2016-07-01
"Y
yo le canto, y yo le danzo y le doy mi corazón. Mis alegrías, mis trabajos, yo
le entrego todo le que soy”.
Como ven, no son una comunidad de monjas cualquiera. Difunden el
Evangelio a través de los nuevos medios de comunicación y usan la música como
vehículo principal.
Son las Hermanas Comunicadoras Eucarísticas del Padre Celestial y viven
en Cali, Colombia. Fueron fundadas por el Padre Antonio Lootens, de Bélgica, y
la Madre Gabriela del Amor, de Colombia hace poco más de una década.
HERMANA
NATASHA
"Es
algo que nace también de nuestros fundadores, fueron inspirados por el Papa
Juan Pablo II cuando decía que tenía que haber personas dedicadas a evangelizar
en los medios de comunicación, precisamente por la fuerza que tiene esto para
llegar a las almas. El Padre Antonio nos decía que hoy en día las personas ya
no leen libros, están en otro ámbito, están en el mundo de las comunicaciones.
Y la gente toma de este mundo sus conceptos, sus razones para vivir. Y es ahí
cuando el Papa nos recalca que en estos medios debe estar el Evangelio, debe
estar Cristo”.
En ese trabajo entra también el Jubileo de la Misericordia, con una
canción que tenían guardada desde hace tiempo. Ahora es el último vídeo musical
que se puede ver en su cuenta de Youtube.
"Tu
misericordia y tu compasión, oh Dios. Recibe mi miseria en tu corazón”.
HERMANA
JERUT
"Surgió
antes del Año de la Misericordia, pero no le dimos esa fuercita antes. Estaba
ahí, en standby. Y surgió el Año Santo y creímos que era un regalo del Señor.
Dijimos: 'Hay que grabarlo'. Y fue lo último que se publicó en redes sociales”.
Son una comunidad contemplativa-activa. Rezan por las noches y trabajan
durante el día, pero su labor no se queda en la música. Funcionan como una
televisión dedicada a transmitir a Dios. Así lo hacen a través de Youtube.
"Recuerda:
Dad gratis lo que has recibido gratis. No te dé pena hablar de tu fe, no te dé
pena publicar estos mensajes del Evangelio”
Dicen que no quieren convencer a nadie de que tomen su camino, solo dar
un testimonio de lo felices que son por haber entregado su vida a Dios.
"Cómo
sería una fiesta en el Cielo, me preguntaba mientras oraba. Jesús me contesta a
todo en un sueño y te lo quiero compartir, para cantar junto a tí. Teresita
recogiendo flores, Francisco hablando con las palomas, Tomás escribiendo un
libro, Antonio buscando lo que había perdido”.
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