¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

jueves, 8 de diciembre de 2016

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Los primeros datos sobre la celebración de esta fiesta se sitúan entre los siglos VII-VIII en Oriente. En Occidente aparece en la meridional, en la región que habitaban los bizantinos. En Roma entraría en el Calendario Litúrgico en 1476, la fecha elegida estaba relacionada con la fiesta de la Natividad de la Virgen (8 de septiembre) que era más antigua.

El misterio de la Concepción Inmaculada de María por un singular privilegio divino, en previsión de los méritos de Cristo, nos lleva a todos los bautizados a contemplar el amor de Dios Padre, siempre dispuesto a extender a todos los hombres las maravillas de la salvación.

El Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, declaró solemnemente como verdad definitiva, la CONCEPCIÓN INMACULADA DE MARÍA. El Papa León XIII, veintiún años después, elevó esta fiesta a la máxima categoría litúrgica.

La SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA, al caer dentro del tiempo de Adviento, se convierte en un motivo de esperanza para toda la Iglesia cuando se prepara a recibir al que viene a “bendecirnos con toda clase de bienes espirituales y celestiales” (Ef 1,3-6.11s: segunda lectura). María la “llena de gracia”, como la llamó el ángel, “nos eligió a nosotros en la persona de Cristo para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor” (segunda lectura).

La celebración de esta solemnidad permite a los fieles “llegar a Dios limpios de todas las culpas” (oración colecta y oración sobre las ofrendas), al reparar en ellos “los efectos del primer pecado, del que fue preservada de modo singular la Inmaculada Virgen María” (oración después de la comunión y primera lectura: Gén 3,9- 15.20).

Los fieles que celebran el tiempo de Adviento, al considerar el amor inefable con que la Virgen Madre esperó a su Hijo, se sienten animados a prepararse “vigilantes en la oración y cantando su alabanza” (Pablo VI, Marialis cultus, 4).
Ángel Fontcuberta


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