Por
Nieves San Martín
CIUDAD
DEL VATICANO, lunes 22 octubre 2012 (ZENIT.org).-
"Como
Madre de la Iglesia no la podemos soslayar en la Nueva Evangelización en su
calidad original de Portadora de la Palabra y del Espíritu, transmitiendo
gozo", subrayó.
Y
explicó: "La Visitacion resalta: 1) la figura de María como la primera mujer
laica misionera con participación activa protagónica (DA, 364).
2) La
reacción de María al instante: escucha la Palabra y se pone en acción (Lc.
8,19-21; 11,27s).
3) Su
permanencia con Isabel habla de amor, paciencia, dedicación y espíritu de
servicio (Lc. 1, 56).
4) Cómo
María visita hoy a sus hijos, transmitiendo a Cristo (DA, 553s).
5) Una
N.E. con obras, y no sólo con palabras, con su estancia de tres meses
posibilitó un encuentro prolongado de Isabel y su entorno familiar con la
Palabra hecha carne en la cotidianeidad.
6) Un
modelo sencillo (paradigma) de una nueva Iglesia en Misión Permanente, que se
presenta más maternal, más acogedora, más humilde, pobre y servicial, en medio
de sus hijos, en camino con el Pueblo de Dios, enseñando a vivir en Comunión
(DA,362)".
"Hoy
María es la protagonista de una Nueva Visitación, a los hogares de nuestros
pueblos. Esta Nueva Visitación será bien acogida, a semejanza de la reacción de
Isabel que con humildad y goze salió a recibir a María, preguntándose “quien
era ella para que viniera a visitarla la Madre de su Señor” (Lc. 1,43). Las
personas que visitan casa por casa ya están siendo bien recibidas en aquellas
parroquias donde se realiza la Misión Permanente con esa modalidad (DA, 550).
5) La Palabra hecha carne va de casa en casa. Esta es la imagen de la N.E.,
producto de la Conversión Pastoral: la Iglesia como Madre, va al encuentro de
sus hijos dispersos (DA, 370). Este método trae un nuevo ardor. Es una expresión
eclesial que despierta mucha vida. Es como una onda expansiva, que sola se abre
camino en los barrios", concluyó.
La escena
de la Visitación, como ejemplo de quien porta la Buena Noticia, fue también
puesto de manifiesto por monseñor Paul Desfarger SJ, obispo de Constantine,
Argelia.
"En
El Magreb --dijo- consideramos la escena de la Visitación como el paradigma de
la misión. Adondequiera que vaya María, la precede el Espíritu Santo, que es
siempre el maestro del encuentro".
"Nuestras
Iglesias se hace siervas del Reino de Dios. La Iglesia es testigo y sierva de
la obra de Dios en la humanidad. El Espíritu le concede el don de maravillarse
de la fe del otro y de los frutos que produce en su vida, como nos recuerda la
conversión del bienaventurado Charles de Foucauld", afirmó.
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