¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

martes, 10 de diciembre de 2013

EL PAPA, EN LA PLAZA DE ESPAÑA, PARA REZAR A LA INMACULADA

Una multitud recibió al Papa en la Plaza de España en el día de la Inmaculada Concepción. Fue la primera visita de Francisco a este lugar.

El Papa fue dando y recibiendo continuas muestras de cariño. Durante el camino esta anciana le lanzó al Papa una rosa blanca y el Papa la recogió y se la devolvió. Luego, siguió caminando.

Durante la breve ceremonia el Papa dirigió una sencilla oración a la Virgen. Pidió que ayude a los enfermos, los pobres y los ancianos.

PAPA FRANCISCO

"Ayúdanos a permanecer en escucha atenta de la voz del Señor: Que el grito de los pobres no nos deje nunca indiferentes. Que el sufrimiento de los enfermos y de los necesitados no nos encuentre distraídos. Que la soledad de los ancianos y la fragilidad de los niños nos conmueva, que toda vida humana sea para todos nosotros siempre amada y venerada”.

Después de la ceremonia, y a pesar del retraso, el Papa saludó a algunos ancianos y enfermos.

Entre cartas y rosas, abrazos y besos, la gente se volcó de lleno con el Papa y se pudieron ver momentos entrañables como cuando esta mujer lloró de la emoción al estar con Francisco.

A continuación, el Papa se dirigió a la basílica de Santa María Mayor, la patrona de Roma. Es la sexta vez que va a esta basílica desde su elección.

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