¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

domingo, 6 de septiembre de 2015

CURADOS DE LA SORDERA DEL EGOÍSMO Y DEL MUTISMO DE LA CERRAZÓN EN SÍ MISMOS, SOMOS INSERIDOS EN LA IGLESIA: TRADUCCIÓN DEL ITALIANO DE LAS PALABRAS DEL PAPA ANTES DE LA ORACIÓN DEL ÁNGELUS

Jesús cura un sordo mudo - RV
06/09/2015 11:58
Jesuita Guillermo Ortiz - RADIO VATICANA El sordomudo llevado a Jesús “es símbolo del no creyente que realiza un camino hacia la fe”, dijo el Obispo de Roma, refiriéndose al Evangelio de Marcos en el capítulo 7, del domingo 6 de setiembre de 2015. La sordera “expresa la incapacidad de escuchar y de comprender no solamente las palabras de los hombres, sino también la Palabra de Dios”, explicó.

TRADUCCIÓN DEL ITALIANO DE LAS PALABRAS DEL PAPA ANTES DE LA ORACIÓN DEL ÁNGELUS

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy (Mc 7,31-37) relata la curación de un sordomudo por parte de Jesús, un evento prodigioso que muestra cómo Jesús restablece la plena comunicación del hombre con Dios y con los otros hombres.
El milagro está ambientado en la zona de la Decápolis, es decir, en pleno territorio pagano; por lo tanto, aquel sordomudo que es llevado a Jesús se transforma en el símbolo del no-creyente que cumple un camino hacia la fe. En efecto, su sordera expresa la incapacidad de escuchar y de comprender no sólo las palabras de los hombres, sino también la Palabra de Dios. Y San Pablo nos recuerda que “la fe nace de la escucha de la predicación” (Rm. 10,17).
La primera cosa que Jesús hace es llevar a aquel hombre lejos de la muchedumbre: no quiere hacer publicidad al gesto que está por realizar, pero no quiere tampoco que su palabra sea cubierta por el bullicio de las voces y de las habladurías del ambiente. La Palabra de Dios que Cristo nos transmite tiene necesidad de silencio para ser escuchada como Palabra que sana, que reconcilia y restablece la comunicación.

Se evidencian después dos gestos de Jesús. Él toca las orejas y la lengua del sordomudo. Para restablecer la relación con aquel hombre “bloqueado” en la comunicación, busca primero restablecer el contacto. Pero el milagro es un don que viene de lo alto, que Jesús implora al Padre; por esto, levanta los ojos al cielo y ordena: “¡Ábrete!”  Y las orejas del sordo se abren, se desata el nudo de su lengua y comienza a hablar correctamente (cfr. v. 35).
La enseñanza que obtenemos de este episodio es que Dios no está cerrado en sí mismo, sino que se abre y se pone en comunicación con la humanidad. En su inmensa misericordia, supera el abismo de la infinita diferencia entre Él y nosotros, y sale a nuestro encuentro. Para realizar esta comunicación con el hombre, Dios se hace hombre: no le basta hablarnos a través de la ley y de los profetas, sino que se hace presente en la persona de su Hijo, la Palabra hecha carne. Jesús es el gran “constructor de puentes” que construye en sí mismo el gran puente de la comunión plena con el Padre.

Pero este Evangelio nos habla también de nosotros: a menudo nosotros estamos replegados y encerrados en nosotros mismos, y creamos tantas islas inaccesibles e inhospitalarias. Incluso las relaciones humanas más elementales a veces crean realidades incapaces de apertura recíproca: la pareja cerrada, la familia cerrada, el grupo cerrado, la parroquia cerrada…Y aquello no es de Dios. Esto es nuestro, es nuestro pecado.

Sin embargo en el origen de nuestra vida cristiana, en el Bautismo, están precisamente aquel gesto y aquella palabra de Jesús: “¡Effatá!” – “¡Ábrete!”. Y el milagro se cumplió: fuimos curados de la sordera del egoísmo y del mutismo de la cerrazón y del pecado y fuimos inseridos en la gran familia de la Iglesia; podemos escuchar a Dios que nos habla y comunicar su Palabra a cuantos no la han escuchado nunca o a quien la ha olvidado, o sepultado bajo las espinas de las preocupaciones y de los engaños del mundo.

Pidamos a la Virgen Santa, mujer de la escucha y del testimonio alegre, que nos sostenga en el compromiso de profesar nuestra fe y de comunicar las maravillas del Señor a quienes encontramos en nuestro camino.
(Traducción de italiano: María Cecilia Mutual - RV)


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