ORACIÓN INICIAL
Oh Jesús, buen
Pastor, acoge nuestra alabanza y
nuestro humilde
agradecimiento por todas las Vocaciones
que mediante tu
Espíritu, regalas a Tu Iglesia. asiste a los Obispos, Presbíteros, Misioneros y
a todas las personas consagradas; Haz que den ejemplo de vida auténticamente Evangélica. Da fortaleza y
perseverancia en su propósito
A aquellos que se
preparan al Sagrado Ministerio y a la Vida consagrada. Multiplica los evangelizadores
para Anunciar Tú Nombre a todas las gentes.
Protege a todos los jóvenes de nuestras familias y comunidades:
concédeles prontitud y generosidad para seguirte. Vuelve también hoy Tu mirada sobre ellos y
llámalos, concede a todos los llamados la fuerza de abandonar todo para
elegirte solo a Ti que eres el amor.
Perdona la no correspondencia y las infidelidades de aquellos que has
escogido. Escucha, Oh Cristo, nuestras
preces por intercesión de María Santísima, Madre tuya y Reina de los Apóstoles.
Ella, que por haber
creído y respondido generosamente, es la causa de nuestra alegría, acompaña con
su presencia y su ejemplo a aquellos que llamas al servicio total de tu Reino.
Amén.
(Beato Juan Pablo II)
DÍA SEGUNDO:
“Yo Soy el Buen Pastor; y conozco
mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y conozco a mi
Padre y doy mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de éste redil; también a estas las
tengo que conducir y escucharan mi voz;
y habrá un solo rebaño, un solo Pastor”
(Juan 10, 14-16)
REFLEXIÓN:
Señor
Jesús, Tú eres nuestro PASTOR, que conoces a cada una de tus ovejas y quieres
formar un solo rebaño. Tú quieres que no falten hoy día hombre y mujeres de fe,
que consagren sus vidas al servicio del Evangelio y al cuidado de la Iglesia.
Haz que
tu Espíritu Santo ilumine los corazones, y fortalezca las voluntades de tus
fieles, para que, acogiendo tu llamado, lleguen a ser los Sacerdotes y
diáconos, religiosos y religiosas y consagrados que tu pueblo necesita. La cosecha es abundante, y los obreros son
pocos. Envía, Señor, obreros a tu mies.
Amén.
PADRENUESTRO:
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre –
venga a nosotros tu Reino – hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén”.
EL GLORIA:
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, es
ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
COMPROMISO:
Hoy voy a
pedir de manera especial por el Obispo de mí Arquidiócesis, Monseñor Jorge
Enrique Jiménez Carvajal, para el Señor buen Pastor, lo siga iluminando en su importante
Misión.
Leeré en
oración el Salmo 28.
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