RV).- (con audio ) «Tenemos que demostrar que la paz es posible, no es una utopía». Y «como nos pide el Papa Francisco, la Iglesia está comprometida en construir con todos una humanidad que sea una verdadera familia, en la que el diálogo prevalezca sobre guerras y contrastes». El Secretario de Estado de Su Santidad, Mons. Pietro Parolin, en su primer encuentro con el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, este viernes, hizo hincapié en el Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de la Paz y en su Exhortación Apostólica «La alegría del Evangelio». En un encuentro que estuvo marcado también por la gratitud de Mons. Parolin a los embajadores por sus parabienes con motivo de su nombramiento, el prelado aseguró su «plena disponibilidad para colaborar en la búsqueda de la paz y del respeto de la dignidad de todo ser humano». ‘Colaborar’ fue la palabra clave de Mons. Parolin, que señaló que en particular en un momento en que tantas regiones del mundo están heridas por la guerra y la pobreza, como exhorta sin cesar el Papa «no podemos permanecer indiferentes ante el sufrimiento que afecta dramáticamente a tantos seres humanos».
«Nous devons montrer que la paix est posible ... Tenemos que demostrar que la paz es posible, no es una utopía. La paz, es un bien concreto que viene de Dios y que podemos ayudar a construir gracias a nuestro compromiso personal y solidario. Por esta razón – reiteró Mons. Parolin – «es necesario trabajar juntos para construir una verdadera cultura de la paz respondiendo con valentía a los retos que ponen en peligro una auténtica convivencia entre las personas y los pueblos.
Monseñor Parolin recordó que la felicidad es «una de las aspiraciones más profundas del hombre». Y se preguntó si la «misión de los diplomáticos no es precisamente la de trabajar para que el mundo sea más feliz», a través de «relaciones cada vez más fraternales».
«Comme l'a exprime bien des fois el Pape François...»
«Como ha explicado tantas veces el Papa Francisco – afirmó también Mons. Parolin - todo ser humano es creado para la alegría. Y la encontramos también en los progresos hacia la paz y hacia la concordia entre los pueblos. Es la alegría del encuentro y del compartir, del diálogo y de la reconciliación. Esta es la humanidad que queremos construir juntos»
«Une humanité qui soit une veritable famille...
Una humanidad que sea una verdadera familia, donde el diálogo prevalezca sobre la guerra para sanar controversias, donde la fuerza de los poderosos sostenga la debilidad de los más pequeños. Una humanidad donde la fuerza de los débiles remedir la debilidad de los fuertes. Sabemos - añadió Mons. Parolin – cuánto los hombres y mujeres de nuestro tiempo necesitan encontrar en su propio camino a personas realmente fraternas, que les puedan brindar una esperanza para el porvenir. Y el Papa Francisco quiere que los cristianos sea estas personas»
«Il veut que l' Eglise annonce, témoigne et porte la joie...
Él quiere que la Iglesia anuncie, testimonie y lleve la alegría. Quiere un Iglesia con las puertas abiertas, símbolo de la luz, de la amistad, de la alegría, de la libertad y la confianza. Él quiere una Iglesia menos preocupada en fortalecer sus fronteras. Una Iglesia que cree el encuentro y comunique la alegría del Evangelio. Al acercarse la Navidad, Mons. Parolin deseó a los embajadores «paz y alegría», para que sus pueblos puedan progresar hacia un futuro mejor»
(CdM – RV)
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