2016-10-19
El Papa explicó la primera obra de misericordia: dar de beber al
sediento y de comer al hambriento. Dijo que la sociedad de nuestros días está
anestesiada por un excesivo apegamiento a la cultura del bienestar,
que vuelve a las personas "insensibles” a las necesidades ajenas.
Dios, dijo, está en el que sufre, en el que tiene sed y tiene hambre. Un
cristiano, señaló, tiene que reconocer a Dios en esa persona.
CATEQUESIS
DEL PAPA EN ESPAÑOL:
"Queridos
hermanos y hermanas :
Como hemos
escuchado en la Carta de Santiago, hay situaciones de necesidad entre nosotros
que requieren una respuesta inmediata y urgente, como: dar de comer al
hambriento, dar de beber al sediento; ambas son obras de misericordia
corporales. Es muy dura la experiencia del hambre y la sed, y desgraciadamente
es una realidad actual y cercana a nosotros. Cada día encontramos personas que
sufren estos males y necesitan nuestra ayuda.
Jesús nos enseña a
responder a estas necesidades con su ejemplo, y nos recuerda que «él es el pan
de vida» y «quien tenga sed venga mí». Él mandó a sus discípulos que dieran de
comer a la multitud, pero ellos sólo tenían cinco panes y dos peces. Jesús
pronunció sobre estos la bendición y los partió, y al distribuirlos, todos
quedaron saciados. Su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando
damos nuestro poco al hermano necesitado se hace presente la ternura y la
misericordia de Dios.
Saludo cordialmente
a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de
España y
Latinoamérica. Los invito a salir al encuentro de las necesidades más básicas
de los que encuentren a su camino, dando lo poco que tienen. Dios, a su vez,
les corresponderá con su gracia y los colmará de una auténtica alegría. Muchas
gracias”.
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