2014-06-19
No es un
secreto que el Papa es un apasionado del fútbol. Por eso, explica la vida
cristiana con el lenguaje del deporte.
FRANCISCO
"Jesús
nos pide que le sigamos toda la vida, nos pide que seamos sus discípulos, que
'juguemos en su equipo'”.
Francisco
dice que para ser del equipo de Jesús hay que entrenarse y explica en qué
consiste esta preparación.
FRANCISCO
"¿Qué
hace un jugador cuando se le llama para formar parte de un equipo? Tiene que
entrenarse y entrenarse mucho. Así es nuestra vida de discípulos del Señor.
Estos son los entrenamientos para seguir a Jesús: la oración, los sacramentos y
la ayuda a los demás, el servicio a los demás”.
El fútbol
tiene momentos dulces y amargos. Por eso igual que en el deporte, en la vida lo
más importante no siempre es ganar sino reponerse de los fracasos.
FRANCISCO
"Y
si cometen un error en la vida, si se pegan un resbalón, si hacen algo que está
mal, no tengan miedo. Jesús, mira lo que hice, ¿qué tengo que hacer ahora? Pero
siempre hablen con Jesús, en las buenas y en las malas”.
Para un
aficionado al fútbol un buen puesto en el estadio no tiene precio. De igual
modo el Papa explica que para los cristianos no hay partidos gratis.
FRANCISCO
"Nos
pide que paguemos la entrada. Y la entrada es que nos entrenemos para 'estar en
forma', para afrontar sin miedo todas las situaciones de la vida, dando
testimonio de nuestra fe”.
Nunca es
fácil aceptar la derrota, sobre todo, cuando el juego no ha sido justo.
Pero la clave es, según Francisco, jugar un partido limpio.
FRANCISCO
"En
el juego, cuando se está en el campo, se encuentra la belleza, la gratuidad y
el compañerismo. Si a un partido le falta esto, pierde fuerza, aunque se gane”.
La meta
en cualquier campeonato es ganar. El trofeo es sinónimo de victoria, pero
Francisco recuerda que el cristiano puede ganar algo más importante.
FRANCISCO
"Jesús
nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo; ¡algo más grande que la Copa
del Mundo! Jesús nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda y feliz, y
también un futuro con él que no tendrá fin, allá en la vida eterna. Es lo que
nos ofrece Jesús”.
No es
novedad que el Papa hable de fútbol, también San Pablo, en sus cartas, invita a
correr como los atletas para ganar la corona de laurel que no se marchita.
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