2016-10-17
Ante
7.000 ancianos Francisco recordó al mundo que no puede mirar a otro lado ante
su fragilidad. Ellos formaron como padres a las generaciones que hoy gobiernan
y como abuelos todavía tienen mucho que aportar.
FRANCISCO
"Cuántos abuelos cuidan de los
nietos, transmitiendo con sencillez a los más pequeños la experiencia de la
vida, los valores espirituales y culturales de una comunidad y de un pueblo”.
Dijo que
en un mundo que solo mira la fuerza y las apariencias el testimonio de los
ancianos es muy importante: enseñan que cada etapa de la vida tiene un
significado.
FRANCISCO
"Como personas de la así llamada
"tercera edad”, vosotros, o mejor dicho, nosotros, porque yo también formo
parte de ella, estamos llamados a trabajar por el desarrollo de la cultura de
la vida, demostrando que cada etapa de la existencia es un don de Dios y que
(esta etapa) tiene su propia belleza y su importancia, aunque esté marcada por
la fragilidad”.
Francisco agradeció a las instituciones que cuidan de los ancianos su
dedicación y su trabajo pero al mismo tiempo fue exigente. Dijo
que todavía se puede hacer mucho más para que la dignidad de los ancianos sea
valorada y respetada contra quienes los marginan por considerarlos
improductivos.
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