1. EL AMOR Y LA PROTECCIÓN MATERNAL DE
MARÍA:
El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús
lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus
hijos.
Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y cuidado.
Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y cuidado.
Señal de que nos envuelve en su amor maternal.
Nos hace suyos. Nos cubre de la ignominia de nuestra desnudez
espiritual.
VEMOS EN LA BIBLIA:
-Dios cubrió con un manto a Adán y Eva después de que pecaron. (manto - signo de perdón)
-Jonás le dio su manto a David: símbolo de amistad -Elías dio su manto a Eliseo y lo llenó de su espíritu en su partida.
-S. Pablo: revístanse de Cristo: vestirnos con el manto de sus virtudes.
2. PERTENENCIA A MARÍA:
Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos.
El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a
María.
CONSAGRACIÓN: ´pertenecer a María´ es reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y
en su corazón. Así podremos ser usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo.
-En 1950 el Papa Pío XII escribió acerca del escapulario:
María.
CONSAGRACIÓN: ´pertenecer a María´ es reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y
en su corazón. Así podremos ser usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo.
-En 1950 el Papa Pío XII escribió acerca del escapulario:
"que el escapulario sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón
de María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan
peligrosos". Quien usa el escapulario debe ser consciente de su
consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en sus pensamientos,
palabras y obras.
Dice Jesús: "Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga
ligera". (Mt 11:29). El escapulario simboliza ese yugo que Jesús
nos invita a cargar, pero que María nos ayuda a llevar. El escapulario es un
signo de nuestra identidad como cristianos, vinculados íntimamente a la Virgen
María con el propósito de vivir plenamente nuestro Bautismo. Representa nuestra
decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero
adaptado a la propia vocación, lo que exige que seamos pobres, castos y
obedientes por amor.
Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para conseguirnos las
gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos a las necesidades
de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta es el cielo y que todo lo de este mundo pasa. En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras
manos e invocamos la asistencia de la Madre.
Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para conseguirnos las
gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos a las necesidades
de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta es el cielo y que todo lo de este mundo pasa. En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras
manos e invocamos la asistencia de la Madre.
Kilian Lynch, antiguo general de la Orden dice: "No lleguemos a la
conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder
sobrenatural que nos salvará a pesar de lo que hagamos o de cuanto
pequemos...Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia
suplicante de la Madre de la Misericordia."
3. EL SUAVE YUGO DE CRISTO:
-El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.
Quien lleva el escapulario debe identificarse como católico sin temor a los rechazos y dificultades que ese yugo le traiga.
Se debe vivir lo que significa
El escapulario es un signo de nuestra identidad como católicos, vinculados íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente según
nuestro Bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación. Esto requiere
que seamos pobres (un estilo de vida sencillo sin apegos materiales), castos y obedientes por amor a Dios.
En momentos de tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre, resueltos a ser fieles al Señor.
Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido.
IMPOSICIÓN DEL ESCAPULARIO:
El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice:
"Recibe este Escapulario Bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna"
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