(RV).-
(audio) Cuidémonos de la vanidad que nos aleja de la verdad y nos
hace parecer como una burbuja de jabón. Lo dijo el Papa Francisco en la
misa de la mañana de este jueves en la Casa Santa Marta. El Pontífice,
basándose en el pasaje del libro de Eclesiastés en la primera lectura,
señaló que, aun cuando lo hacen bien, los cristianos deben evitar la
tentación de aparentar, de “hacerse ver".
Si tú, "no tienes algo
consistente, también tú pasarás como todas las cosas”. Papa Francisco
tomó el ejemplo del libro de Eclesiastés para detenerse sobre la
vanidad. Una tentación, señaló, que existe no sólo para los paganos,
sino también para los cristianos, para "la gente de fe." Jesús, recordó
el Papa, "regañó mucho" a los que se jactaban. Para los doctores de la
ley, añadió, decía que no deben "pasearse por las plazas" con "ropa de
lujo" como "príncipes". Cuando tu rezas, ponía en guardia el Señor: "Por
favor, no te hagas ver, no reces porque te vean”, “ora en secreto,
entra en tu cuarto”. Lo mismo, dijo el Papa, se debe hacer cuando ayudas
a los pobres: "No toques trompeta, hazlo a escondidas”. “El Padre lo
ve, es suficiente".
«Pero el vanidoso: ‘pero mira, yo doy este
cheque para las obras de la Iglesia’ y hace ver el cheque; luego estafa
por otra parte a la Iglesia. Es lo que hace el vanidoso: vive para
aparentar. ‘Cuando ayunes – les dice el Señor a éstos – por favor no te
hagas el melancólico, el triste, para que todos se den cuenta. Haz
penitencia con alegría, para que nadie se dé cuenta. Y la vanidad es
así: es para aparentar, vivir para hacerse ver.»
"Los cristianos
que viven así - continuó – para aparentar, por la vanidad, parecen
pavos, se pavonean”. Se dice “yo soy cristiano, yo soy familiar de aquel
cura, de aquella monja, de ese obispo, mi familia es una familia
cristiana”. "Se jactan". Pero - pregunta el Papa – ¿tu vida con el
Señor? ¿Cómo rezas? Tu vida con las obras de misericordia, ¿cómo va?
¿Visitas a los enfermos? “La verdad”. Es por esto que Jesús añadió, “nos
dice que debemos construir nuestra casa, es decir, nuestra vida
cristiana sobre la roca, en la verdad." En cambio, fue su advertencia,
"los vanidosos construyen la casa sobre la arena y la casa cae, la
vida cristiana se cae, resbala, porque no es capaz de resistir a las
tentaciones":
"Cuántos cristianos viven para aparentar. Su vida
parece como una burbuja de jabón. ¡Es hermosa la burbuja de jabón! ¡Con
todos los colores que tiene! Pero dura un segundo y luego ¿qué? También
cuando nos fijamos en algunos monumentos fúnebres, pensamos que es
vanidad, porque la verdad es volver a la tierra desnuda, como decía el
Siervo de Dios Pablo VI. Nos espera la tierra desnuda, ésta es nuestra
verdad final. Mientras tanto ¿me enorgullezco o hago algo? ¿Hago el
bien? ¿Busco a Dios? ¿Rezo? Las cosas que tienen consistencia. Y la
vanidad es una mentirosa, es imaginativa, se engaña a sí misma, engaña a
los vanidosos, porque primero finge que es algo, pero luego con el
tiempo llega a creerse lo que en su opinión era. Se la cree, ¡pobrecito!
Y 'esto, subrayó, es lo que le pasaba al tetrarca Herodes, que, como
leemos en el Evangelio de hoy, se preguntaba con insistencia sobre la
identidad de Jesús "La vanidad, -dijo el Papa - siembra un mal malestar,
quita la paz. Es como aquellas personas que se maquillan mucho y luego
temen que la lluvia les quite todo”. "No nos da paz la vanidad -señaló-
sólo la verdad nos da la paz". Por lo tanto, Francesco ha reiterado que
la única roca sobre la que construimos nuestra vida es Jesús. "Y
pensamos” - dijo – “en esta propuesta del diablo, del demonio, que
también tentó a Jesús en el desierto, la vanidad", y dijo: "Ven conmigo ,
subamos al templo, hagamos el espectáculo; te tiras abajo y todos
creemos en ti ". El diablo había presentado a Jesús "la vanidad en una
bandeja." La vanidad, dijo el Papa, "es una enfermedad espiritual muy
grave":
"Los Padres egipcios del desierto decían que la
vanidad es una tentación contra la que hay que luchar toda la vida,
porque siempre vuelve a sacarnos la verdad. Y para entender esto decían
es como la cebolla. La agarras y la empiezas a pelar. Y pelas la vanidad
hoy, un poco de vanidad mañana y toda la vida pelando la vanidad para
vencerla. Y al final eres feliz: me quité la vanidad, pelé la cebolla,
pero el olor se queda en tu mano. Pidamos al Señor la gracia de no ser
vanidosos, de ser verdaderos, con la verdad de la realidad y del
Evangelio.
(CdM, MZ- RV)
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO:
LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN:
PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA,
TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO,
Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…".
"ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN;
NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA.
¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE?
¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO?
¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA?
¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?.
QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …”
Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.
jueves, 25 de septiembre de 2014
"No a los cristianos vanidosos, son como una bola de jabón", el Papa en Santa Marta
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario