En
Hungría durante la II Guerra Mundial más de 400.000 judíos fueron asesinados
por los nazis. En aquel momento el nuncio en Budapest era Angelo Rotta
y, su secretario, Gennaro Verolino. Se calcula que entre los dos
pudieron salvar aproximadamente a unos 15.000 judíos del Holocausto.
MATTEO
LUIGI
Autor
"Los justos de Budapest”
"Preparando
pasaportes en blanco para personas que necesitaban huir o esconderse,
alquilando edificios en Budapest, 25 edificios, si mal no recuerdo. Allí
crearon un territorio vaticano ficticio. Ponían la bandera vaticana como si
estuviesen bajo la protección de la nunciatura y dejaban entrar a los judíos”.
En Roma
se sabía perfectamente qué estaban haciendo estos dos diplomáticos, aunque no
fueron los únicos. Juan XXIII también ayudó a los judíos a huir de los nazis
cuando fue nuncio en Estambul.
MATTEO
LUIGI
Autor
"Los justos de Budapest”
"En
las cartas del mismo Verolino se dice con claridad. Nos cuenta que el Papa
estaba al corriente de todas estas maniobras, de todas estas delicadas
decisiones”.
ROCCO
PEZZIMENTI
Universidad
LUMSA (Roma)
"No
es que se pudieran alquilar 25 casas sin informar a la Santa Sede. Monseñor
Verolino está en contacto con todos los nuncios de Europa del Este, también con
monseñor Roncalli, el futuro Juan XIII. Prepararon pasaportes para que los
judíos se pudieran ir a Palestina. La Santa Sede también era informada de esto.
Estos diplomáticos no eran guerrilleros que iban por libre sino que formaban
parte de una estrategia mucho más amplia y coordinada”.
El
trabajo realizado por estos diplomáticos ha sido explícitamente reconocido por
los judíos. Declararon al nuncio Angelo Rotta, "Justo entre las
naciones”, un reconocimiento que hacen a las personas de otra religión por
ayudar a los judíos durante el Holocausto.
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