“Por
la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios
Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo y
del
Espíritu Santo. Amén”.
Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo,
pedimos humildemente perdón al Señor por nuestras faltas (silencio…) y decimos:
“Pésame, Dios mío, y me arrepiento
de todo corazón por haberos ofendido – Pésame por el infierno que merecí y por
el cielo que perdí – pero mucho más me pesa – porque pecando ofendí a un Dios
tan bueno – y tan grande como Vos. – Antes querría haber muerto que haberos
ofendido, y propongo firmemente no pecar más – y evitar todas las
ocasiones próximas de pecado. Amén”.
ORACIÓN PREPARATORIA
(para todos los días)
(para todos los días)
Oh Nuestra Señora de Fátima, en mi pobreza, en mi destierro, en mis
sinsabores, te contemplo como arco iris de esperanza, de paz y de protección.
Sé mi consuelo en la lucha y en los peligros; mi luz en la oscuridad; mi escudo
en las batallas contra las pasiones, el mundo y el demonio. Sálvame y salva a todos los pecadores. Así sea.
DÍA NOVENO:
La
Santísima Virgen en ésta aparición dice a los tres niños:
"Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me
construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario".
Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade:
Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade:
"Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus
pecados".
Y tomando un aire de tristeza la Santísima Virgen dijo estas sus últimas palabras de las apariciones:
Y tomando un aire de tristeza la Santísima Virgen dijo estas sus últimas palabras de las apariciones:
“QUE NO OFENDAN MAS A DIOS QUE YA ESTA MUY OFENDIDO”
(Lucía
afirma que de todas las frases oídas en Fátima, esta fue la que más le
impresionó).
Prueba la
verdad de sus apariciones con el milagro del sol danzando por los espacios.
Asombró a los 70 mil peregrinos que contemplaron el espectáculo.
COMPROMISO:
Oh, Nuestra Señora de Fátima, quiero vivir tu Mensaje Celestial y además
practicarlo para merecer tu protección y lograr la ansiada Paz mundial.
SÚPLICA FINAL
Oh dulcísima Reina del mundo. Madre de Dios y nuestra, que al aparecerte con rostro dolorido a los tres niños pastorcitos, nos has pedido la fiel observancia de los Mandatos divinos, el rezo cotidiano del Rosario, la reparación y la consagración a su Inmaculado Corazón, a fin de conseguir la ansiada paz mundial; impulsado por el filial anhelo de contemplarte, acudo a prometerte la leal correspondencia a tus deseos, y a implorar que protejas al Papa, a los Obispos y a los Sacerdotes, a los religiosos y demás fieles cristianos. Orienta, bondadosa Reina de la Paz, a los gobernantes, convierte a los pecadores y paganos, consuela a los afligidos y perseguidos.
Cura, Oh Virgen de las fuentes milagrosas, a los enfermos, asiste a los
agonizantes y alivia a las almas del Purgatorio.
Te ruego, en fin, Oh Blanca y Peregrina Señora del Rosario, por todas
mis necesidades… (pida cada uno la
gracia que desee alcanzar).
Yo, confiado en tu omnipotencia suplicante, me abandono en tus amorosos
brazos. Recíbeme, como hijo, en tu maternal regazo,
y no me desampares en la vida ni en la muerte. Así sea.
¡Nuestra Señora de Fátima, Salud
de los enfermos;
ruega por nosotros!
ruega por nosotros!
¡Oh dulce Corazón de María, sé la
salvación del alma mía!
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