Los
Misterios Gloriosos nos recuerdan el triunfo de Nuestro Señor Jesucristo sobre
la muerte: su Resurrección, el inicio de la Iglesia y la glorificación de María
su Santísima Madre.
COMO REZAR EL SANTO ROSARIO
Para recitar el Rosario con verdadero
provecho se debe estar en estado de gracia
o por lo menos tener la firme resolución de renunciar al pecado.
- MIENTRAS SE SOSTIENE EL CRUCIFIJO NOS HACEMOS LA SEÑAL DE LA CRUZ:
“Por
la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios
Nuestro.En el Nombre + del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.
- LUEGO RECITAR EL CREDO.
CREDO DE
LOS APOSTOLES
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su Único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos, está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne, y en la vida eterna. Amén.
- SE DICE LA INTENCIÓN:
“OFRECEMOS ESTE SANTO ROSARIO POR LAS SIGUIENTES INTENCIONES: (Y AQUÍ
NOMBRAMOS LAS INTENCIONES)
- LUEGO DECIMOS EL MISTERIO:
EN EL PRIMER MISTERIO CONTEMPLAMOS...
(NOMBRAMOS EL MISTERIO QUE CORRESPONDE AL DÍA (*)
Y HACEMOS UN MOMENTO DE SILENCIO PARA SITUARNOS
MENTALMENTE EN LA ESCENA QUE VAMOS A CONTEMPLAR;
Y REZAMOS:
EL PRIMER MISTERIO ES LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO:
Al entrar al sepulcro,
vieron a un joven sentado a la derecha,
vestido con una túnica
blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo:
“No teman. Ustedes buscan a
Jesús de Nazaret, el Crucificado.
Ha resucitado, no está
aquí.
(Mc. 16, 5-6)
Si por el pecado hubiéramos muerto a la gracia, pidamos a la Virgen
María resucitar con Cristo, por medio de una sincera confesión.
- EN LA PRIMERA CUENTA GRANDE
RECITAR UN PADRE NUESTRO
PADRENUESTRO:
“Padre
nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre – venga a nosotros tu
Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan
de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén”.
- EN
CADA UNA DE LAS DIEZ SIGUIENTES CUENTAS PEQUEÑAS
(UNA DECENA) RECITAR UN AVE MARÍA
MIENTRAS SE REFLEXIONA EN EL
MISTERIO;
10 AVEMARÍAS:
“Dios
te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita Tú eres
entre todas las mujeres, - y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. – Santa
María, Madre de Dios, - ruega por nosotros pecadores – ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén”.
- LUEGO, RECITAR UN GLORIA
GLORIA:
“Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo – como era en un
principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén”.
- Y LAS SIGUIENTES JACULATORIAS,
DADAS POR LA VIRGEN MARÍA EN
FÁTIMA:
"María es Madre de gracia y
Madre de Misericordia …
En la vida y en muerte ampáranos
Madre Nuestra".
"Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados: líbranos del fuego del
infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente las más
necesitadas de Tu Misericordia."
- ANUNCIAR EL SEGUNDO MISTERIO DEL ROSARIO
EL SEGUNDO MISTERIO CONTEMPLAMOS LA ASCENSIÓN DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO A LOS CIELOS:
“Ustedes son testigos de
todo esto. Y Yo les enviaré lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la
ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto”. Después
Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los
bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo”.
(Lc. 24, 48-51)
- En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera: recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el Gloria mientras y las Jaculatorias
- ANUNCIAR EL TERCER MISTERIO DEL ROSARIO
EL TERCER MISTERIO ES LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO
SOBRE
MARÍA SANTÍSIMA Y EL COLEGIO APÓSTOLICO:
“Al llegar el día de
Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del
cielo un ruido semejante a una ráfaga de viento que resonó en toda la casa
donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que
descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del
Espíritu Santo”.
(Hechos 2, 1-4)
Pidamos a la Santísima Virgen que el Espíritu Santo nos ilumine para
cumplir siempre la voluntad de Dios.
- En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera: recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, el Gloria y las Jaculatorias.
- ANUNCIAR EL CUARTO MISTERIO DEL ROSARIO
EN EL CUARTO MISTERIO CONTEMPLAMOS LA ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA
A LOS CIELOS:
“Finalmente, la Virgen
Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, terminado el
decurso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”
(Lumen Gentium Cap. VIII
59)
Pedimos a Dios, vivir como lo hizo María aquí en la tierra, con
sencillez y humildad, para alcanzar una santa muerte. Pidamos a la Santísima Virgen la virtud de la
obediencia.
- En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera: recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, rezar el Gloria y las Jaculatorias.
- ANUNCIAR EL QUINTO MISTERIO DEL ROSARIO
EN ÉSTE QUINTO MISTERIO CONTEMPLAMOS LA CORONACIÓN DE
MARÍA
SANTÍSIMA COMO REINA UNIVERSAL DE TODO LO CREADO:
“...Y ensalzada por el Señor como Reina universal con el fin de que se
asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del
pecado y de la muerte”. (Lumen Gentium Cap. VIII
59)
Pidamos a Dios la verdadera y filial devoción a María y la gracia de
imitar fielmente sus virtudes, para alcanzar el cielo
- En cada una de las siguientes décadas recitar las oraciones de la misma manera: recitar el Padre Nuestro, diez Ave Marías mientras se medita en el misterio, rezar el Gloria y las Jaculatorias.
- LUEGO DECIMOS:
“Por las intenciones del Santo Padre y para ganar las santas
indulgencias”
EN LA PRIMERA CUENTA GRANDE RECITAR UN
PADRE NUESTRO
EL PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y
líbranos del mal. Amén.
.
Y LUEGO EN CADA UNA DE LAS TRES SIGUIENTES CUENTAS PEQUEÑAS RECITAR UN AVE MARÍA
Y LUEGO EN CADA UNA DE LAS TRES SIGUIENTES CUENTAS PEQUEÑAS RECITAR UN AVE MARÍA
EL AVE MARÍA
Dios te salve María, llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
RECITAR UN GLORIA ANTES DE LA SIGUIENTE CUENTA GRANDE.
EL GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es ahora y siempre por los siglos de los
siglos. Amén.
19. Cuando se ha concluido el quinto misterio el Rosario suele terminarse con el rezo de la Salve
LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia, Vida y dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
L. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
Luego podemos rezar:
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén."
Luego podemos rezar:
BENDITA SEA TU PUREZA
Bendita sea Tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza, a Ti Celestial Princesa, oh Virgen Sagrada María, yo
te ofrezco en éste día, alma, vida y corazón, míranos con compasión, no nos
dejes Madre mía y danos Tu Bendición, que sea la del Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo.
Amén.
Los
Misterios Gozosos son meditados los lunes y sábados, los domingos de Adviento y
domingos después de la Epifanía hasta la Cuaresma.
Los Misterios Dolorosos son meditados los martes y viernes, y los domingos en Cuaresma.
Los Misterios Dolorosos son meditados los martes y viernes, y los domingos en Cuaresma.
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