(RV).- (audio) El Papa Francisco lograba reunir en una histórica oración este domingo en el Vaticano al presidente de Israel Simon Peres y al de Palestina Mahmoud Abbas. Francisco pidió a israelíes y palestinos “valor para decir sí al diálogo y no a la violencia”, “para derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo”, y apeló a la memoria de los hijos caídos en el conflicto de Oriente Próximo para rogarles un nuevo esfuerzo: “Para conseguir la paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra”.
Tanto Peres como Abbas coincidieron en que sus respectivos pueblos desean “ardientemente” la paz. “Una paz entre iguales”, dijo el presidente israelí. “Una paz para nosotros y para nuestros vecinos”, insistió el líder palestino. Sólo se trató de un acto de encuentro y oración para invocar juntos la paz, pero el Papa espera “que este encuentro pueda ser el comienzo de un camino nuevo en busca de lo que une, para superar lo que divide”.
Invocación final del Papa Francisco
“Hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra»; «con la guerra, todo queda destruido». Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz. Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz. Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén”.
Oigamos el testimonio de Mons. Celso Morga secretario de la Congregación para el Clero a propósito de esta reunión histórica en el Vaticano…
ER RV
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