar…
OCTAVO DÍA
Después
de la tercera aparición, cuando Juan Diego iba a México para buscar a un
Sacerdote que viniera a confesar a su tío Juan Bernardino, que se encontraba
desahuciado por los médicos y en estado de suma gravedad, la Santísima Virgen
le salió al encuentro en el camino y le habló así:
“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que
es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa
enfermedad ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy aquí Yo que
soy tu Madre? ¿Y no estás bajo mi sombra? ¿No soy Yo tu
salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester?”
Este es
el centro del mensaje guadalupano. La Madre de Dios es nuestra Madre, y
ha venido a nuestra tierra para ayudarnos en todas nuestras necesidades y
problemas. Alegrémonos y correspondamos a todos sus beneficios
comportándonos como hijos suyos.
MEDITEMOS:
¿Nos hemos
comportados como verdaderos hijos de Dios?
ACLAMACIONES A LA VIRGEN DE
GUADALUPE
Aclamemos con amor a nuestra MADRE
DE GUADALUPE pidiéndole también su ayuda:
Bendita seas, oh VIRGEN DE
GUADALUPE, porque nos regalaste tu propia imagen y quisiste quedarte con
nosotros para ser nuestro modelo y conducirnos a Cristo, Camino, Verdad y Vida
para todos los hombres.- Un Ave María.
Bendita seas, oh VIRGEN DE
GUADALUPE, porque quisiste quedarte en medio de nosotros para demostrarnos todo
tu amor y compasión y ser nuestro auxilio y defensa en todas nuestras
necesidades.- Un Ave María.
Bendita seas, oh VIRGEN DE
GUADALUPE, porque quisiste quedarte con nosotros para ser nuestra piadosa
Madre, oír nuestros lamentos y remediar todas nuestras miserias, penas y
dolores.- Un Ave María.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Virgen de Guadalupe, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”,
aquí estamos a tus pies para recordarte una vez más la gran promesa que hiciste
a tu siervo Juan Diego de escuchar siempre nuestras súplicas y remediar todas
nuestras necesidades.
Te
rogamos pues, Madre nuestra: que seamos fieles a nuestra fe y la vivamos; que
en cada uno de nosotros reine siempre Cristo y lo
sigamos; que haya Paz en nuestras familias; que puedan ver la eficacia de
tu misericordia todos los que, en medio de sus
sufrimientos, se encomiendan a Ti; que imitemos fielmente todas tus virtudes;
que crezca constantemente nuestro amor y confianza en Ti; y que, por fin, nos
alcances de Dios lo que especialmente queremos conseguir de tu bondad en
esta novena. Así sea.
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