Los
Misterios Luminosos fueron instituidos por el Santo Padre Juan Pablo II
en la Enciclica Rosarium Virginis Mariae) en el año 2002 y nos
narran la vida pública de Nuestro Señor Jesucristo, ésta la contemplación nos
lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial "misterios
de luz". En realidad, todo el misterio de Cristo es luz. Él es
"la luz del mundo" (Jn 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta
sobre todo en los años de la vida pública, cuando Anuncia la venida del
Reino en medio de nosotros.
Se rezan los días Jueves
COMO REZAR EL SANTO ROSARIO
Para recitar el Rosario con verdadero
provecho se debe estar en estado de gracia o por lo menos tener la firme
resolución de renunciar al pecado.
ORACIÓN INICIAL:
VIRGEN DEL CARMEN, seguimos transitando el
camino de la plegaria y la reflexión hacia una meta, la de conocerte más y
amarte mejor. Ilumínanos, Señora de la luz, para redescubrirte cada día en el
misterio de Cristo y de la Iglesia.
Haz que, a través de la
experiencia espiritual del Carmelo, te contemplemos como Virgen orante que nos
enseña a acoger, meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios y como Madre
Espiritual que acompaña el desarrollo de nuestra existencia cristiana desde el
Bautismo hasta la plenitud que es Cristo.
Rosa del Carmelo perfúmanos en alma y cuerpo,
para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.
Estrella del mar, conduce nuestra
barquilla en la noche oscura del destierro hasta las playas luminosas de la
Patria.
Reina del cielo, que un día, junto a ti,
gocemos de una eternidad para proclamar la grandeza del Señor porque el
Poderoso hizo en ti maravillas. Amén.
Hacemos un minuto de silencio y elevamos al Señor nuestra acción de
gracias por todos los beneficios recibidos de su generosidad y depositamos con
confianza a los pies de nuestra Madre Santísima, todas nuestras intenciones
particulares, familiares, amigos y bienhechores, uniéndonos a las intenciones
de esta comunidad, por quienes confían en nuestras oraciones y por aquellos que
rezan por nosotros.
Meditemos con los ojos de María estos Sagrados Misterios
1. Mientras se sostiene el Crucifijo
hacer la Señal de la Cruz y luego recitar el Credo.
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.
2. En la primera cuenta grande
recitar un Padre Nuestro
EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y
líbranos del mal. Amén.
3. En cada una de las tres
siguientes cuentas pequeñas recitar un Ave María.
EL AVE MARÍA
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
4. Recitar un Gloria antes de la
siguiente cuenta grande.
EL GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Finalizamos cada misterio diciendo:
"Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo, Virgen sin mancilla,
singular Madre cariñosa, intacta de hombre,
a los carmelitas proteja tu nombre, estrella del mar”.
Anunciar
el Primer Misterio del Rosario
Primer Misterio: EL
BAUTISMO DE JESÚS EN EL RÍO JORDÁN: “Apenas
fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos,
y vio al Espíritu de Dios
descender como una paloma y dirigirse hacia Él.
Y se oyó una voz del cielo que decía: Éste es
mi Hijo muy querido,
en quien tengo puesta toda
mi predilección”. (Mt. 3,
16-17)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tú que fuiste preservada de toda
mancha de pecado,
concédenos mantener siempre nuestra alma libre de pecado.
Fruto: Purificación o espíritu de conversión
6. Recitar un Padre Nuestro en la
siguiente cuenta grande.
7. En cada una de las diez
siguientes cuentas pequeñas (una década) recitar un Ave María mientras se
reflexiona en el misterio;
8. Luego, recitar un Gloria y las
siguientes JACULATORIAS, dadas por la Virgen María en Fátima:
"María es Madre de gracia y Madre de
Misericordia …
En la vida y en muerte ampáranos Madre
Nuestra".
"Oh
mi buen Jesús, perdona nuestros pecados:
líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo
a todas las almas,
especialmente las más necesitadas de Tu
Misericordia."
9. Anunciar el Segundo Misterio del
Rosario
Segundo Misterio: LA AUTORREVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANÁ: “Y
como faltaba vino la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
Jesús le respondió: ¿qué tenemos que ver nosotros?. Mi hora no ha
llegado todavía. Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan todo lo que Él les
diga... Éste fue el primero de los signos de Jesús y lo hizo en Caná de
Galilea.
Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él”. (Jn. 2,
3-5, 11)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tú que intercediste ante
Tu Hijo en las bodas de Cana, intercede por nosotros para ser obedientes al
mandato de Jesús.
Fruto: acudir a la intercesión de María.
10.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el
Gloria mientras y las Jaculatorias.
11.
Anunciar
el Tercer Misterio del Rosario
Tercer Misterio: EL ANUNCIO DE
JESÚS SOBRE EL REINO DE DIOS Y SU INVITACIÓN A LA CONVERSIÓN: “Allí
proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: El Tiempo se ha cumplido: el
Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. (Mc.
1, 14-15)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tú que escuchaste las
Palabras de Tú Hijo mejor que nadie, enséñanos a tener ese espíritu
Evangelizador y a ser testigos de su Reino.
Fruto: testimonio y misión o crecer en espíritu misionero
12.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el
Gloria y las Jaculatorias.
13.
Anunciar
el Cuarto Misterio del Rosario
Cuarto Misterio: LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS EN EL MONTE
TABOR: “Mientras oraba, su rostro cambió
de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante... Desde
la nube se oyó entonces una Voz que decía: Éste es mi Hijo, el Elegido,
escúchenlo”. (Lc. 9, 29 y 35) María
Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el
decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial
(Lumen Gentium Cap. VIII 59)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tú que eres modelo de
contemplación, ayúdanos a que fijemos los ojos en el rostro de Jesús y que El
mismo nos descubra su fulgor Divino, reflejo del Padre.
Fruto: la contemplación o espíritu de oración
14.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio,
rezar el Gloria y las Jaculatorias.
15.
Anunciar
el Quinto Misterio del Rosario
Quinto Misterio: JESÚS INSTITUYE LA EUCARISTÍA: “Mientras comían, Jesús tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Tomen y
coman esto es mi Cuerpo. Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó
diciendo: Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre, la Sangre de la
Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados”. (Mt. 26,
26-28)
PETICIÓN:
VIRGEN DEL CARMEN: Tú que eres la compañera
privilegiada en el camino de la Fe, danos la gracia de buscar con frecuencia la
compañía de Jesús en la Eucaristía.
Fruto: amor a la Eucaristía.
Fruto: amor a la Eucaristía.
16.
En cada
una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera:
recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio,
rezar el Gloria y las Jaculatorias.
17. Cuando se ha concluido el quinto
misterio el Rosario suele terminarse con el rezo de la Salve
LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida y dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
L. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
Luego podemos rezar:
Bendita sea Tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza, a Tí Celestial Princesa, oh Virgen Sagrada María, yo
te ofrezco en éste día, alma, vida y corazón, míranos con compasión, no nos
dejes Madre mía y danos Tu Bendición, que sea la del Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo .
Amén.
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