¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

sábado, 22 de junio de 2013

"EL CORAZÓN SE CANSA SI BUSCA SU TESORO SÓLO EN COSAS MATERIALES": PAPA FRANCISCO CON EXTRACTO DE LA HOMILIA (Fuente: Radio Vaticana)

21 de junio, 2013 (Romereports.com)
El Papa Francisco explicó durante la Misa en Casa Santa Marta que Dios ha creado al hombre con un corazón inquieto que busca tesoros, pero que es fácil equivocarse y ver como tesoros cosas que no hacen feliz al  hombre.
PAPA FRANCISCO

“El Señor nos ha hecho inquietos para que lo busquemos, para que lo encontremos, para crecer. Pero nuestro tesoro no es un tesoro que no esté cerca del Señor, que no sea del Señor, nuestro corazón se inquieta por las cosas que no funcionan, por estos tesoros... Mucha gente -también nosotros- estamos inquietos por alcanzar esto, por llegar a esto... y al final nuestro corazón se cansa, nunca está lleno. Se cansa, se vuelve perezoso, se convierte en un corazón sin amor. El cansancio del corazón. Pensemos en ello. Yo, ¿qué tengo?: ¿un corazón cansado, que sólo quiere acomodarse, tres o cuatro cosas, una buena cuenta bancaria, esto, aquello otro? ¿O un corazón inquieto, que siempre busca más allá de las cosas que no puede poseer, las cosas del Señor? Es necesario cuidar siempre esta inquietud del corazón”.

El Papa bromeó para explicar que las verdaderas riquezas son aquellas que no desaparecen tras la muerte y dijo que él nunca ha visto a un camión de mudanzas detrás de un cortejo fúnebre.

EXTRACTO DE LA HOMILIA
(Fuente: Radio Vaticana)
“Aquel tesoro que hemos dado a los otros, eso nos lo llevamos. Y ese será nuestro mérito, entre comillas, ¡porque nuestro mérito es de Jesucristo en nosotros! Y eso debemos llevarlo. Es lo que el Señor nos permite llevar. El amor, la caridad, el servicio, la paciencia, la bondad, la ternura son tesoros bellísimos: son los que nos llevamos, los demás no”.

El Señor nos ha hecho inquietos para que lo busquemos, para que lo encontremos, para crecer. Pero nuestro tesoro no es un tesoro que no esté cerca del Señor, que no sea del Señor, nuestro corazón se inquieta por las cosas que no funcionan, por estos tesoros... Mucha gente -también nosotros- estamos inquietos por alcanzar esto, por llegar a esto... y al final nuestro corazón se cansa, nunca está lleno. Se cansa, se vuelve perezoso, se convierte en un corazón sin amor. El cansancio del corazón. Pensemos en ello. Yo, ¿qué tengo?: ¿un corazón cansado, que solo quiere acomodarse, tres o cuatro cosas, una buena cuenta bancaria, esto, aquello otro? ¿O un corazón inquieto, que siempre busca más allá de las cosas que no puede poseer, las cosas del Señor? Es necesario cuidar siempre esta inquietud del corazón”.

“Todos estos trozos del corazón que son de piedra, que el Señor los haga humanos. Con esa inquietud, con ese ansia buena de ir adelante, buscándolo a Él y dejándose buscar por Él. ¡Que el Señor nos cambie el corazón! Y así nos salvará. Nos salvará de los tesoros que no nos pueden ayudar en el encuentro con Él, en el servicio a los demás, y también nos dará la luz para conocer y juzgar según el verdadero tesoro: su verdad. Que el Señor nos cambie el corazón para buscar el verdadero tesoro y así convertirnos en personas luminosas y no en personas de las tinieblas”.


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