Francisco
emplea
más tiempo en saludar a los fieles desde el papamóvil, que en su
catequesis, caracterizadas por ser breves pero claras.
"Te quiero mucho. Rezo por ti”.
En el
último miércoles antes de la fiesta de Pentecostés el Papa explicó un don
del Espíritu Santo que, señaló, es fácil de "malinterpretar”: El don
de la piedad.
FRANCISCO
"Porque algunos piensan que ser piadoso es
cerrar los ojos, poner cara de santo. ¿No? Y también hacer como que uno es
santo. ¿No? No, eso no es el don de la piedad”.
Francisco
dijo que la piedad es un don que da el Espíritu Santo a los que tratan a
Dios como un amigo.
FRANCISCO
"Una amistad que cambia nuestra vida y nos
llena de entusiasmo, de alegría. Por esto el don de la piedad suscita en
nosotros la gratitud y la alabanza. Y este es el motivo y el sentido más
auténtico del culto y la adoración”.
Agradecer,
adorar, amar. Tener un profundo y sincero trato con Dios ayuda también a
preocuparse más del prójimo.
FRANCISCO
"Si el don de la piedad hace crecer en la
relación y en la comunión con Dios y nos lleva a vivir como sus hijos, al mismo
tiempo nos ayuda a derramar este amor sobre los demás y a reconocerlos como
hermanos”.
Francisco
concluyó así el segundo acto multitudinario de la semana. A las 35.000
personas que acudieron a San Pedro para la audiencia general hay que sumar
las 50.000 que hubo el pasado domingo en el estadio Olímpico de
Roma.
El
viernes se calcula que Francisco se encontrará con 70.000 carabinieri y el
sábado y el domingo con 200.000. En total, al final de la semana, Francisco se
habrá visto con más de 355.000 personas.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
Texto completo de la catequesis del Papa Francisco en nuestro idioma:
Queridos hermanos y hermanas:
En la catequesis de hoy mencioné el don de la piedad. Esta palabra, “piedad”, no tiene aquí el sentido superficial con que a veces la utilizamos: tener lástima de alguien. No, no tiene ese significado.
La piedad, como don del Espíritu Santo, se refiere más bien a nuestra relación con Dios, al auténtico espíritu religioso de confianza filial, que nos permite rezar y darle culto con amor y sencillez, como un hijo que habla con su padre. Es sinónimo de amistad con Dios, esa amistad en la que nos introdujo Jesús, y que cambia nuestra vida y nos llena el alma de alegría y de paz.
Éste es el don que nos hace vivir como verdaderos hijos de Dios, nos lleva a amar también al prójimo y a reconocer en él a un hermano. En este sentido, la piedad incluye la capacidad de alegrarnos con quien está alegre y de llorar con quien llora, de acercarnos a quien se encuentra solo o angustiado, de corregir al que yerra, de consolar al afligido, de atender y socorrer a quien pasa necesidad.
Pidamos al Señor que este don de su Espíritu venza nuestros miedos y nuestras dudas, y nos convierta en testigos valerosos del Evangelio.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Guatemala, República Dominicana y otros países latinoamericanos. Que el Corazón de Jesús, al que está dedicado especialmente el mes de junio, nos enseñe a amar a Dios como hijos y al prójimo como hermanos. Gracias.
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